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Me encuentro unas reflexiones sobre "la eterna vocación" de monja, ayer y
hoy, que una vez más observo arroja luz sobre episodios de mi propia
vida. Quien quiera que lea y si ex nume observe y haga cuentas. En lo
que me concierne todavía me ayuda a cuadrar ciertos eventos
autobiográficos, no desligables de un marco, una cultura y una tradición
en la que nací y crecí.
Se trata de una discusión sobre las religiosas sometidas al clero masculino que he encontrado en la web "L'envers du décor".
las religiosas en la Iglesia se ven sometidas a la autoridad clerical masculina. Y cuando no están tan sometidas como es el caso de las religiosas norteamericanas,
y se atreven a abordar el problema de la contracepción, los derechos de
las mujeres, o a solicitar una formación universitaria para las monjas,
se encuentran con la oposición y la amenaza del clero masculino. Tengo
serias dudas de que las cosas puedan cambiar.
Efectivamente, las órdenes religiosas femeninas en Francia (y en
Navarra, y en España) envejecen, porque las mujeres francesas (y
españolas) disponen desde los años 60 de otras salidas profesionales y
vitales diferentes a la profesión religiosa. De todas formas la noción
de vocación fue siempre minoritaria en la medida en que las
mujeres a menudo se veían "metidas en el convento" contra su voluntad,
más bien era una forma de "colocar a la hija" sin que saliera muy caro y
concentrar las herencias familiares en los chicos. Las chicas eran
conscientes de ello pero durante mucho tiempo no fueron capaces de
evitar que las "colcaran" de manera arbitraria en una comunidad
religiosa:
les "vino" después, otras preferían callarse. Es bastante duro admitir
que las familias querían deshacerse económicamente de ellas. Pero se
trataba de un razonamiento pragmático que prevalecía en muchas familias
del campo y que podemos ver hoy en las monjas más jóvenes procedentes de
países pobres.
Sin embargo también se observa la disminución de vocaciones entre los
frailes, también ellos envejecen. La profesión monástica femenina y
masculina tiende a desaparecer debido a varios factores:
que llegan postulantas bastante mayores que antes, mujeres alrededor de
los 50, que después de haber llevado adelante su vida, bien soltera o
casada con hijos, deciden lanzarse a una profesión religiosa, porque ven
en ello como una "conversión" de la vida estresante y materialista en
la que vivimos en general en Occidente. Además de que se alía bien con
la llegada de la menopausia, los cambios del cuerpo y de la mente, el
comienzo del envejecimiento. Estas nuevas aspirantes cambian bastante el
ambiente de las comunidades, porque se trata de mujeres que "han
vivido", tienen una forma de estar en sociedad y de ver las relaciones
muy diferente, más "encarnada". Han reflexionado y madurado ese
compromiso religioso como una etapa en la vida y no como un fin en sí
mismo. Por ello son religiosas que a menudo tienen una carrera
universitaria, incluso de alto standing universitario, con una vida
profesional y social rica a sus espaldas.
Por consiguientes esas señoras resultan ser mucho más equilibradas, más
maduras y viven su compromiso social, médico, educativo de una forma
muy diferente a las religiosas de antes. Son mucho más abiertas.
No aceptan tan fácil llevar los hábitos, son mucho más independientes y
dinámicas. Muchas de ellas están en misiones como enfermeras,
profesoras, maestras, responsables de las congregaciones en Africa. Esas
mujeres aportan un valor añadido considerable por su saber y
simplemente por su experiencia de vida. Es una lástima que en esas
circunstancias y con esa valía se encuentren bajo la bota masculina en
lo referente a la jerarquía clerical. Este aspecto no es un problema
para las monjas mayores, en general sin diplomas, sin experiencia real
de la vida puesto que llegaron muy jóvenes al convento, sí lo es para
las que llegan ahora con 40 ó 50 años y con aspiraciones muy diferentes a
las otras. Muchas podrían asumir funciones pastorales en parroquias en
las que no hay cura y no lo hacen por los bloqueos ideológicos
clericales.
Desgraciadamente el clero masculino no se ocupa para nada de esta
evolución. No les preocupa ni forma parte de su programa ideológico y
político.
(Después de estas explicaciones resuenan en mis oídos con otro tono y
más profundamente aquellas sabias palabras fundacionales que dirigía el
barbastrense a sus "hijas": "hijas mías, no seási tonticas como las
monjas." Claro, claro, marujillas salidas del pueblo sin formación, con
15, 14 años al convento...tonticas perdidas. Y qué bien que les vienen a
todos los hombres de alrededor la "mujerica tontica".....)
La religiosa es para los curas de toda la vida una especie de fantasma
de mujer al fin domesticada. Una mujer sin deseo, sin atractivo físico,
sometida en todo. Que no puede reivindicar nada en términos de
legitimidad. Es el ideal para que el poder en la iglesia siga en manos
de los hombres. La monja cuando es joven es también compañera sexual más
segura que las prostitutas o las parroquianas de ocasión. Al menos
mientras no atrapa el SIDA en caso de ciertos curas u obispos
promiscuos.
Si la monja tiene el virus y la congregación se da cuenta las echan del
convento con las manos vacías a sus casas. Si quedan embarazadas,
algunas recurren al aborto, otras dan a luz de "incógnito" en clínicas
privadas dependientes del episcopado. En los países donde los católicos
son numerosos hay una o dos clínicas privadas de este estilo para
asegurar abortos y partos de "incógnito" de monjas, compañeras de los
curas...etc. La clínica francesa que depende del clero francés y sirve
para esto se encuentra en Lyon.
Todo esto son realidades negadas por el clero masculino desde siempre. Serge Bilé hizo un documental sobre el tema « Une journée dans la vie de Marie-Madeleine »,
documental que fue censurado por el clero católico, pero que trata de
las realidades concretas de las religiosas que han vivido en situaciones
de prostituidas o "novias" o de exclusión. El documental se puede ver
en 3 partes en
Dailymotion. Instructivo documental con intervenciones de Odon Vallet.
La infantilización de las fmujeres es un rasgo común a todas las
religiones patriarcales, el catolicismo no es una excepción. Las monjas
no son las únicas en padecer esta situación. El resto de mujeres
creyentes viven una situación parecida mediante las tentativas
clericales de intromisión y de control de su cuerpo y su sexualidad.
hoy, que una vez más observo arroja luz sobre episodios de mi propia
vida. Quien quiera que lea y si ex nume observe y haga cuentas. En lo
que me concierne todavía me ayuda a cuadrar ciertos eventos
autobiográficos, no desligables de un marco, una cultura y una tradición
en la que nací y crecí.
Se trata de una discusión sobre las religiosas sometidas al clero masculino que he encontrado en la web "L'envers du décor".
las religiosas en la Iglesia se ven sometidas a la autoridad clerical masculina. Y cuando no están tan sometidas como es el caso de las religiosas norteamericanas,
y se atreven a abordar el problema de la contracepción, los derechos de
las mujeres, o a solicitar una formación universitaria para las monjas,
se encuentran con la oposición y la amenaza del clero masculino. Tengo
serias dudas de que las cosas puedan cambiar.
Efectivamente, las órdenes religiosas femeninas en Francia (y en
Navarra, y en España) envejecen, porque las mujeres francesas (y
españolas) disponen desde los años 60 de otras salidas profesionales y
vitales diferentes a la profesión religiosa. De todas formas la noción
de vocación fue siempre minoritaria en la medida en que las
mujeres a menudo se veían "metidas en el convento" contra su voluntad,
más bien era una forma de "colocar a la hija" sin que saliera muy caro y
concentrar las herencias familiares en los chicos. Las chicas eran
conscientes de ello pero durante mucho tiempo no fueron capaces de
evitar que las "colcaran" de manera arbitraria en una comunidad
religiosa:
- había que sobrevivir desde el punto de vista de la economía
o por miedo a verse excluidas definitivamente de la familia, cuando meter a la hija en el convento era ya haberla excluido.
les "vino" después, otras preferían callarse. Es bastante duro admitir
que las familias querían deshacerse económicamente de ellas. Pero se
trataba de un razonamiento pragmático que prevalecía en muchas familias
del campo y que podemos ver hoy en las monjas más jóvenes procedentes de
países pobres.
Sin embargo también se observa la disminución de vocaciones entre los
frailes, también ellos envejecen. La profesión monástica femenina y
masculina tiende a desaparecer debido a varios factores:
- ayudas sociales para los más pobres que les permiten sobrevivir fuera del marco religioso y comunitario.
- un reconocimiento creciente de los derechos humanos en estos
últimos cincuenta años. Ya se trate de los derechos del niño, de la
mujer, de las minorías sexuales, en todos esos casos muchas personas han
podido decidir libremente sobre su vida sin recurrir al refugio del
convento como una manera de esconderse o de más vale eso que nada.
que llegan postulantas bastante mayores que antes, mujeres alrededor de
los 50, que después de haber llevado adelante su vida, bien soltera o
casada con hijos, deciden lanzarse a una profesión religiosa, porque ven
en ello como una "conversión" de la vida estresante y materialista en
la que vivimos en general en Occidente. Además de que se alía bien con
la llegada de la menopausia, los cambios del cuerpo y de la mente, el
comienzo del envejecimiento. Estas nuevas aspirantes cambian bastante el
ambiente de las comunidades, porque se trata de mujeres que "han
vivido", tienen una forma de estar en sociedad y de ver las relaciones
muy diferente, más "encarnada". Han reflexionado y madurado ese
compromiso religioso como una etapa en la vida y no como un fin en sí
mismo. Por ello son religiosas que a menudo tienen una carrera
universitaria, incluso de alto standing universitario, con una vida
profesional y social rica a sus espaldas.
Monjas de la Compañía de María se despiden, después de 120 años en Orduña |
Por consiguientes esas señoras resultan ser mucho más equilibradas, más
maduras y viven su compromiso social, médico, educativo de una forma
muy diferente a las religiosas de antes. Son mucho más abiertas.
No aceptan tan fácil llevar los hábitos, son mucho más independientes y
dinámicas. Muchas de ellas están en misiones como enfermeras,
profesoras, maestras, responsables de las congregaciones en Africa. Esas
mujeres aportan un valor añadido considerable por su saber y
simplemente por su experiencia de vida. Es una lástima que en esas
circunstancias y con esa valía se encuentren bajo la bota masculina en
lo referente a la jerarquía clerical. Este aspecto no es un problema
para las monjas mayores, en general sin diplomas, sin experiencia real
de la vida puesto que llegaron muy jóvenes al convento, sí lo es para
las que llegan ahora con 40 ó 50 años y con aspiraciones muy diferentes a
las otras. Muchas podrían asumir funciones pastorales en parroquias en
las que no hay cura y no lo hacen por los bloqueos ideológicos
clericales.
Desgraciadamente el clero masculino no se ocupa para nada de esta
evolución. No les preocupa ni forma parte de su programa ideológico y
político.
(Después de estas explicaciones resuenan en mis oídos con otro tono y
más profundamente aquellas sabias palabras fundacionales que dirigía el
barbastrense a sus "hijas": "hijas mías, no seási tonticas como las
monjas." Claro, claro, marujillas salidas del pueblo sin formación, con
15, 14 años al convento...tonticas perdidas. Y qué bien que les vienen a
todos los hombres de alrededor la "mujerica tontica".....)
La religiosa es para los curas de toda la vida una especie de fantasma
de mujer al fin domesticada. Una mujer sin deseo, sin atractivo físico,
sometida en todo. Que no puede reivindicar nada en términos de
legitimidad. Es el ideal para que el poder en la iglesia siga en manos
de los hombres. La monja cuando es joven es también compañera sexual más
segura que las prostitutas o las parroquianas de ocasión. Al menos
mientras no atrapa el SIDA en caso de ciertos curas u obispos
promiscuos.
Si la monja tiene el virus y la congregación se da cuenta las echan del
convento con las manos vacías a sus casas. Si quedan embarazadas,
algunas recurren al aborto, otras dan a luz de "incógnito" en clínicas
privadas dependientes del episcopado. En los países donde los católicos
son numerosos hay una o dos clínicas privadas de este estilo para
asegurar abortos y partos de "incógnito" de monjas, compañeras de los
curas...etc. La clínica francesa que depende del clero francés y sirve
para esto se encuentra en Lyon.
Todo esto son realidades negadas por el clero masculino desde siempre. Serge Bilé hizo un documental sobre el tema « Une journée dans la vie de Marie-Madeleine »,
documental que fue censurado por el clero católico, pero que trata de
las realidades concretas de las religiosas que han vivido en situaciones
de prostituidas o "novias" o de exclusión. El documental se puede ver
en 3 partes en
Dailymotion. Instructivo documental con intervenciones de Odon Vallet.
La infantilización de las fmujeres es un rasgo común a todas las
religiones patriarcales, el catolicismo no es una excepción. Las monjas
no son las únicas en padecer esta situación. El resto de mujeres
creyentes viven una situación parecida mediante las tentativas
clericales de intromisión y de control de su cuerpo y su sexualidad.
Comentarios
Tarragopus, donde estuvo internada una hermana de mi abuela materna. En
1936 asaltaron el santo lugar, y encontraron enterrados en el
claustro... "errare humanum est" (inscripción del antiguo orfanato,
desapareció al convertirse en Diputación Provincial). Lo mismo sucedió
en Barcelona, se conservan fotos.
La exclaustrada fue acogida por
mis abuelos, muy débil, y al poco falleció. Preguntada sobre lo vivido
dentro, nunca abrió boca. Lástima que muchos ex mueran con los secretos.
Tan sólo recordar que el Palacio Arzobispal comunica con un
convento próximo mediante túnel subterráneo, al parecer, elemento
arquitectónico inherente a determinadas sedes, también Diego de León y
las novelas de Vicenç Mengual.
Nota: Me decían, Barcelona vió
como los conventos de monjas eran allanados por prostitutas, con ánimo
liberatorio de las reclusas, y no por ciertas facciones políticas, como
algunos pretenden.
18 de junio de 2016, 23:23
europea. Una de las africanas trasladada a Italia cuenta y no para sobre
las
diferencias económicas entre las vocaciones europeas y las vocaciones africanas. Obligada a prostituirse para ganarse la vida,
Sale el padre de una religiosa africana muerta de SIDA
Sale
el ginecólogo africano al que han acudido monjas en busca de aborto,
sin explicar quien es el "genitor" por supuesto. Sale el racismo dentro
de la vida religiosa, también una monja superiora africana encantada de
sus compromisos y de ser capaz de poner a los hombres que se acercan en
su sitio, eso dice.
Está en un "francés africano" complicado. La ex
monja francesa cuenta cosas bien interesantes, algunas me traen
recuerdos de "mi vida pasada".
http://www.dailymotion.com/video/xd1ql2_couvent-et-sexualite-1-3-doc-censur_lifestyle
19 de junio de 2016, 19:04
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