martes, 4 de abril de 2017

La luz y el sonido

La luz y el sonido









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Un solo altar

El altar es Cristo.


Altar cristianoDesde los primeros siglos, la interpretación de las palabras de San Pablo “Nosotros tenemos un altar del que no tienen derecho a comer los que dan culto en el tabernáculo”
(Hb 13,10) ha sido unánime en el sentido de que Cristo fue sacerdote,
víctima y altar en su propio sacrificio. De tal manera, que la frase “el altar es Cristo”
es real en la dirección de que, siendo Cristo el altar único y
verdadero, el altar de la iglesia es símbolo de Cristo, y no al revés.
Por eso, por simbolizar a Cristo, es altar. Sin Cristo no habría altares
en las iglesias cristianas.
El altar representa a Cristo, por eso el sacerdote lo besa al llegar y al despedirse.
Un único altar por iglesia
“Para
la Iglesia oriental de la época de los Padres, la celebración
eucarística es una realidad comunitaria, y es siempre el Obispo, y sólo
él, quien celebra la Eucaristía. En toda iglesia hay un único altar,
cada domingo hay una sola celebración eucarística.

Los orientales, al igual que los latinos después de la restauración litúrgica, solo admiten un altar por iglesia” (Felix María de Arocena, El altar cristiano, pag. 84, Ed. Centro de Pastoral Liturgica).
Obispo celebrando en el altarYa en 1847 se decía:
“San Ignacio, instruido por San Juan evangelista, escribe a los de
Filadelfia: tened cuidado de usar una sola Eucaristía. No hay más que
una carne, la de Ntro. Sr. Jesucristo; un solo cáliz, para manifestar la
unidad de su sangre; un solo altar, como un solo obispo, con el
presbiterio y los diáconos”
(J.Mª. Bergier, Diccionario de teología, Altar,).
“La acción litúrgica era al
principio siempre comunitaria. Consecuentemente, en las primitivas
iglesias no había más que un altar”
(Juan Plazaola, El arte sacro actual, pág. 138, BAC nº 250).
En este aspecto, La Ordenación General del Misal Romano, indica:
“Es
preferible que en las iglesias nuevas que van a ser construidas , se
erija un solo altar, el cual signifique en la asamblea de los fieles, un
único Cristo y una única Eucaristía de la Iglesia”
(Ordenacion General del Misal Romano, 303).
 La situación del altar
El altar debe ocupar un lugar tan importante en el edificio sagrado, que sea realmente el centro de atención de los fieles.
“El
altar debe colocarse de tal manera, que, cuando la acción eucarística
se desenvuelva en él, ésta sea el foco de convergencia de toda la
asamblea. Para que el altar satisfaga esta exigencia se tendrá cuidado
de: separarlo del muro del ábside y traerlo hacia la nave; darle una
elevación apropiada; dirigir hacia ´él una buena iluminación, disponer
en él discretamente micrófonos, como es necesario frecuentemente"
(nº 34)
"El
altar debe ser preferentemente un altar fijo. El altar fijo esta hecho
de una mesa de piedra natural monolítica y de una base que se adhiere a
él definitivamente por medio de la unción consacratoria “
(nº 37). (Cardenal Paul-Emile Leger, Directorio para la adaptación y construcción de iglesias en la archidiócesis de Monreal). 
“El altar es diseñado y construido
por la acción de una comunidad y para el funcionamiento de un solo
sacerdote. La mesa sagrada, por tanto, no debe ser alargada, sino más
bien cuadrada o ligeramente rectangular, una mesa atractiva e
impresionante, digna y noble, hecha de materiales sólidos y hermosos, y
de proporciones rectas y simples. Pierde realce, por supuesto, su
función simbólica cuando hay otros altares a la vista. Por eso, en el
recinto litúrgico solamente debe haber uno solo
” (Ambientar una iglesia, pág. 8, Centro de pastoral Litúrgica).
“Sería lamentable que la
concentración de todo el espacio litúrgico hacia el altar quedase
estorbada por altares secundarios, estatuas, vía crucis, confesionarios,
candelabros y bancos mal dispuestos, distrayendo con todas estas cosas,
la mirada de los fieles hacia el santuario”
(Conferencia episcopal de Fulda, Alemania, Directrices para la construcción de iglesias según la el espíritu de la liturgia romana,).



Una reflexión teológica
“Para
el cristiano es claro que el templo propiamente no es el lugar de la
presencia de Dios (Jn 4, 23), sino el lugar de la presencia de la
asamblea en la que propiamente se hace Dios presente. La Iglesia, en
cuanto comunidad de creyentes reunidos, congregados en torno a Cristo,
es el nuevo templo (Ef 2, 19-22; 1Pe 2, 5).
Lo que se debe evitar es rebajar y
abaratar tanto el sentido de esta teología que el templo acabe siendo
considerado como algo meramente funcional... Porque el templo no solo
debe estar al servicio de las necesidades materiales de la asamblea y la
celebración (darle cobijo físico). Debe desempeñar otro servicio:
expresar su misterio profundo, su significado cristiano-eclesial. Debe
ser como una plasmación en piedra, en color, en imagen, en luz de ese
gran simbolismo que encierra la asamblea reunida para la celebración
festiva de los misterios cristianos; un reflejo, un eco plástico, visual
de esas notas y estructuras eclesiales de la comunidad reunida, de la
comunidad celebrante con sus ministerios, sus roles, sus movimientos,
gestos, signos, palabras.
La
ornamentación del edificio sagrado contribuirá eficazmente a desplegar
su función simbólica, gracias a la cual dejará trasparecer las
realidades místicas que alberga. Quienes a través de la pintura, la
escultura o imaginería, la misma arquitectura u otras artes menores
colaboran a tal ornamentación están ejerciendo un ministerio
litúrgico-eclesial de primera magnitud. El arte debe reencontrar su
ministerio en la celebración. Pues solo el arte sabe encontrar el
lenguaje del símbolo y la mística , dos ingredientes básicos de la
fiesta cristiana.
(Dionisio Borobio, La celebración en la Iglesia, Tomo I, pag. 223-224, Ed. Sígueme).
Lex orandi, lex credendi


La oración de dedicación del altar, con
la fuerza que da la liturgia misma, suministra una comprensión del altar
enraizada en la misma esencialidad del mensaje cristiano:
“[El altar] Sea fuente de unidad y de concordia
para todos los que formamos tu Iglesia Santa;
fuente a la que sus hijos acudan hermanados
para beber en ella el espíritu de mutua caridad”
(Plegaria de dedicación del altar, estrofa X. El altar cristiano)
De igual manera que el sacrificio de
Cristo es la fuente de la unidad eclesial, el altar del templo cristiano
–lugar donde se celebra mismo sacrificio por el mismo sacerdote- es
fuente de unidad de la asamblea cristiana que se reúne en torno a él.
Una labor pastoral
La enseñanza del fuerte simbolismo del
altar, así como de toda la acción litúrgica, en general, corresponde a
la labor pastoral de la cura de almas:
“Los pastores de almas fomenten con
diligencia y paciencia la educación litúrgica y la participación activa
de los fieles, interna y externa, conforme a su edad, condición y genero
de vida”
(Concilio V aticano II, Sobre la Sagrada Liturgia, , nº 18)















Otros espacios del tiempo

7.i.-Puertas y accesos





Puerta de la Platería, catedral de SantiagoSi,
como hemos visto, la iglesia representa un microcosmos, y la unión del
mundo sensible con Dios, a través de Jesucristo, la puerta significa el
límite de este espacio sagrado con el resto del mundo. Atravesarla ha de
provocar en el fiel una consciencia de pasar de este mundo al Padre. Y,
por consiguiente, tiene también un simbolismo teológico-litúrgico que
no siempre ha recibido toda la atención que requiere. A juzgar por la
importancia que se le otorga a la puerta durante la época medieval,
mediante una profusa decoración simbólica —sobre todo con ciclos del
Apocalipsis que pretenden recordar que se flanquea la puerta de la
Jerusalén Celeste—, podríamos inferir que las iglesias de la antigüedad
tardía ya tendrían un programa iconográfico desarrollado, con un mensaje
simbólico, si no idéntico, sí muy parecido.



Cuando el espacio situado a los pies del
templo está reservado para el emplazamiento de ciertas instalaciones
litúrgicas, lógicamente la entrada no puede situarse en esta parte del
edificio. Así ocurre en ciertas iglesias hispánicas, en las cuales el
acceso principal suele encontrarse en los flancos laterales —en mayor
medida en el costado sur—, de manera que excepcionalmente ocupa la
posición contrapuesta al altar. En estas antiguas iglesias nuestras,
 los pies del templo suelen reservarse para la ubicación de un
contra-ábside, un contra-coro e incluso el mismo baptisterio, como
veremos más adelante.
7.ii.-Baptisterio
Baptisterio a la puerta del temploEn
todas las iglesias de la antigüedad tardía, el espacio propio del
sacramento del bautismo se rodea de un fuerte simbolismo
litúrgico-teológico. Existe una voluntad manifiesta de individualizar y
diferenciar arquitectónicamente el baptisterio del resto del espacio
litúrgico de la iglesia. Esta distinción de los dos espacios
sacramentales —el del bautismo y el de la liturgia eucarística— se
planifica por los arquitectos de una manera clara y diáfana, bien sea
por el levantamiento de muros medianeros, o llegando incluso a construir
el baptisterio como un edificio exento, aparte de la iglesia.
Las razones son, por un lado, de orden
práctico, ya que se intenta preservar la intimidad de la desnudez de los
aspirantes al bautismo, pero también, por otra parte, se pretende
enfatizar que se trata de dos escenarios diferenciados, correspondientes
a dos sacramentos distintos: el bautismo y la Eucaristía, y que para
participar del último es imprescindible haber recibido el primero.
Por esta misma razón catequética, muchos
baptisterios se colocan junto a las puertas de la iglesia, significando
con ello que es el paso previo y requisito indispensable para ingresar
en la comunidad de los fieles y poder participar de los misterios de la
salvación.
El bautismo  implica un compromiso de
seguir a Cristo y  cada gesto, procesión que se produzca durante la
ceremonia, o la forma del mismo escenario del rito, encierran un
significado alegórico que los escritos patrísticos procurarán desvelar a
los neófitos de forma pedagógica. Son las catequesis bautismales que
tenían carácter mistagógico, es decir, que se enseñaban a los neófitos
tras recibir el sacramento bautismal.
Por el bautismo el neófito entra a
formar parte del Pueblo de Dios, se incorpora a la redención de Cristo
participando de su sacerdocio y ofreciéndose él mismo junto con Cristo
en la ofrenda de la liturgia divina.
Baptisterio en forma de piscinaEl
rito de la inmersión en la piscina-baptisterio es signo expresivo de la
realidad que se produce: el catecúmeno se  asocia de forma mística con
la muerte de Cristo, entrando en las aguas como hombre-pecador,  y,
cuando sale de ellas, sale asociado a la resurrección de Cristo, ya
 purificado, compartiendo la resurrección al haber participado de la
muerte de Cristo.
Este concepto de muerte y resurrección
del bautizado se fundamenta en la exégesis teológica de un texto de san
Juan y dos de san Pablo, en los que se insiste en el bautismo como un
renacimiento, un «volver a nacer» después de una muerte aparente. Esta
misma exégesis es la que lleva a concebir la fuente bautismal tanto como
símbolo de tumba, como seno materno o útero de la Iglesia, y, por
extensión, se equipara al mismo seno de la Santísima Virgen como tipo
perfecto de la Iglesia.
Jesús le contestó: «En verdad, en
verdad te digo: El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en
el reino de Dios.  Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del
Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que
nacer de nuevo”
(Jn 3, 5-8)
"¿Es que no sabéis que cuantos
fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? Por el
bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que
Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en una vida nueva. Pues si hemos sido
incorporados a él en una muerte como la suya, lo seremos también en una
resurrección como la suya; sabiendo que nuestro hombre viejo fue
crucificado con Cristo, para que fuera destruido el cuerpo de pecado, y,
de este modo, nosotros dejáramos de servir al pecado; porque quien
muere ha quedado libre del pecado. Si hemos muerto con Cristo, creemos
que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez
resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene
dominio sobre él. Porque quien ha muerto, ha muerto al pecado de una vez
para siempre; y quien vive, vive para Dios. Lo mismo vosotros,
consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. Por el
bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por
la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos. Y a vosotros,
que estabais muertos por vuestros pecados y la incircuncisión de
vuestra carne, os vivificó con él" 
(Rom 6, 3-11).
«¿O ignoráis que cuantos hemos sido bautizados en Cristo Jesús
fuimos bautizados para participar en su muerte? Con El hemos sido
sepultados por el bautismo para participar en su muerte, para que como
El resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros vivamos una vida nueva» 
 (Col 2, 12-15).


La ubicación del baptisterio en el oeste
es el emplazamiento simbólico más elocuente de cuantos se puedan
escoger. Occidente representa el mundo de las sombras, de la noche, del
mal y refugio del Maligno. Resulta muy ilustrativo, en este sentido, el
rito de la renuncia a Satanás que han de proclamar los bautizandos antes
de entrar en la piscina bautismal, en dirección a occidente, a la que
sigue la profesión de fe vueltos hacia oriente, el reino de la Luz de
Cristo; seguidamente entran en la piscina por el oeste y salen por el
este.
Es
precisamente esta contraposición con la Luz la que da sentido a la
disposición del baptisterio a poniente, para que se produzca un mayor
contraste entre el reino de la Luz de Dios y el reino de las tinieblas o
del pecado, propio del hombre antes de su purificación por el bautismo.
La «occidentalización» del baptisterio nos remite  a la necesidad de la
orientación del santuario de la iglesia y nos demuestra, al mismo
tiempo, que la arquitectura cristiana entraña una gran simbología solar,
aplicada a Cristo como Sol de Justicia, que es la Luz del mundo que
vence a las tinieblas: un triunfo sobre la muerte, en la que la
resurrección se concibe como un paso de la oscuridad a la luz.
La forma octogonal que muestra la
piscina bautismal de la imagen nos remite al “octavo día” de la
creación, el día de la luz sin ocaso que luce en el Reino inaugurado por
la encarnación de Jesús.
.
7.iii.-Contra-ábsides y contra-coros


La presencia de dispositivos en el
extremo contrapuesto al altar de la nave central es una característica
que se encuentra en la arquitectura cristiana hispánica, aunque no todas
las iglesias poseen este tipo de instalación. El entendimiento de esta
singularidad exige una pequeña reflexión sobre la situación de los
“santos” en el templo.
Contracoro de la Catedral de CórdobaEl
término sanctus (=sancitus, de sancire, encerrar) denota un lugar
cerrado, reservado, donde la divinidad se ha manifestado de alguna
manera. En el campo religioso, el término sanctus fue aplicado por
derivación a aquellas personas, ya vivas, ya difuntas, tenidas en tan
alta estima moral, que se creían como res sacra, porque en ellas Dios se
había manifestado de modo particular. El apelativo sanctus, en el
sentido más moderno y litúrgico de la palabra, es decir, dado a una
persona canónicamente inscrita en el catálogo de los santos, no se
encuentra en los primeros siglos de la Iglesia. Hasta la mitad del siglo
IV solamente los mártires fueron considerados sancti y tuvieron los
honores de culto. Eran los cristianos perfectos, los verdaderos
imitadores de Cristo, porque eran partícipes efectivos de su pasión,
quienes lavando en la sangre del martirio toda mancha, habían merecido
ser admitidos en seguida a la visión de Dios, y en el último día serán,
como los apóstoles, jueces, al lado de Cristo, de sus hermanos.
Pero, posteriormente, cerrado el período
de las persecuciones, se entendió que el seguimiento radical de Cristo,
propio de la vida religiosa, así como  la vida piadosa y mortificada de
las vírgenes, de los obispos y de los ascetas era, en realidad,  un
equivalente del martirio.
El sitio propio de lo santo en la
iglesia es el altar, pues “el altar es Cristo”, y su importancia es tal
que en la arquitectura romana éste es el elemento que da entidad a todo
edificio eclesiástico y que explica el despliegue total del edificio y
de sus espacios interiores. En Occidente, el altar está unido
indefectiblemente a la “santidad” de Cristo, Sacerdote único, y a la
existencia de restos martiriales o reliquias derivadas de estos bajo el
altar,  mientras que en Oriente se situaban en su cercanía.
Esta regla (la de asociar el altar y las
reliquias) se hizo no solamente para todos los altares, también para
todos los cuerpos santos, de forma que no importaba la cantidad o
calidad de las reliquias. En esto diferían de los orientales, que
reservaron emplazamientos especiales y variados que podían no tener
relación alguna con el altar a otras reliquias y en concreto a los
cuerpos enteros de sus mártires.
De aquí que ambas iglesias creen
diferentes arquitecturas eclesiales y la importancia dada por los
occidentales a la posesión de reliquias martiriales, cuya alternativa en
Oriente fueron los iconos a partir de Justiniano.
La aparición de los contra-coros se
realiza cuando hombres piadosos, pero no mártires, fallecen y deben ser
enterrados en el templo, como sucede, por ejemplo, con los obispos,
nobles, fieles protectores de la Iglesia, etc. El altar no es, en
absoluto, lugar apropiado para ello.
En este contexto, del mismo modo que el
baptisterio se sitúa en un lugar propio dentro de la iglesia adornado de
connotaciones simbólicas, la disposición del contra-coro en
contraposición al altar poseetambién un significado dentro del
simbolismo de la iglesia como microcosmos. Si aceptamos que la función
litúrgica de este espacio es el culto a los mártires y a los santos, no
es difícil colegir por qué razón se escoge para su veneración el extremo
opuesto al altar, como si se quisiera resaltar la importancia de la
nave central que lleva desde el contra-coro al santuario. Es como si los
mártires y los santos se postraran a los pies de Jesucristo y mostraran
el camino que conduce hasta El.
En combinación con la proximidad del
baptisterio, el esquema espacial litúrgico de la iglesia constituye una
demostración pedagógica, una verdadera catequesis escenográfica: a
través del bautismo, y siguiendo el ejemplo de los mártires, el hombre
ha de recorrer el camino que le lleva hasta Dios, desde las tinieblas
hasta la Luz, desde el rechazo al pecado hasta su unión con Cristo, en
el altar.
Por otra parte, el libro del Apocalipsis
contiene unas referencias sobre los mártires en relación al trono del
Cordero que pueden ser muy ilustrativas para el tema que nos ocupa, esto
es, la contraposición espacial del altar y el lugar de conmemoración
martirial. Dice san Juan:
«Cuando abrió el quinto sello, vi
debajo del altar las almas de los degollados por causa de la Palabra de
Dios y del testimonio que mantenían », (Apc 6,9)
 «Después de esto vi una muchedumbre
inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos
y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con
vestiduras blancas y con palmas en sus manos », (Apc 7, 9)
«Yo le respondí:
«Señor mío, tú lo sabrás». Él me respondió: «Estos son los que vienen de
la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la
sangre del Cordero.  Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto
día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre
ellos. Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el
bochorno.  Porque el Cordero que está delante del trono los apacentará y
los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará toda
lágrima de sus ojos» »,
(Apc 7, 14-17).
 Estos fragmentos del Apocalipsis aluden
a la asociación que se hace de los mártires al altar de Dios, que no es
otra que la participación en su Pasión.
8.-OTROS ESPACIOS






8.i.- Sacristía


Sacristía y mobiliario principalEn
la sacristía, con el revestimiento del celebrante y la recitación de
las oraciones preparatorias, comienza la preparación del culto y  su
digna realización. La sacristía mayor consiste en una habitación a modo
de capilla que incluso puede tener un altar fijo. Debe ser espaciosa y
se situará cerca del presbiterio o de la entrada de la iglesia. Es
habitual construirla detrás del altar mayor. Puede haber otra sala con
funciones similares cerca de la puerta de entrada a la iglesia, para
cuando haya procesión de entrada.
El motivo central de la sacristía mayor puede ser un crucifijo o alguna otra imagen sagrada.
Habitualmente,
los clérigos y los ayudantes veneran esta imagen antes y después de las
celebraciones litúrgicas. Es conveniente que haya, para información de
los celebrantes visitantes, una cartela con los nombres del Papa y del
obispo diocesano, y con el título de la iglesia. En la puerta de acceso a
la iglesia debe haber una pila de agua bendita. También, junto a esta
puerta, puede colgarse una campanilla para avisar al pueblo cuando una
procesión vaya a hacer entrada en la iglesia
.
Por
razones funcionales, la sacristía dispone de una mesa o un banco
espacioso para extender los ornamentos, armarios y cajones grandes para
guardar los ornamentos sagrados, una caja fuerte para los vasos sagrados
y la llave del sagrario, un lavabo, toallas, un lavabo pequeño con
desagüe directo a la tierra (sacrarium), un sitio donde guardar el pan y
el vino para el sacrificio eucarístico, una estantería para guardar los
libros litúrgicos, un reloj, un soporte para la cruz procesional, un
sitio para reservar la Eucaristía durante las ceremonias de Pascua, y un
armario o sitio decoroso para los santos óleos, si no se guardan en el
baptisterio. Un espejo, para que los ministros y ayudantes puedan verse
vestidos, es también importante que exista.
En la
sacristía se tendrán en cuenta los mismos principios de limpieza y de
orden que son esenciales en el cuidado de la iglesia. Habrá que tener un
especial cuidado en la conservación de objetos decorativos, vasos
sagrados y ornamentos que hayan sido heredados del pasado, excepto los
de escaso valor que no vale la pena reparar o restaurar. Quienes están
en la sacristía, antes o después de la celebración litúrgica, deben
guardar silencio o en hablar en voz baja.
8.ii.-Cripta


Cripta, en SevenhillLa
cripta es un espacio arquitectónico subterráneo en que se enterraba a
los seres fallecidos. La palabra cripta (del latín crypta y a su vez del
griego kryptē) etimológicamente significa esconder, lo cual indica bien
su significado.
En
términos medievales, una cripta es una cámara de roca, normalmente bajo
el suelo de una iglesia. Las primeras criptas o grutas sagradas fueron
excavadas en la roca, para esconder a los ojos de los profanos las
tumbas de los mártires; más tarde, por los primeros cristianos, se
levantaran las capillas y las vastas iglesias; después se estableció las
criptas bajo los edificios destinados al culto para encerrar los
cuerpos de los santos recogidos por la piedad de los fieles.
Algunas
iglesias fueron elevadas del nivel del suelo para albergar una cripta a
nivel del suelo, como es el caso de la iglesia de San Miguel en
Hildesheim, Alemania. Las criptas se encuentran típicamente bajo el
ábside como en Saint-Germain de Auxerre, pero ocasionalmente se
encuentran bajo las alas o las naves laterales.
Muchas de
nuestras antiguas iglesias poseen criptas que remontan a una época muy
lejana: unas son solo salas cuadradas, abovedadas en curva o en arista,
siguiendo el método antiguo, son adornadas a veces solamente por
fragmentos de columnas y de capiteles que imitan toscamente la
arquitectura romana; otras son verdaderas iglesias bajo tierra con naves
laterales, ábsides y absidiolas. Las criptas, salvo en raras
excepciones, reciben la luz del día por estrechas ventanas abiertas en
el exterior de la iglesia, o en los lados inferiores del santuario. Se
entra habitualmente por unas escaleras que parten desde ambos lados del
santuario, o incluso desde el eje del coro.
8.iii.-Atrio

Croquis basílica de san PedroiEl
atrio es un espacio de paso, de entrada y salida, en el que lo profano
se mezcla con lo sagrado, y lo sagrado con lo profano. Allí se
encuentran y se saludan los conocidos. En algunas localidades, allí
esperan, aún hoy, los pobres y menesterosos la limosna de las almas
caritativas.
Es un
lugar abierto o patio frente a una iglesia, consistente, en general, en
un cuadrado grande rodeado por paseos ente columnatas en sus cuatro
lados que formaban un pórtico o claustro. Está situado entre el porche o
vestíbulo y el cuerpo de la iglesia. En el centro del atrio había una
fuente o pozo, donde los fieles se lavaban las manos antes de entrar en
la iglesia. Un remanente de esta costumbre aún sobrevive en el uso de la
fuente de agua bendita, o de la jofaina, a menudo colocada cerca de la
entrada interior de la iglesia. A los que no se les permitió avanzar
más, y más concretamente la primera clase de penitentes, se paraban en
el atrio para pedir las oraciones que entraban a la iglesia. También fue
utilizado como cementerio, al principio sólo para las personas
distinguidas, pero después para todos los creyentes.
La parte
cubierta a la entrada de la iglesia se llama el nártex y es el lugar de
los penitentes. Algunas  basílicas paleocristianasl parecen haber tenido
un nártex cerrado, mientras que otras estaban abiertos a Occidente.



Esquema de basílica cristiana









El atrio
existió en algunas de las más grandes de las primeras iglesias
cristianas, como la antigua Basílica de San Pedro, en Roma, en el siglo
IV, y Santa Sofía, en Constantinopla, en el VI. Un área tan grande para
un ante patio requería un solar de terreno costoso y difícil de obtener
en una gran ciudad. Por esta razón el antiguo atrio romanos sobrevivió
sólo en ocasiones, en las Iglesias Orientales y occidentales. Los
ejemplos típicos se pueden ver en las iglesias de San Clemente, en Roma,
y San Ambrosio, en Milán; también en las iglesias del siglo VII de
Novara y Parenzo.












El Presbiterio

Antiguamente
indicaba el consejo del obispo con los presbíteros. En la actualidad,
designa la parte de la iglesia que rodea el altar mayor y que llega
hasta las gradas, por las cuales se sube a él. Algunas veces está
separado de la nave con una barandilla o comulgatorio
4.I.-El altar
Altar cristiano Las primeras referencias bíblicas al altar se encuentran en San Pablo
“No
podéis beber del cáliz del Señor y del cáliz de los demonios. No podéis
participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios
” (1 Cor. 10,21);
“Nosotros tenemos un altar del que no tienen derecho a comer los que dan culto en el tabernáculo” (He 13,10)
Las
características del altar y su ornato vienen bien señaladas en la
Instrucción General del Misal Romano, del que se extraen las siguientes
indicaciones:
296.
El altar, en el que se hace presente el sacrificio de la cruz bajo los
signos sacramentales, es también la mesa del Señor, para participar en
la cual, se convoca el Pueblo de Dios a la Misa; y es el centro de la
acción de gracias que se consuma en la Eucaristía.
297. La celebración de la Eucaristía, en lugar sagrado, debe realizarse sobre el altar.
298.
Es conveniente que en todas las iglesias exista un altar fijo, que
signifique más clara y permanentemente a Cristo Jesús, la Piedra viva
(1Pe 2, 4; Ef 2, 20
299.El
altar ocupe el lugar que sea de verdad el centro hacia el que
espontáneamente converja la atención de toda la asamblea de los fieles.
301.
Según la costumbre tradicional de la Iglesia y por su significado, la
mesa del altar fijo debe ser de piedra, y ciertamente de piedra natural.
303.
Es preferible que en las iglesias nuevas que van a ser construidas, se
erija un solo altar, el cual signifique en la asamblea de los fieles, un
único Cristo y una única Eucaristía de la Iglesia.
El Altar es uno de los elementos más importantes y significativos de la liturgia cristiana. Es el símbolo de Cristo como “piedra angular”.
Además simboliza un ara de sacrificio, pero sobre todo, es la Mesa del
Señor, en la que, más que inmolarse una víctima, se hace presente.
Las características esenciales que se dan de todo altar cristiano son:


a) Ser y aparecer como una mesa.
b) Estar separada de la pared para que se pueda estar cara al pueblo.
c) Constituir el centro de la atención de toda la asamblea.
d) Ser único, dedicado sólo a Dios.
e) Sin imágenes ni reliquias sobre su superficie.
Altar de la capilla de san PabloEn
el Antiguo Testamento, el altar era un monumento o piedra sobre los
cuales se ofrecían sacrificios. La primera mención de él se encuentra en
Gén 8, 20, cuando Noé después del diluvio edificó un altar y ofreció
holocaustos. Abrahán también edificó un altar cuando iba a sacrificar a
su hijo Isaac (Gén 22, 9). Los patriarcas erigieron altares en los
lugares en donde Dios se les manifestó, para conmemorar los favores
recibidos (Gén 12, 7-8; 13, 18; 26, 25; 33, 20; 35, 1-7). Las Escrituras
no dicen nada del material o de la forma de dichos altares.
En el
Nuevo Testamento, el primer altar cristiano fue la mesa en la cual
Nuestro Señor, en la Última Cena, instituyó la Eucaristía. En la
Basílica de Letrán se conservan reliquias que se cree son partes de esa
mesa-altar.
Antiguamente,
las misas se hacían de espaldas al pueblo. Una instrucción emitida por
el Concilio Vaticano II el 26 de septiembre de 1964, fijó varios cambios
en el altar, principalmente el de su libre colocación, de manera  que
el sacerdote pudiera presidir la Misa de frente a la comunidad. Los
manteles del altar: antiguamente eran tres paños de lino que cubrían el
altar en que se celebraba la Santa Misa; el de encima llegaba hasta el
suelo por ambos lados. Simbólicamente representaban el sudario en que
fue envuelto el cuerpo del Señor.
Actualmente, el Misal Romano señala que “sobre
el altar ha de ponerse por lo menos un mantel por reverencia a la
celebración del Memorial del Señor y el banquete en que se distribuye el
Cuerpo y la Sangre de Cristo”
,(OGMR 268).
4.II.-El ambón
La
Palabra revela la Historia de la Salvación: Cristo se dirige al fiel
cristiano y éste responde con la fe y, con ello, se prepara para
participar en el banquete eucarístico. El ambón, como verdadero espacio
cultual distinto, reúne a la asamblea alrededor del libro, antes de que
ésta se reúna en el lugar del sacrificio, alrededor del cáliz.
Las
características del ambón vienen bien señaladas en la Instrucción
General del Misal Romano, del que se extraen las siguientes indicaciones
309.
La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar
conveniente desde el que se proclame, y al que durante la Liturgia de
la Palabra, se dirija espontáneamente la atención de los fieles.
Conviene
que por lo general este sitio sea un ambón estable, no un simple atril
portátil. El ambón, según la estructura de la iglesia, debe estar
colocado de tal manera que los ministros ordenados y los lectores puedan
ser vistos y escuchados convenientemente por los fieles.
En la comprensión de la “Liturgia como cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia”
(SC 10), que  tiene en el Sacrificio eucarístico la « fuente y cima de
toda la vida cristiana »(LG 11), se revela la verdadera importancia del
ambón, porque la cena eucarística se realiza en dos mesas bien
diferenciadas, tanto en su lugar, como en su momento: La mesa de la
Palabra y la mesa del sacrificio, el ambón y el altar.
Ambón y altar, con el sagrario al fondo, de la capilla de san Pablo
El origen
del ambón cristiano está, como tantas otras cosas, en la sinagoga
judía, en aquellos pupitres desde donde los rabinos procedían a las
lecturas de los rollos bíblicos. Es muy conocido el pasaje que relata su
uso por el sacerdote Esdras:
“El
día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la
ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. 3
Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde
la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que
tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura
del libro de la ley. 4 El escriba Esdras se puso en pie sobre una
tribuna de madera levantada para la ocasión”
(Neh 8,2ss).
Empleado
desde el principio en la liturgia de la Iglesia pronto fue un lugar
sagrado que, junto con el altar y la sede episcopal, formaba el
presbiterio. Su situación en el espacio sagrado no ha sido fija. En la
Basílica, con su planta longitudinal y la cátedra situada en el ábside,
es decir, en el fondo más alejado de la nave que ocupan los fieles y
separado de estos por el altar, la necesidad de dirigirse  a los fieles,
bien en la proclamación de la Palabra, bien en la homilía, hizo que la
posición natural del ambón estuviese adelantada, en una posición próxima
a los fieles, delante del altar.
Se sabe
que en Siria, en los siglos IV y V, estaba colocado en medio de la nave,
que, naturalmente, estaba orientada hacia el oriente, de manera que la
luz matutina atravesaba la nave e iluminaba el ambón, que era
contemplado perfectamente por todos los fieles unidos en una misma
dirección de la mirada.
A partir
del Siglo X se comienza a distinguir el lugar de la proclamación
evangélica del destinado a la epístola, y se coloca un segundo atril
lateral, a la altura del ambón que se retira de su posición central para
acercarse a la pared lateral de la nave. La arquitectura interior se ve
obligada a lograr un compromiso entre los diversos intereses
litúrgicos: relativa cercanía del ambón y la cátedra; orientación del
ambón hacia los fieles; evitar dar la espalda a la sede, situada en el
ábside.
Tras un
periodo de situación incierta, el ambón fue sustituido por los púlpitos
que aún se pueden contemplar en nuestras catedrales, adosados a una de
las columnas que marcan la nave central, a la izquierda del pueblo y
derecha del Obispo.
Actualmente,
a partir del Vaticano II, la presencia del ambón se ha hecho
imprescindible en nuestras iglesias, por pequeñas que sean. Un ambón
considerado como un lugar de culto, más que como un mueble o atril que
sostiene los libros sagrados durante la liturgia de la Palabra.
La
presencia simultánea del altar y del ambón recuerda constantemente a la
comunidad las dos mesas en que se apoya la liturgia cristiana: la
Palabra y el Sacramento
4.iii.-La cruz
La
centralidad del crucifijo en la celebración del culto divino se
resaltaba mucho más en el pasado, cuando estaba vigente la costumbre de
que la mirada y la orientación de los cuerpos, tanto del sacerdote como
de los fieles, se dirigieran durante la celebración eucarística hacia el
crucifijo, puesto en el centro, sobre el altar, que normalmente estaba
adosado a la pared. Por la actual costumbre de celebrar “hacia el pueblo”, con frecuencia el crucifijo es hoy colocado a un lado del altar, perdiendo de este modo la geométrica posición central.
“La
Cruz es el único sacrificio de Cristo «único mediador entre Dios y los
hombres» (1 Tm 2,5). Pero, porque en su Persona divina encarnada, «se ha
unido en cierto modo con todo hombre» (GS 22,2), él «ofrece a todos la
posibilidad de que, en la forma de Dios sólo conocida, se asocien a este
misterio pascual» (GS 22,5). El llama a sus discípulos a «tomar su cruz
y a seguirle» (Mt 16,24) porque él «sufrió por nosotros dejándonos
ejemplo para que sigamos sus huellas» (1 P 2, 21). Él quiere, en efecto,
asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros
beneficiarios (cf. Mc 10,39; Jn 21,18-19; Col 1,24). Eso lo realiza en
forma excelsa en su Madre, asociada más íntimamente que nadie al
misterio de su sufrimiento redentor (cf. Lc 2, 35): «Fuera de la Cruz no
hay otra escala por donde subir al cielo» (Sta. Rosa de Lima, Vida)”
(CIC 618).
4.iv.-La sede
La Sede o Cátedra del Obispo
Las
características de la sede vienen bien señaladas en la Instrucción
General del Misal Romano, del que se extraen las siguientes indicaciones
310.
La sede del sacerdote celebrante debe significar su ministerio de
presidente de la asamblea y de moderador de la oración. Por lo tanto, su
lugar más adecuado es vuelto hacia el pueblo, al fondo del presbiterio,
a no ser que la estructura del edificio u otra circunstancia lo
impidan, por ejemplo, si por la gran distancia se torna difícil la
comunicación entre el sacerdote y la asamblea congregada, o si el
tabernáculo está situado en la mitad, detrás del altar. Evítese, además,
toda apariencia de trono. Conviene que la sede se bendiga según el rito
descrito en el Ritual Romano, antes de ser destinada al uso litúrgico.
Asimismo
dispónganse en el presbiterio sillas para los sacerdotes concelebrantes
y también para los presbíteros revestidos con vestidura coral, que
estén presentes en la celebración, aunque no concelebren.
Póngase
la silla del diácono cerca de la sede del celebrante. Para los demás
ministros, colóquense las sillas de tal manera que claramente se
distingan de las sillas del clero y que les permitan cumplir con
facilidad el ministerio que se les ha confiado.
Nos referimos al lugar donde el sacerdote se sienta para presidir la celebración. Sede significa asiento,
pero la sede es mucho más que un sitio para sentarse: es un lugar
simbólico, porque desde la sede es el mismo Jesucristo quien preside la
asamblea en la persona del ministro.
La
sede debe aparecer claramente como el lugar donde Jesucristo reúne a su
Iglesia y actualiza el anuncio de la salvación. Es necesario que,
durante los trabajos de planificación del templo, el arquitecto ponga
todo su empeño en darle realce a la sede y preocuparse para que la
asamblea pueda entender y asumir el simbolismo que tiene esta silla
presidencial.
Es
importante que aparezca como un lugar estable frente a la asamblea, al
igual que el altar y el ambón, y no como un simple objeto que se retira
cuando ya no es necesario. Debe haber un esfuerzo por hacer que esta
“silla” sea distinta a la que usan los que concelebran u otros
ministros.
La sede presidencial debe ser considerada como un lugar privilegiado para el Señor y
nunca como la silla de honor reservada para el párroco. Ha de ser vista
por la asamblea como aquella sede en la que se sentará el  Hijo del
Hombre y ante el cual se congregarán todas las naciones (Mt 25, 31).
4.v.-La Cátedra.
Cátedra del Obispo en la catedralEs
el trono o sede del obispo desde donde enseña a su pueblo. Por lo
tanto, la Cátedra está ubicada solamente en la Iglesia principal o
Catedral de una diócesis. Una Catedral, entonces, recibe este nombre
porque allí se encuentra ubicado el trono o cátedra del obispo.
Los demás
sacerdotes, al presidir alguna celebración en la Iglesia Catedral, no
pueden utilizar la cátedra, puesto que ésta está reservada para el
pastor de la comunidad. Por esa razón, los sacerdotes o ministros
utilizarán una sede secundaria, ubicada generalmente a un costado del
altar mayor, pero siempre dentro del presbiterio.



Glosario litúrgico bizantino*

 

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Abad (Abadesa) (del hebreo abbá = padre):
en un principio era un monje que ejercía sobre sus hermanos una
paternidad espiritual; después de san Benito es el superior de un
monasterio de las órdenes monacales y también de algunas colegiatas.
Bendición, abacial véase el Ritual de bendición de un abad o una abadesa, en Rituales de la dedicación de iglesias y de altares y de la bendición de un abad o una abadesa.
Ablución: acto
de lavar o lavarse todo o una parte del cuerpo. En la liturgia
bautismal significa la participación en la muerte y resurrección de
Cristo (RICA 32: observaciones previas). En otras celebraciones
significa penitencia, purificación interior. Purificación de los vasos
sagrados después de la comunión en la eucaristía (OGMR 120).
Ábside (de hapsis [haptó] =
nudo o clave de la bóveda): parte de la iglesia abovedada y comúnmente
semicircular, opuesta a la fechada, donde se levanta el altar y aparece
acoplada la cátedra del obispo, coronada por un semicírculo de asientos
para los presbíteros.
Absolución (de absolvere = perdonar,
liberar): signo por el cual Dios concede su perdón al pecador que
manifiesta su conversión al ministro de la iglesia en la confesión
sacramental (RP 6d). La fórmula de la a. cuya parte esencial son
las palabras: "Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo", "significa cómo la reconciliación del
penitente tiene su origen en la misericordia de Dios Padre; muestra el
nexo entre la reconciliación del pecador y el misterio pascual de
Cristo; subraya la intervención del Espíritu Santo en el perdón de los
pecados y, por último, ilumina el aspecto eclesial del sacramento, ya
que la reconciliación con Dios se pide y se otorga por el ministerio de
la iglesia" (RP 19). La absolución de las censuras se encuentra en el RP, apéndice 1. También
se llama absolución la oración conclusiva del -> acto penitencial de
la eucaristía: "Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros..."
Abstinencia: con
esta palabra se entiende la prohibición de comer carne los viernes de
cuaresma, el miércoles de ceniza y el viernes santo para todos los que
tienen más de catorce años. Cf Const. apost. de Pablo VI Paenitemini (17-2-1966).
Abú Halim: en
la liturgia siro-oriental (la caldea) es el libro litúrgico que
contiene la oración de la mañana, compuesto por Ella III Abú Halim
(1176-1190), recogiendo material de autores más antiguos.
Acheropita (del a-cheiro-poiété = no hecha a mano) se dice de las imágenes sagradas no hechas por manos humanas. El Mandylion (icono
del rostro de Cristo, enviado por el mismo Cristo, según la leyenda de
Abgar, rey de Edesa) es un típico ejemplo, cercano quizá a la Sábana de Turín.
Aclamaciones:
noción colectiva de aplaudir a una persona o a un acontecimiento;
manifiesta la emotividad con fórmulas breves, repetidas e intensamente
proferidas. Las aclamaciones favorecen la participación activa de la
asamblea en las celebraciones (cf SC 30; OGMR 14, 15, 18). Principales aclamaciones en la liturgia:
Amén (= así
es, es verdad). Cf Dt 27,15-26; 1 Cor 16,36; Neh 8,6; Sal 14,14; 1 Cor
1,20 (Cristo es el sí de Dios y por medio de él llega a Dios Padre
nuestro amén);
Aleluya (alabad a Dios), especie de estribillo sálmico y elemento característico de las doxologías sálmicas (cf Sal 148,1-4; 150);
Gloria (del griego dóxa; de ahí -> doxología);
Hosanna (¡ayuda, pues!); cf Sal 117,25 (donde se indica la respuesta de los sacerdotes: Bendito el que viene en el nombre del Señor, frase introducida en el Sanctus). Se halla ya en la Didajé 10,6;
Otras aclamaciones en OGMR 30 (Señor, ten piedad); 89, 91, 95 (Te alabamos, Se-ñor); 55b
(Santo); 17a (aclamación de la anamnesis); 55h (la a. del pueblo al
concluir la doxología); 111 (después del -> embolismo Líbranos, Señor con la a. Tuyo es el reino...).
Acolitado-acólito (= compañero de viaje): un ministro instituido (cf Ministeria Quaedam, 15 agosto 1972). -> Ordenes menores. "Compete
al acólito el servicio del altar como ayudante del sacerdote y del
diácono. A él compete principalmente la preparación del altar y de los
vasos sagrados, y distribuir a los fieles la eucaristía, de la que es
ministro extraordinario" (OGMR 65). Para el rito de institución véase Ritual de Ordenes, c. II, pp. 35-38. -> Akólythos.
Acróstico (ákros-stíchon = inicio de verso): en el oficio bizantino, la frase compuesta por las primeras letras de cada -> tropario de un -> canon.
Actio-canon actionis (= acción-regla de acción): indica la celebración eucarística (actio), en particular la plegaria eucarística (canon actionis) que trae el Galasiano (nn. 1242-1255). En este sentido se puede también entender la expresión agustiniana "agendi ordo"" (Ep. 54,6,8). El papa Juan Pablo II define la cena del Señor: "acción santa sagrada".
Acto penitencial: se
realiza cuando toda la comunidad hace su confesión general y se termina
con la conclusión del sacerdote después de terminado el saludo inicial
de la eucaristía (OGMR 29).
Ad accedentes: en el rito hispano, el canto (indicado por la rúbrica homónima) que acompaña la comunión: Accedite ad eum et illuminamini (cf Sal 35), alternado con el versículo Gustate et videte...
Ad complendum: así se titula en el ->  Gregoriano la oración conclusiva de la celebración eucarística, correspondiendo a su vez en el ->  Gelasiano a la post communionem populi. En el Misal postridentino se abrevió diciendo: postcommunio, y en el Misal del papa Pablo VI ha vuelto a llamarse post communionem.
Addai y Mari [anáfora
de]: ->  anáfora sirooriental del s. IIl, empleada por las tres
ramas de los sirios orientales: nestorianos, caldeos y malabares
(India). Parece que es la única compuesta en siríaco. Su estilo se
caracteriza por el paralelismo propiamente semítico; es más simple y
primitiva que las otras dos anáforas sirio-orientales (de Teodoro de
Mopsuestia y de Nestorio). La ausencia de la narración de la institución
no es originaria, según Botte, porque la anamnesis se articula
naturalmente con la narración, que en Siria termina con las palabras: "Haced esto cada vez que os reunáis en mi nombre".
Adoración [eucarística]:
los fines secundarios de la reserva de las sagradas especies fuera de
la misa son la distribución de la comunión y la adoración de nuestro
Señor Jesucristo presente en el sacramento. Este culto de adoración se
basa en una razón muy sólida y firme, porque a la fe en la presencia
real del Señor le es connatural su manifestación externa y pública (cf Ritual de la sagrada comunión y del culto a la eucaristía fuera de la misa 5). ->  Exposición.
Adviento (del latín adventus = llegada):
tiempo litúrgico preparatorio a la navidad, "en la que se conmemora la
primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo
en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación
de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas dos
razones el a. se nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y
alegre" (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 39). Su existencia se confirma ya en el s. IV en Occidente.
Agape (= amor): en el ambiente griego, de donde procede, indica el amor gratuito, la caridad, la fraternidad, y se contrapone al érós (=
pasión). Entre los primeros cristianos significaba la cena fraterna que
precedía a la eucaristía, costumbre testimoniada por Pablo en 1 Cor
11,17-34. En la carta de Judas 12 parece identificarse con la
celebración eucarística. La cena fraterna se separó de la eucaristía
hacia finales del s. 1 como se atestigua en la carta de Plinio a Trajano
y Justino (1 Apol. 65). Un recuerdo de esta primitiva agape-eucaristía se encuentra en el s. v, como atestigua san Agustín (Ep. 54,7) cuando habla de una comida permitida en la cena del jueves santo en Africa.
Agnus Dei (=
cordero de Dios): triple invocación compuesta por las palabras del
Bautista (cf Jn 1,29.36; Ap 5,6; 18,8), que la asamblea canta o dice
durante la fracción del pan (OGMR 56e). El texto actual se remonta al papa siríaco Sergio 1 (687-701) —según testimonia el ->  Liber Pontificalis 1, 376—, influenciado acaso por la liturgia de Santiago.
Agrypnía (=
vigilia): celebración de una vigilia nocturna que, en el rito
bizantino, precede al domingo y a la fiesta. Comprende las vísperas y el
->  orthrós.
Agua: elemento
natural de gran trascendencia tanto para la vida humana como para
expresar la salvación cristiana. Símbolo positivo (vida, nacimiento,
regeneración), negativo (muerte, purificación), que se encuentra en la
liturgia bautismal (RBN en la bendición e invocación a Dios sobre el agua 122-123; 147-148 —cuyo texto se encuentra ya en el sacramentario Gelasiano, nn. 444-448--). Se emplea también en varios ritos de ->  aspersión y de purificación.
Simboliza
la "Fuente de Vida", medio de purificación y centro de regeneración .
El agua contiene todo lo virtual, lo informal, el germen de los
gérmenes, todas las promesas de la creación y el poder de la
reabsorción.
El Señor
se sumerge en el agua para cumplir con la purificación por el agua. El
icono del Bautismo del Señor es uno de los iconos Trinitarios en que se
manifiesta el Padre, el Hijo y El Espíritu Santo. Es sumergirse en el
agua para salir nuevo, marcando una muerte simbólica, recurrir a un
inmenso depósito de potencial y extraer de allí una fuerza nueva.
En la
tradición el agua simboliza el origen de la creación . El “mem” (“M”)
hebreo simboliza el agua que es madre y matriz. Todo el Antiguo
Testamento celebra la magnificencia del agua. El agua aparece como un
signo de bendición.
El agua
es símbolo de vida espiritual. Nuestro Señor usó el simbolismo del agua
diciendo “Quien beba del agua que Yo le daré ya nunca tendrá sed, porque
el agua que Yo le daré se convertirá dentro de él en manantial de agua
que brote para la Vida Eterna ”(S. Juan 4,14).
Símbolo de vida en el Antiguo Testamento , el agua se convierte en símbolo del Espíritu en el Nuevo Testamento.
El agua
es el agua viva, el agua de la vida; purifica, cura, rejuvenece y, por
ende, introduce en lo eterno. Sólo el Agua del Bautismo lava los pecados
y no se otorga más de una vez, porque permite acceder a otro estado: El
Hombre Nuevo. El agua posee la virtud purificadora. La inmersión del
bautismo es regeneradora, opera un renacimiento, en el sentido de que es
a la vez muerte y vida.
Agua gregoriana: compuesta de agua, vino, sal y ceniza para la purificación de iglesias y altares al ser consagrados.
Áitésis (de aiteó = pido,
solicito, demando): en la liturgia bizantina, la letanía de petición en
la segunda parte de las vísperas, que termina con la palabra aithesómeta = pedimos. Se distingue de las ->  ecténias. ->  Liturgia de las Horas 1172.
Akáthistos (del akáthistos =
no sentado; por tanto, de pie): es el poema mariano más célebre de la
iglesia bizantina. Obra maestra de literatura y de teología. Las
estrofas van alternando cuadros marianos y temas cristológicos,
fundiendo a la vez el Hijo y la Madre. Está compuesto por un -> 
kontákion (himno breve) y de doce estrofas largas y doce cortas que
concluyen con el aleluya. Autor anónimo, al parecer de finales
del s. V. Se canta en parte los cuatro primeros sábados de cuaresma y
completo el quinto sábado.
Akólythos (= compañero de viaje; ->  acolitado), del que deriva akolythía (= rito, servicio litúrgico).
Alba (=
blanco): vestidura o túnica de lienzo blanco común para todos los
ministros de cualquier grado, que se ponen para las celebraciones. Si es
necesario, se ciñe con el cíngulo a la cintura (OGMR 298, 300, 301).
Alcuino (735-804):
A., con Benito de Aniane, colaboró con Carlomagno en la reforma
litúrgica del imperio franco-germánico. Trabajó en la confección de los
libros litúrgicos necesarios inspirándose en los modelos oriundos de
Roma. Durante mucho tiempo se ha creído que A. era el autor del
sacramentario ->  suplemento del Gregoriano.
Alegoría: figura
retórica con la que se comunica una realidad por medio de la cual el
receptor puede comprender otra. Es conocida la interpretación alegórica
de la biblia y de la misa. Entre las muchas definiciones que los padres
han dado de la alegoría, se puede recordar aquella de Ambrosio: "allegoria est, cum aliud geritur et aliud figuratur".
Aleluya (hallelú jah = alabad
a Yavé): fórmula hebraica de ->  aclamación que se repite en algunos
salmos como estribillo (Sal 104-106; 111-113; 115-117; 135; 146-150).
A. típica del tiempo pascual. Su uso en la liturgia varía según la
tradición y el rito. En la celebración pascual hebrea los salmos 113-118
pertenecen al llamado pequeño halle!, mientras que el salmo 135 se denomina el gran hallel.
Alitúrgicos: son aquellos días en que no se celebra la eucaristía; en la liturgia romana son el viernes y sábado santos, y en la liturgia ->  Ambrosiana, además, todos los viernes de cuaresma.
Alma redemptoris Mater:
una de las antífonas marianas que se rezan al terminar las -> 
completas. Probablemente en uso ya en el s. XI. Las otras antífonas
son: Ave, Regina caelorum; Ave, Maria; Sub tuum praesidium; Salve Regina; Inviolata; Integra; Virgo parens Christi; Regina caeli.
Altar: mesa sobre la cual se celebra la eucaristía (cf OGMR 259-270). Es
el lugar donde lo sagrado se condensa con mayor intensidad. Sobre el
altar se cumple el sacrificio. Simboliza el centro del mundo, el lugar y
el instante en que un ser se torna sagrado. En el altar se consagra el
pan y el vino, símbolo del Cuerpo y la sangre de Nuestro Señor
Jesucristo
.
Es venerado con el beso e incienso(OGMR 27, 84-85, 129, 163, 214...). Colocación en el presbiterio, ->  Arquitectura 154. Dedicación del altar->  Rituales de la dedicación de iglesias y de altares y de la bendición de un abad o una abadesa. Los
padres de la iglesia no dudaron en afirmar que Cristo fue, al mismo
tiempo, la víctima, el sacerdote y el altar de su propio sacrificio. De
ahí la expresión: "El altar es Cristo". Conviene edificar el altar sobre
los sepulcros de los mártires o colocar sus reliquias debajo de los
mismos, de tal manera que "vengan luego las víctimas triunfales al lugar
en que la víctima que se ofrece es Cristo; pero él sobre el altar, ya
que padeció por todos; ellos bajo el altar, ya que han sido redimidos
por su muerte y resurrección. El altar puede ser fijo y móvil" (OGMR 260-261).
Ambón (de anabáinein = subir):
->  béma. No confundirlo con el ->  púlpito. El ambón es un lugar
reservado para el anuncio de la palabra de Dios y el pregón pascual;
puede también tenerse desde él la homilía y la oración de los fieles (OGMR 272).
Es menos conveniente que ocupen el a. el comentarista, el cantor o el
director del canto. Conviene que sea estable. ->  Lugares de celebración.
Ambúrbium: procesión lustral pagana realizada alrededor de los muros de Roma (= urbs), que
tenía lugar el día de las Lupercalias (15 de febrero); parece que, por
contraste, se estableció la procesión de la fiesta de la Presentación
del Señor en el templo el día 2 de febrero ->  Hypapánté.
Amén (=
es verdad, así es): ->  aclamación que pasa del AT (Dt 27,15-26; 1
Crón 16,36; Neh 8,6; Sal 40,14; 71,19; 88,53; 105,48) al NT y a la
liturgia cristiana (2 Cor 1,20); significa ratificación, afirmación que
pronuncia la asamblea al concluir las oraciones.
Amidah (de la raíz amd = estar en pie): formulario de súplica cotidiana hebrea, más conocida por las dieciocho bendiciones.
Amito (de amicire = revestir):
lienzo fino, cuadrado y con una cruz en medio, que se pone antes del
alba sobre la espalda y los hombros; se ata por medio de dos cintas
alrededor del cuerpo (OGMR 81d; 298).
Anabathmói (=
subir): con este nombre se designa en el ámbito bizantino los salmos
->  graduales (= Sal 119-133) o los de subida y los brevísimos ->
troparios que se inspiran en éstos.
Anáfora (de anaphorá = llevar
sobre, ofrecer): es la parte central de la liturgia eucarística, que va
del prefacio a la doxología; sinónimo de plegaria eucarística (OGMR 54-55).
Inicialmente designaba el pan para la ofrenda. Para los sirios indicaba
el velo con el que, después de la consagración, se cubría el cáliz y la
patena. Entendiendo la palabra en el sentido de "plegaria eucarística"
en Oriente se recuerdan las a. de ->  Addai y Mari; la de san Basilio
(inicio del s. IV); la Clementina, de las ->  Constituciones Apostólicas en
el libro VIII, 5-15 (entre los siglos IV-V); la de Santiago (de
ambiente antioqueno-jerosolimitano, ss. iv-v); la de san Marcos
(ambiente egipcio, ss. v-vi). ->  Eucaristía 734.
Anakefaláiosis (=
recapitulación): en Ef 1,10. La recapitulación en Cristo significa su
señorío sobre la historia y muestra la actuación de la economía
salvífica.
Anamnesis (=
memoria, conmemoración, recuerdo): parte de la plegaria eucarística que
sigue a la narración de la institución o consagración, en la que se
conmemora los grandes acontecimientos salvíficos. La iglesia, al recibir
el encargo de Cristo, por medio de los apóstoles, realiza el memorial
del mismo Cristo recordando principalmente su bienaventurada pasión, su
gloriosa resurrección y ascensión al cielo (OGMR55e). En el rito hispano se llama illatio. Su significado bíblico de actuación del acontecimiento pascual equivale al sinónimo de ->  Memorial->  Eucaristía.
Anargyroi (=
sin plata, sin dinero): apelativo dado a los santos orientales Cosme y
Damián, en cuanto, siendo médicos, ejercían gratuitamente su profesión.
Anástasis (=
resurrección): con este nombre, Egeria define la zona oeste de la
iglesia del santo sepulcro en Jerusalén, en la que se encuentra el
sepulcro de Cristo. En aquel lugar, en la octava pascual, el obispo
tenía las ->  mistagogias dirigidas a los ->  neófitos. Por
extensión se aplicó el nombre también a otras basílicas de la
antigüedad.
Anatolikón [sticherón]: serie
de ->  estiqueros del ->  lucernario y de los ->  laudes del
domingo en el rito bizantino. Quizá de origen siropalestino, anterior al
s. vii.
Angelus Domini: oración
de carácter bíblico que reza el pueblo cristiano al ritmo litúrgico
para santificar los momentos importantes de la jornada: mañana, mediodía
y tarde, haciendo memoria del misterio pascual (cf MC 41).
Anillo: aro de metal u otra materia, que se lleva en los dedos de la mano; símbolo de alianza y de fidelidad(RM 52, 97, 119; RO, c. VII, 30; RPR, profesión perpetua de religiosas y consagración de vírgenes).
Anoixantária (=
versículos de introducción): en el rito bizantino, los estribillos
cantados con el Sal 103 con los que se inicia las vísperas.
Anthológion (= florilegio): libro litúrgico oriental que contiene elementos procedentes de otros oficios.
Antídoron (=
don sustitutivo): en la liturgia bizantina el pan bendito que se
distribuye después de la divina liturgia a los que no han recibido la
eucaristía (don por excelencia).
Antífona (de antiphón = voz
opuesta, voz contra voz): desde el s. iIv existe la salmodia
antifonada; es decir, era cantada por dos coros que alternaban los
versículos o versos. Un elemento imprescindible en este canto
alternativo o antifonal era un verso que precedía y anunciaba la melodía
del salmo. Este versículo previo se llama hoy antífona; su origen se
debe a razones de técnica musical para apoyar la entrada segura del
coro. Según el ->  Liber Pontiftcalis, el papa Celestino 1
(432) introdujo el canto antifonado en Roma. La salmodia antifonada se
distingue de la responsorial. Según san Juan Crisóstomo, "el pueblo no
conoce el salmo entero y de ahí que cante un versículo adaptado que
contenga alguna verdad sublime". Las antífonas entraron luego en la
celebración eucarística en el introito, ofertorio y comunión. Después de
la reforma del Vat. II, se ha suprimido la antífona del ofertorio. En
la liturgia de las horas las a. tienen una función esencialmente
sálmica, en cuanto "ayudan a poner de manifiesto el género literario del
salmo; lo transforman en oración personal; iluminan mejor alguna frase
digna de atención y que pudiera pasar inadvertida; proporcionan a un
determinado salmo cierta tonalidad peculiar en determinadas
circunstancias; más aún, siempre que se excluyan arbitrarias
acomodaciones contribuyen en gran medida a poner de manifiesto la
interpretación tipológica o festiva y puedan hacer agradable y variada
la recitación de los salmos (OGLH 113-120). Existen a. mayores, como las marianas ->  Alma Redemptoris Mater.
Antifonario: libro
litúrgico que contiene los cantos-antífonas para las celebraciones. Se
encuentran fragmentos de tales libros antes del papa Gregorio Magno. ->  Libros litúrgicos.
Antimensio: paño
de seda o de lino, parecido a unos ->  corporales, adornado con
imágenes de Cristo, en el que se hallan encerradas las reliquias de los
mártires; sustituye al ara.
Antipendio (colgar delante): velo o tapiz de tela preciosa que tapa los soportes y la parte delantera de algunos altares.
Antorcha: representa la luz.
Año [litúrgico]:
"La santa iglesia celebra la memoria sagrada de la obra de la salvación
realizada por Cristo, en días determinados durante el curso del año. En
cada semana, el domingo hace memoria de la resurrección del Señor, que
una vez al año, en la gran solemnidad de la pascua, es celebrada
juntamente con su pasión. Durante el curso del año despliega todo el
misterio de Cristo y conmemora los días natalicios de los santos" (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario). -> Año litúrgico.
Aperitivo Aurium: ->  effatá.
Apodéipnon
(= después de la cena): en la liturgia griega, el oficio de la tarde
correspondiente a las completas. Es el último de los siete oficios de la
jornada ->  Liturgia de las Horas.
Apódosis (= final): en la liturgia bizantina, el día de clausura de un período festivo.
Apofática [teología]:
vía negativa (ascendente) que subraya la inefabilidad de Dios y su
absoluta trascendencia. Se complementa con la ->  catafática.
Apologia sacerdotis (=justificación
del sacerdote): se trata de confesiones de la propia culpa e indignidad
del sacerdote, generalmente de una extensión considerable, que se
combinan con ruegos para conseguir la gracia y misericordia de Dios.
Aparecen en la liturgia galicana y, al mismo tiempo, en los libros
orientales. En el s. XI alcanzan gran importancia y luego desaparecen,
quedando en los libros litúrgicos algunas. En el Ordo missae reformado por el Vat. II quedan todavía algunas; por ejemplo, en la preparación de los dones: In spiritu humilitatis...; en el canon romano: Nobis quoque peccatoribus familis tuis...; antes de la comunión: Domine Iesu Christe, Fili Dei viví..., o Perceptio Corporis et Sanguinis tui, Domine lesu Christe...; después de la comunión: Quod ore sumpsimus, Domine, pura mente capiamus...
Apólysis (= reenviar): en la liturgia bizantina, la despedida de la asamblea al terminar un oficio.
Apolytíkion (=
tropario conclusivo): ->  tropario cantado al final (-> 
apólysis) de las vísperas y del ->  órthros, en las horas menores y
en la santa liturgia después de la pequeña entrada.
Apósticha (=
versículos intercalados): ->  troparios intercalados en los salmos
(por ejemplo, Sal 92 dominical) en la última parte de las vísperas.
Cantados también en el ->  órthros (matutino) en el día ferial. ->  Liturgia de las Horas.
Apóstolos: libro que contiene las pericopas de los escritos de los apóstoles que se leen en la liturgia bizantina.
Apótaksis (= separación): renuncia a Satanás. ->  Iniciación cristiana 1059. En ambiente monacal, la renuncia al mundo. ->  Profesión religiosa 1660.
Aqaptha (=
respuesta, réplica): en la liturgia siro-caldea, los dos versículos de
un salmo recitado después de la salmodia ->  marmítha que se
encuentra al inicio del ->  qurbana.
Arbol: El árbol es el símbolo de la vida en perpetua evolución, en ascensión hacia el cielo. El
árbol de la vida está plantado en el medio del Paraíso rodeado por el
río de cuatro brazos (génesis 2, 9-10). Anuncia la salvación mesiánica y
la sabiduría de Dios. (Ez. 47,12; Prov. 3,18).
El árbol
de la vida sólo concierne a aquellos que han lavado sus vestiduras
(Apocalipsis 3,7 - 22). El árbol de la vida la primera alianza anuncia
la cruz de la segunda alianza. El árbol de la vida del Génesis prefigura
el árbol - cruz.
Es
símbolo de la Virgen María, Madre de Dios; simboliza la iglesia
universal, simboliza el paraíso donde están los elegidos; simboliza la
cadena de las generaciones cuya historia resume la biblia y que culmina
con la llegada de la Virgen y del Cristo y se entronca con la cruz y la
nueva alianza.
Árbol de Jesé: Un
símbolo muy importante en iconografía es el árbol de Jesé que se lee en
Isaias (11, 1 - 3) y a inspirado muchos iconos. Es por sí sólo un haz
de símbolos.
Arca:
Símbolo de la restauración cíclica, de la morada protegida por Dios
(Noe), símbolo de la presencia de Dios, santuario de sus santos
(reliquias); símbolo de la iglesia
Arco Iris:
Es el símbolo del puente entre el cielo y la tierra. Expresa siempre y
en todo lugar unión, relación e intercambio entre ambos.
Es
símbolo de la primera alianza entre Dios y el hombre luego del diluvio
(Génesis 9, 12 - 17); símbolo de ascensión; de culminación, y de
principio de la segunda alianza.
Arcano [disciplina
del]: la ley que, en los primeros siglos de la iglesia, prohibía a los
cristianos hablar abiertamente de los sagrados ritos delante de los
catecúmenos y no creyentes. Se encuentra también en otras religiones
mistéricas.
Artoklásia (de árton = pan y klasis = partido):
en el rito bizantino indica la "fracción de los panes". Es la ceremonia
que se realiza al terminar el oficio de vísperas cuando le sigue una
vigilia (->  agrypnía, ->  pannychís). Consiste en una bendición
de cinco panes y de una cantidad de grano, vino y aceite. El pan y vino
se distribuyen durante el ->  orthrós, cuando se venera el evangelio y
el icono. ->  Liturgia de las Horas1172.
Artophórion (de árton = pan y féró = llevar): en la liturgia bizantina, el tabernáculo que custodia la eucaristía, que algunas veces puede tener la forma de paloma.
Asamblea: reunión
del pueblo de Dios para orar y celebrar la historia de la salvación. Es
signo sacramental de Cristo y epifanía de la iglesia. Se articula según
los diversos ministerios.
Asmatikós (=
cantado): el oficio cantado de la liturgia de Constantinopla (=
asmatikós akolythía), en oposición al oficio monástico; desapareció
progresivamente a partir de los ss. xiii-xv.
Aspersión (de aspergere = rociar):
acto de derramar el agua bendita sobre los fieles u objetos para
bendecirlos o purificarlos. Se puede realizar al inicio de la eucaristía
dominical en lugar del acto penitencial (cf MR, apéndice 1, 1-6). El instrumento con que se rocía es el hisopo (cf
Sal 50,9: "rocíame con el hisopo"). "Asperges" es la palabra con que
empieza la antífona cuando el sacerdote rocía a la asamblea.
Asterisco: en
el ambiente latino, es un signo ortográfico, indicador de la pausa que
se hace en medio de un versículo. Lo estableció Urbano VIII (1623-1644).
En el rito bizantino es un aparato con cuatro pies, formado por dos
semicírculos entrecruzados y unidos formando una especie de estrella,
impidiendo que el velo que cubre el pan roce con el mismo.
Audientes o auditores (=
oyentes): catecúmenos, inscritos en el registro de la iglesia para ser
admitidos a los ritos de la iniciación, que alargaban el tiempo de
recibir el bautismo, incluso algunos hasta la hora de la muerte. Se les
admitía a escuchar las lecturas y la explicación de la palabra de Dios y
luego eran despedidos de la asamblea antes del credo de la misa.
Authentica [hebdomada]: así se llama en la liturgia ->  Ambrosiana a la semana santa.
Ave Regina Caelorum: ->  Alma Redemptoris Mater.
Ayuno: abstenerse
parcial o totalmente de alimentos por motivos penitenciales o
disciplinares. Hoy sólo existen dos días al año: miércoles de ceniza y
el viernes santo. En estos días sólo se permite una comida completa.
Obliga a todos los fieles que no han cumplido los sesenta años (cf CDC 1252).
El ayuno eucarístico consiste en abstenerse por el espacio de una hora
de cualquier comida o bebida, excepto el agua y medicinas (CDC 919).
Ázimo [pan]:
pan confeccionado sin levadura. El p. para la celebración eucarística
debe ser de trigo, según la tradición de toda la iglesia; ázimo, según
la tradición de la iglesia latina (OGMR 282; CDC 924,2; 926).

Báculo: insignia litúrgica de los obispos y abades; símbolo del cuidado y solicitud pastoral encomendados por la iglesia (RO, c. VIII, 32; Rituales de la dedicación de iglesias y de altares y de la bendición de un abad o una abadesa).
Su forma
de semicírculo significa el poder celeste abierto sobre la tierra.
Símbolo de la fe. Emblema de jurisdicción pastoral del obispo o abad,
símbolo de una autoridad de origen celeste.
Bandera
- estandarte: Símbolo de protección, concedida o imploradas. El
portador de un estandarte lo eleva sobre su cabeza, lanza un llamamiento
hacia el cielo, crea un vínculo entre lo alto y lo bajo; lo celestial y
lo terrenal. "Dios es mi bandera" (Ex. 17,15), lo que simboliza Dios es
mi salvaguarda.
Bastón
- palo -: Simboliza el tutor, el maestro, el sostén, la autoridad
legítima, la defensa y la guía. Símbolo del pastor, del peregrino y del
señor.
Baldaquín: pabellón
de planta cuadrangular que cubre todo el altar en las antiguas
basílicas. Posteriormente es un dosel o palio de forma ovalada o
cuadrada que cuelga sobre el altar.
Baptisterio->  Lugares de celebración.
Basílica:
iglesia caracterizada por su antigüedad, extensión, magnificencia o que
goza de ciertos privilegios. En Roma hay b. mayores y menores. ->  Lugares de celebración.
Bathe: en la liturgia siro-caldea, las estrofas de un himno.
Bautismo: baño
de agua en la palabra de vida que hace a los hombres partícipes de la
naturaleza divina e hijos de Dios. Conmemora y actualiza el misterio
pascual haciendo pasar a los hombres de la muerte del pecado a la vida.
Es el primer sacramento de la iniciación cristiana. Ilumina por la
gracia del Espíritu Santo a los hombres para que respondan al evangelio y
los incorpora a la iglesia. El rito de ablución con agua puede hacerse
con inmersión o por infusión, invocando a la santísima Trinidad. ->  Bautismo->  Iniciación cristiana.
Bêma (=
paso): en la basílica cristiana, el banco colocado a lo largo del
ábside a los dos lados de la -> cátedra episcopal. Con la misma
palabra en la iglesia bizantina se entiende el mismo ->  presbiterio
al que se entra por la puerta del ->  iconostasio.
Bendicional: libro que contiene las bendiciones con las que la iglesia alaba la bondad divina y suplica el auxilio celestial.
Benedictus: es
el ->  incipit del cántico de Zacarías (Lc 1,68-79), que se recita
en laudes matutinos. Cuando los laudes preceden inmediatamente a la
misa, el B. se recita o canta después de la comunión (cfOGLH 94).
Berakah (=
bendición): "En el sentido específico rabínico designa cualquier
párrafo oracional que inicie y/o termine con la fórmula eucológica: Benedictus tu Dominus" (C. Giraudo). Puede designar también una fórmula de bendición general. ->  Bendición->  Eucaristía.
Bergomense [sacramentarlo]:
se trata de un misal plenario del s. IX, transcrito últimamente por A.
Paredi en 1962. La edición precedente fue realizada por Cagin (Solesmes
1900). Pertenece a las fuentes de la liturgia l Ambrosiana.
Binación: concesión de celebrar en un mismo día dos eucaristías (cf CDC 905,2).
Birkat Ha-Mazon (= bendición sobre los alimentos): "formulario hebreo de bendición después del alimento"(C. Giraudo). ->  Eucaristía 733.
Bizantino: rito de la rama siro-antioquena. ->  Orientales, Liturgias, 1527-1536.
Bolsa [de
corporales]: pieza de dos hojas de cartón, cuadradas y revestidas de
seda o lino según el color litúrgico, entre las cuales se guarda plegado
el -> corporal.
Brandea: reliquias que consistían en algún objeto pasado por la tumba de algún martir.
Breviario:
(= resumen, extracto): libro litúrgico del oficio de las horas que
compendia para la recitación privada los libros necesarios para la
recitación en coro. La orden franciscana en el s. XIII lo aceptó y lo
difundió. ->  Libros litúrgicos.
Buxida: cofrecitos destinados a la reserva eucarística. Se propagaron a partir del s. XII.
Byrrus: vestidura civil romana (también llamada paenula) usada en las celebraciones litúrgicas antes del uso de las vestiduras sagradas.

Caeremoniale Episcoporum: ->  Libros litúrgicos.
Cadena:
Símbolo de lazos y relaciones. Según San Dionisio la cadena de la
oración (rosario - cadena de nudos o cuentas) es la unión de la cadena
de oro infinitamente luminosa que está presente arriba y abajo; une y
liga el cielo y la tierra. 
Calavera:
aparece en la iconografía como símbolo de muerte, de la redención y de
la resurrección. Aparece en las profecías del Antiguo Testamento con
respecto a la resurrección y aparece también en el vestido de los monjes
ermitaños como símbolo de la muerte para el mundo y su dedicación a
Dios.
Calendario (de kalendae = primer
día del mes): tabla de los meses, semanas y días que forman un año.
Para los cristianos comprende las fiestas de los misterios del Señor, de
la Virgen María y los días natalicios de los mártires y de los santos.
El más antiguo c. cristiano es el del papa Milcíades (+ 314), perdido
y conservado en parte en el cronógrafo filocaliano. El c. juliano lo
estableció Julio César para el imperio romano, en uso del 45. a.
C. Lo conservan los cismáticos griegos y las naciones musulmanas para
los cálculos astronómicos y usos agrícolas. El c. gregoriano (del papa
Gregorio XIII) se usa en todas las naciones cristianas desde el año
1582, en que pasó del día 4 al 15 de octubre. ->  Calendario litúrgico; ->  Tiempo; ->  Santos, culto de los.
Cáliz - copa: Cumple la Ley porque se «eleva» (Salmo 116) y es símbolo de acción de gracias. 
Contiene la sangre y el principio de vida; es sacrificio y unión; es revelación y salvación. Es
la copa Eucarística que contiene el Cuerpo y la sangre de Nuestro Señor
Jesucristo; el símbolo de la comunión (común - unión) de los cristianos
dejado por Jesús a sus discípulos.
Candelabro: Es símbolo de la luz espiritual, de simiente de vida y salvación. Símbolo
del candelabro de los siete brazos que el Señor manda a realizar para
el templo (Ex. 25, 31 - 33; 37 -40). "Son los ojos de Yahaveh que
recorren toda la tierra" dice el Ángel a Zacarias (Zac. 4, 1 -6).
Símbolo de la Divinidad y de la luz que brinda a los hombres.
En el Apocalipsis hay siete candelabros, que simbolizan las siete iglesias.
Candelaria: nombre popular de la fiesta de la Purificación de la Virgen María (2 de
febrero), debido a la unión de la procesión con las velas o candelas,
introducida en Roma por el papa sirio Sergio (687-701). La reforma
litúrgica ha restituido la denominación de la Presentación del Señor por
ser fiesta cristológica y no exclusivamente mariana. Debe ser
considerada como memoria conjunta del Hijo y de la Madre, celebración de
un misterio de la salvación realizado por Cristo, al cual la Virgen
estuvo íntimamente unida (MC 7). El simbolismo de las velas alude
al anuncio de Simeón, que presenta a Cristo como Luz de las naciones.
Los orientales llaman a esta fiesta ->  hypapánté, o sea, encuentro.
Canon actionis: ->  Actio.
Canon: (de kánon = regla, norma fija): en la liturgia romana es la plegaria eucarística (la primera del MR),que
se inicia con el prefacio y termina con la doxología trinitaria. Indica
también los libros inspirados de la biblia (libros canónicos). El C. es
el libro que usaban los obispos desde el inicio de la plegaria
eucarística hasta después de la comunión. Composición de contrapunto en
que sucesivamente van entrando las voces, repitiendo o imitando cada una
el canto de la que le antecede. En el rito bizantino, composición
poética subdividida en nueve odas, cada una con tres o cuatro -> 
troparios (la segunda oda se recita sólo en cuaresma desde el s. XI). El
C. bizantino tiene como fuente la biblia: 1) primera oda: Cántico de
Moisés (Ex 15,1-20); 2) Cántico de Moisés (Dt 32,1-44); 3) Cántico de Ana (1 Re 2,1-I1); 4) Cántico de Habacuc (Heb 3); 5) Cántico de Isaías (Is 26,9-21); 6) Cántico de Jonás (Jon 2,3-11); 7) Cántico de los tres jóvenes (Dan 3,26-57); 8) Himno de acción de gracias de los tres jóvenes (Dan 3,57-88); 9) Cántico de María y de Zacarías (Lc 1,46-55 y 67-79).
Cánticos:
composición poética bíblica con algunas características propias de los
salmos, pero no pertenecientes al salterio. En la Liturgia de las Horas,
además de los tres cánticos evangélicos, se encuentran cincuenta y
cinco: cuarenta y cuatro del AT y once del NT (cf OGLH 136-138).
Cántharus (de kántharos): fuente que servía para las abluciones simbólicas colocada en el centro del atrio de las antiguas basílicas paleocristianas.
Capitularios:
listas especiales de perícopas bíblicas escogidas para el uso de la
liturgia, indicadas por las primeras y últimas palabras. Usados antes de
los ->  leccionarios.
Capítula (de capitulum = sumario, estracto): lectura bíblica que sigue a la salmodia. Hoy en la Liturgia de las Horas se llama lectura breve (cf OGLH 45, 156-158).
Caput ieiunii: así se definía el día inicial del ayuno cuaresmal, el miércoles de ceniza.
Cara cognatio: uso pagano de recordar el día 22 de
febrero a los familiares difuntos, realizado incluso por los primeros
cristianos de Roma. Antes del ->  calendario juliano, dicha fecha
coincidía con el fin de año.
Casulla: vestidura sacerdotal que se pone sobre las demás vestiduras para la celebración eucarística (cfOGMR 81, 298; en la concelebración, 161).
Catafática [teología]: visión teológica positiva (= descendente). Dios sale de su trascendencia para revelarse a los hombres.
Catecumenado: instituido
por la iglesia para que los candidatos al bautismo, en un tiempo
prolongado, reciban la instrucción necesaria y se ejerciten en vivir una
vida evangélica. Todo esto se obtiene por medio de cuatro caminos: 1)
mediante una catequesis apropiada y graduada; 2) la práctica de una vida cristiana ayudados por los padrinos y fieles de la comunidad; 3) la
celebración de ciertos ritos litúrgicos que les ayuden paulatinamente a
purificarse y a ser sostenidos con la bendición divina; y 4) la
cooperación activa para la avangelización y edificación de la iglesia
con el testimonio de su vida y con la profesión de la fe (cfRICA, Observaciones previas 19).
Cátedra-catedral: la cátedra (de kathédra =
sede) es la sede reservada al obispo cuando preside la asamblea
litúrgica. Generalmente está en el centro del semicírculo absidal de la
iglesia titular del obispo diocesano; por esta razón se llama iglesia
catedral: la madre de todas las iglesias de la diócesis. ->  Lugares de celebración.
Catismas: las veinticuatro secciones en que se divide el salterio bizantino.
Caverna - gruta: Simboliza el lugar subterráneo, representa al mundo. Nuestro
Señor nace y es enterrado en una gruta, es el principio y el fin.
Desciende al Hades, la profundidad de los infiernos antes de elevarse al
cielo
Cayado: ver Bastón.
Celebración: actuación
ritual de la fe, de la fe-expresada-en-rito; es, por tanto, la acción
por excelencia que la iglesia realiza hasta la parusía, en el anuncio y
actuación del misterio, y que incorpora al hombre de todo tiempo al plan
salvífico.
Ceniza [imposición
de la]: gesto expresivo del inicio cuaresmal, camino de la pascua. Es
signo de participación en la cruz de Cristo, para luego participar con
el corazón limpio en la celebración del misterio pascual (cf MR, Bendición e imposición de la ceniza en el miércoles de ceniza).
Ceremoniero: el que prepara adecuadamente las acciones sagradas y procura que los ministros celebren con decoro, orden y piedad (cf OGMR 69).
Cesta - canasta: Símbolo de los trabajos domésticos. 
Hecha de
mimbre posee el carácter sagrado de protección, acompaña los nacimientos
milagrosos. Moisés es encontrado en una canasta de mimbre. 
En
algunos santos se encuentra una canasta como sombrero, se la une al don
de la palabra humilde que surge de la oración y la soledad en la fe y
en los trabajos de la casa o del campo (San Espiridón)
Cherúbikon: himno bizantino cantado durante la gran entrada o procesión de las ofrendas.
Chirothécae (= guantes): guantes usados por los obispos. Hoy son facultativos y siempre de color blanco.
Chirothesia (=
imposición de manos): en el ambiente bizantino es la imposición de
manos unida a la colación de una dignidad eclesiástica, excluido el
sacramento del orden.
Chirotonia (= extensión de la mano): la imposición de la mano para la consagración sacerdotal. -> Sacerdocio.
Ciclo (de kyklos = giratorio): período de tiempo que se vuelve a contar de nuevo. En el ->  Año litúrgico, sucompleto desarrollo; en la ->  Liturgia de las Horas, las
veinticuatro horas del día; existe también un ciclo para los ->
leccionarios (A, B, C para los domingos y solemnidades, y para los días
feriales el c. par e imparpara la primera lectura).
Cíngulo (de cingere = ceñir):
cordón o cinta de seda o de lino que sirve para ceñirse al sacerdote el
alba cuando se reviste. El c. en forma de cordón se introduce a partir
del s. XV (cf OGMR 298).
Cirio: Simboliza la luz y la iluminación.
Es un
objeto ritual, las iglesias se iluminan con velas. El cristiano ofrece
velas a los iconos símbolo de oración, de sacrificio, amor y presencia.
También es símbolo de santidad y de vida contemplativa
.
Cirio pascual: -> Elementos naturales->  Procesiones 1643. En la vigilia pascual el c.p. es signo de la luz de Cristo (lumen Christi) resucitado, que disipa las tinieblas e ilumina la tierra (MR, vigilia pascual 12, 14). El c.p. además de en el tiempo pascual se emplea en el rito del bautismo (RBN 131) y de las exequias (RE78).
Clementina [versión
de la biblia]: después de la llamada versión de Sixto V (sixtina),
editada en 1590. Clemente VIII (1592-1605) dio en 1592 una nueva
versión, conservando en la primera página el nombre de Sixto V. Sólo en
1604, en una nueva edición realizada en Lión, al nombre de Sixto V se
añadió el de Clemente VIII. La vulgate sixto-clementina ha estado en uso
hasta en nuestro siglo.
Clementina [liturgia]: ->  Constituciones Apostólicas.
Colecta (de colligere = recoger, reunir): primera oración presidencial en el rito de entrada de la eucaristía. Se remonta al papa León Magno (440-461). La
historia de esta fórmula eucológica es compleja. Parece que está
compuesta por dos partes: primero, el sacerdote invita a orar a los
fieles con el oremus, y éstos oran en silencio para hacerse
conscientes de estar en la presencia de Dios y formular interiormente
sus súplicas; luego, recogiendo las oraciones de la asamblea (= colligere orationem), el sacerdote se dirige a Dios Padre por Cristo en el Espíritu Santo con palabras que expresan la índole de la celebración (OGMR32). ->  Eucaristía; ->  Eucologio.
Colores litúrgicos: "La
diversidad de colores en las vestiduras sagradas tiene como fin
expresar con más eficacia, aun externamente, tanto las características
de los misterios de la fe que se celebran como el sentido progresivo de
la vida cristiana a lo largo del año litúrgico"; los colores son blanco,
rojo, verde, morado o negro, rosa (el azul en España para la fiesta de
la Inmaculada) (cf OGMR 307-310).
Columna: Simboliza el soporte, la solidez. Soporte del templo, indican límites y flanquean puertas.
Sostienen
lo alto; conectan lo alto y lo bajo. Los ermitaños estilitas vivían en
columnas para acercarse a Dios. Las columnas están presentes en el
templo de Salomón y en el Apocalipsis “Al vencedor, lo haré columna en
el Templo de Dios” (Ap.3,12). Las columnas simbolizan la Presencia de
Dios”.
Comentarista: "El que hace las explicaciones y da avisos a los fieles para introducirlos en la celebración y disponerlos a entenderla mejor".
Sus intervenciones deben ser claras, sobrias y preparadas con esmero.
"En cumplimiento de su oficio ocupa un lugar adecuado ante los fieles,
que, a ser posible, no conviene que sea el ambón" (OGMR 68a).
Comes (= compañero, vademécum): después de los ->  capitularios, se escribe el texto íntegro de la biblia para las lecturas; el Comes o Liher Comitis recoge las perícopas de las epístolas, e incluso quizá de los evangelios para la misa.
Commendatio animae (=
recomendación del alma): es, por decirlo en el sentido griego, el
último saludo o recomendación que la iglesia hace en favor del
moribundo, encomendándolo a Dios. La iglesia, que ha estado presente
junto al enfermo, ahora en el momento de la muerte le ayuda a hacer su
tránsito a la vida eterna en unión con Cristo, y lo recomienda a la
iglesia celeste por medio de la oración (RUE 82-85; 234-247).
Commixtio (=
mezcla): la acción de introducir en el cáliz, que contiene el vino
consagrado, un fragmento de la forma consagrada. Este rito antiquísimo
tiene sus raíces en el del ->  "fermentum", como signo de comunión
con el obispo.
Communicatio in sacris (=
comunicación en las cosas sagradas): en ambiente ecuménico "existe
comunicación en las cosas sagradas cuando alguien participa en cualquier
culto litúrgico o también en los sacramentos de cualquier iglesia o
comunidad eclesial" (Directorium Oecumenicum 1,30; UR = Unitatis redimegratio 8). ->  Ecumenismo.
Competentes (de cum-petere = coincidir,
caminar juntos): los que, superada la primera etapa del catecumenado,
piden a la iglesia su ingreso en el catecumenado cuaresmal (segunda
etapa) para prepararse a recibir los sacramentos de la iniciación
cristiana en la solemnidad de la vigilia pascual. En Roma eran llamados
->  elegidos.
Completas (= conclusión): la última oración del día que se hace antes del descanso nocturno, destinada a santificar la noche (OGLH 84).
Comunión [dos
veces en un mismo día]: "Quien ya ha recibido la santísima eucaristía
puede de nuevo recibirla el mismo día solamente dentro de la celebración
eucarística en la que participa" (CDC 917). ->  Liturgia en el nuevo CDC.
Concelebración [eucarística]:
modo excelente de celebración; es un acto colegial en que todos los
ministros confluyen en el único acto sacrificial que construye la
comunidad cristiana y manifiesta la unidad del sacerdocio, del
sacrificio y de todo el pueblo de Dios (cf OGMR 153).
Concurrencia: se
da c. "cuando en el mismo día hubieran de celebrarse las vísperas del
oficio en curso y las primeras vísperas del día siguiente, prevalecen
las vísperas de la celebración que en la tabla de los días litúrgicos
ocupe lugar preferente; en caso de igualdad, se prefieren las vísperas
del día en curso"(Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 61).
Conditorium (=
sepulcro): en el lenguaje litúrgico equivale a la piscina: lugar
destinado a recoger el agua de las purificaciones o los residuos de los
objetos sagrados destruidos o incinerados.
Confesión:
en el sentido primario, es la proclamación de la fe (símbolo o
profesión de fe); proclamación pública de la alabanza divina; en sentido
penitencial, significa confesar las culpas en el sacramento de la
penitencia (cf RP 6b) y lugar en el que un mártir sufrió el martirio o donde está sepultado.
Confirmación: el
bautizado avanza por el camino de la iniciación cristiana por medio del
sacramento de la c., por el que recibe la efusión del Espíritu Santo.
"Por esta donación del Espíritu Santo los fieles se configuran más
perfectamente con Cristo y se fortalecen con su poder, para dar
testimonio de Cristo y edificar su cuerpo en la fe y la caridad. El
carácter o el signo del Señor queda impreso de tal modo, que el
sacramento de la c. no puede repetirse" (RC 2,1).
Confractorium: en la misa ambrosiana es la antífona que acompaña la fracción del pan ("canto al partir el pan").
Conmemoración: recuerdo
litúrgico de un oficio concurrente en el día, pero impedido por otro
más importante. En laudes y vísperas se conmemora añadiendo a la oración
conclusiva una antífona (propia o del común) y la oración del santo
(cf OGLH 239b).
Conopeo (de chonopéion = tienda):
velo, ahora facultativo, que cubría el sagrario que custodiaba el
Santísimo, como signo de la presencia del Señor en el sacramento (cf
instr. Eucharisticum mysterium 57; RCCE 11).
Consignatio (= signar): el signo de la cruz hecha sobre la frente del confirmando, que hasta el s. v era distinta de la unción (crismación).
Consignatorium: capilla
junto al bautisterio, en donde los neófitos eran confirmados por el
obispo antes de ser conducidos en procesión a la iglesia para participar
en la eucaristía. ->  Lugares de celebración.
Constituciones apostólicas: se
trata de una compilación canónica en ocho libros atribuidos a Clemente
Romano (f 96), pero en realidad redactada entre los ss. iv-v, sobre un
material preexistente (Didajé, Didascalia siríaca, Tradición apostólica); en el libro VII contiene una anáfora basándose sobre el texto de laDidajé, yen el libro VIII (5-12) se describe la liturgia antioquena (llamada liturgia ->  clementina).
Contestatio: parte de la ->  anáfora galicana correspondiente al prefacio romano.
Contrición: primera de las cuatro condiciones del sacramento de la penitencia (además de la confesión, satisfacción y absolución); es
el primer acto del penitente, que consiste en el "dolor del alma y un
detestar el pecado con propósito de no pecar en adelante, es la -> 
metánoia, es decir, aquel íntimo cambio de todo el hombre impulsado por
la santidad y el amor de Dios, manifestado en Cristo" (RP 6a).
Cordero: Símbolo de simplicidad, inocencia, obediencia, pureza, dulzura. Es considerado el animal de sacrificio por excelencia.
Es la imagen de Nuestro Señor Jesucristo, inmolado en sacrificio por todos nosotros. La
crucifixión evoca el sacrificio pascual del cordero y a la vez la
sangre del cordero tiene un papel salvador rememora la salvación de los
judíos en Egipto. 
El cordero está sobre la montaña de Sión en el Génesis y en Apocalipsis en el centro de la Jerusalén celeste.
En
la liturgia bizantina es la parte principal de uno de los cinco panes
de la ofrenda (->  prospherá), que representa al Cordero de Dios.
Esta parte del pan, de forma cuadrada o rectangular, lleva impreso las
IC (= Jesús), XC (= Cristo), NI y KA (= vence); el primero (IC) se
introduce en el cáliz en el momento de la fracción, mientras que los otros tres son utilizados para la comunión del sacerdote y de los ministros.
Coro:
parte de la iglesia reservada al clero (-> presbiterio), con
frecuencia enriquecida por la sillería adornada artísticamente. En la
celebración comunitaria del oficio divino "la obligación del coro mira a
la comunidad, no al lugar de la celebración, que no es necesariamente
la iglesia" (OGLH 262).
Coronación [de
una imagen]: costumbre de poner una corona preciosa sobre la cabeza de
una estatua o imagen de la Virgen María. Actualmente se realiza por
medio de un rito completamente renovado (25-3-1981), en el que se
subraya el misterio de Cristo, dando así a la piedad mariana una mayor
consistencia teológica. ->  Virgen María.
Corporal:
sagrado lienzo que se extiende en el altar sobre el mantel para poner
sobre él la ->  patena y el cáliz en la celebración eucarística (cf OGMR 49, 80c, 100, 102-103, 260).
Corpus domini (= cuerpo del Señor): fiesta que se introduce en Occidente a causa de la devoción a la sagrada forma como res/Puesta
a los errores de Berengario de Tourí, que negaba la presencia real del
Señor; se celebró por primera vez en el año 1246 en Lieja por el obispo
Roberto de Thourotte. El papa Urbano IV en 1264 la extendió a toda la
iglesia. Después del concilio Vat. II se denomina solemnidad del
Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
Costumbre [litúrgica]: ->  Derecho litúrgico 555, N B.
Credencia: mesita
ubicada en el presbiterio sobre la cual se coloca lo necesario para la
celebración, como el cáliz, corporales, vinajeras, etc. (cf OGMR 80c, 133, 212); también en ella se realiza la purificación de los vasos sagrados después de la comunión (OGMR 120, 138, 204, 206, 229, 238).
Cremación (=
acción de quemar): reducir a ceniza un cadáver. A los que han escogido
la cremación de su cadáver puede concedérseles el rito de las exequias
cristianas, "a no ser que (la cremación) haya sido elegida por razones
contrarias a la doctrina cristiana" (CDC 1 176,3).
Crisma (de ->  chrismón): mezcla
de aceite de oliva y bálsamo consagrado por el obispo en la misa
crisma! junto con el óleo de los enfermos y de los catecúmenos. -> Elementos naturales.
Crismación: rito de unción con el crisma realizada sobre el neobautizado, confirmando, sacerdote y obispo.
Crismeras: vasos o pequeñas ánforas destinadas a conservar los santos óleos: crisma, enfermos y catecúmenos.
Crismón: medalla sobre la cual está inscrito el monograma de Cristo P y el binomio apocalíptico A y Omega.
Cronógrafo [filocaliano]:
de Furio Dionisio Filocalo, famoso calígrafo, amigo del papa Dámaso,
autor en 350 de un calendario para el cristiano Valentín. Además de
otras indicaciones de fechas civiles en la segunda parte, contiene
elementos cristianos, como el aniversario de los papas (depositio episcoporum) y de los mártires, partiendo del nacimiento de Cristo (25 de diciembre) hasta el día 13 de diciembre. -> Santos, Culto a los.

Cruz: antiguo suplicio en el que fue suspendido y murió Cristo, simboliza la pasión y la resurrección, el camino para la redención.
Las
cuatro ramas simbolizan los cuatro elementos y los cuatro puntos
cardinales del mundo, a la humanidad en su conjunto atraída hacia
Cristo. “El pie clavado en la tierra” significa la fe puesta sobre
profundos fundamentos, la parte superior indica la Esperanza subiendo al
cielo, los dos brazos son la Caridad que se extiende hacia los
enemigos.
Muchas iglesias se han construido en forma de cruz y a su vez la cruz sirve como muestra de jerarquía eclesiástica.
La
iconografía la utiliza tanto para expresar el suplicio como su
presencia. En la mano de los personajes es símbolo de cristianización
(presencia del Cristo) y de martirio (el suplicio por Cristo). 
Es símbolo permanente para los cristianos que se reconocen por ella.
Desde
el principio del cristianismo fue objeto de veneración y se convirtió
en signo de victoria cuando, después de Constantino, fue representada
gamada. Las primeras representaciones del crucifijo se remontan al s. v;
en Occidente es representado vestido, más o menos hasta el s. x. Existe
la cruz procesional, la del altar, la del pectoral usada por el papa,
cardenales, obispos y abades. El viernes santo la iglesia adora
solemnemente la santa cruz.
Cuarenta horas: costumbre
piadosa nacida en Milán en la iglesia del Santo Sepulcro en 1547. Su
gran propagador fue san Antonio María Zacarías. El papa Clemente VIII
las autorizó en Roma, y el papa Urbano VIII las aprobó universalmente.
Consiste en un acto de adoración al Santísimo Sacramento por espacio decuarenta horas (aunque no sean consecutivas). Actualmente se regula por las normas del RCCE 94-96.
Cuaresma: tiempo litúrgico "ordenado
a preparar la celebración de la pascua: la liturgia cuaresmal prepara
para la celebración del misterio pascual tanto a los catecúmenos,
haciéndolos pasar por los diversos grados de la iniciación cristiana,
como a los fieles, que recuerdan el bautismo hacen penitencia" (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 27).
Cuartodecimano: nombre
dado a los cristianos de Oriente que en el s. II celebraban la pascua
el día 14 de nisán (marzo), mientras que en Occidente se celebraba el
domingo siguiente a la luna llena de primavera. Por esta diferencia se
entabló la discusión sobre la celebración de la pascua. La disputa se
acentuó en tiempos del papa Victorio 1 (189-199). La intervención de
Ireneo de Lión (202) evitó el cisma. En este ambiente se inserta la homilía pascual del llamado Anónimo cuartodecimano.
Cuatro témporas: tres
días de particular oración, ayuno y limosna (miércoles, viernes y
sábado), que la iglesia ordenaba al inicio de las cuatro estaciones. Se
trata de una costumbre antiquísima y vinculada al mundo agrícola.
Después de la reforma del Vat. II, la iglesia, en estos días de
témporas, ora a Dios por las diversas necesidades de los hombres,
principalmente por los frutos de la tierra y el trabajo humano, y da
gracias a Dios públicamente (cf Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 45-47).
Cursus (=
movimiento): es la sucesión armoniosa de palabras y de sílabas usadas
por los prosistas griegos y latinos al final de las frases y de los
miembros de frase para obtener diversas cadencias de efecto agradable al
oyente. Se distingue un c. planus, tardus y velox. Se encuentran
ejemplos bellísimos en las oraciones latinas de la misa. Indicaba
también antiguamente el oficio divino, el conjunto de las diversas horas
que se recitaban en el curso de un día.
Cusapa: en el rito siro-caldeo, la plegaria penitencial que recita en secreto el celebrante estando generalmente de rodillas.

Dalmática: una
túnica blanca, adornada con mangas anchas y cortas, usada para el paseo
en la antigua Roma. Es la vestidura propia del diácono (OGMR 81b, 300; OGLH 255).
Déesis (=
intercesión): icono típico en el centro del ->  iconostasio clásico,
representando a Cristo ->  Pantocrátor (= que todo contiene o
domina), y a su derecha la Madre de Dios y a la izquierda el Bautista en
actitud de súplica.
Delegación [diocesana de liturgia]: ->  Organismos litúrgicos.
Depositio: ->  Dies natalis.
Deprecatio Gelasii: oración litánica introducida por el papa Gelasio (492-496), sustituyendo la oración de los fieles. A cada petición se responde: Kyrie, eleison; Christe, eleison. El
papa Gregorio Magno (590-604) suprimió las intenciones o peticiones,
dejando las respuestas o aclamaciones de la asamblea en el rito de
entrada de la eucaristía.
Despedida [rito
de]: parte conclusiva de la celebración, con la que se disuelve la
asamblea para que cada uno vuelva a sus quehaceres alabando y
bendiciendo al Señor (cf OGMR 57).
Devotio (de devovere =
dedicar, consagrar): expresa el sentimiento profundo de quien se ha
consagrado a Dios, respondiendo así a su iniciativa amorosa; no se trata
tanto de una piedad, sino de una actitud del bautizado al "que es
porción de Dios", del religioso que profundiza este aspecto en su vida y
del consagrado por la ordenación.
Día [litúrgico]:
"Comienza a medianoche y se extiende hasta la medianoche siguiente.
Pero la 'celebración del domingo y las solemnidades comienzan ya en la
tarde del día precedente". "Cada día es santificado por las
celebraciones litúrgicas del pueblo de Dios, principalmente por el
sacrificio eucarístico y por el oficio divino" (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 3).
Diaconisas: así
eran llamadas las mujeres, vírgenes o viudas, que en la iglesia antigua
prestaban algunos servicios, incluso litúrgicos, en la comunidad.
Además de la asistencia caritativa, se les reservaba la administración
del bautismo a las mujeres y la unción de las mismas. Por ser una
institución particular, su ordenación nunca tuvo valor sacramental.
Diácono:
"Entre los ministerios, ocupa el primer lugar el diácono, uno de los
grados del orden que ya desde los comienzos de la iglesia fue tenido en
gran honor. En la misa, el d. tiene su cometido propio en la
proclamación del evangelio y, a veces, en la predicación de la palabra
de Dios; en preceder a los fieles en la oración universal; en ayudar al
sacerdote, en distribuir a los fieles la eucaristía, sobre todo bajo la
especie de vino, y en las moniciones sobre posturas y gestos de toda la
asamblea" (OGMR 61). -> Diaconado.
Diakonikón: en
las iglesias orientales, el altar secundario de la derecha, junto al
muro del ábside. Sobre él se colocan los ornamentos litúrgicos para los
celebrantes.
Didajé:
libro que recoge instrucciones morales, litúrgicas y disciplinares con
una conclusión apocalíptica. Data de la segunda mitad del primer siglo,
proveniente de la experiencia eclesial palestina. Son importantes para
la liturgia los cc. 7 (bautismo), 9-10 y 14 (eucaristía).
Dies natalis: para
los romanos era el día del nacimiento. Para los cristianos es el día de
la muerte, por ser el día del nacimiento para el cielo, el paso a la
verdadera vida. En el aniversario del d. n. se celebra ladepositio (fecha de la muerte) de los mártires, de los obispos, etcétera.
Difuntos [conmemoración
de todos los fieles difuntos]: la conmemoración del día 2 de noviembre
se remonta a san Odilón, abad de Cluny del 994 al 1048. El papa
Benedicto XV en 1915 concede a los sacerdotes poder celebrar en este día
tres misas. Cuando este día cae en domingo, éste deja su lugar a la
liturgia de los fieles difuntos (cf Tabla de los días litúrgicos).
Dikirotrikíra: en
la liturgia bizantina, los pequeños candeleros que tienen incrustrados
dos o tres velas. El obispo lo usa para bendecir, pues representan las
dos naturalezas de Cristo y la Trinidad.
Dimissio catechumenorum: despedida de los catecúmenos al terminar las lecturas de la palabra de Dios. De ahí la expresión missa.
Diócesis: "Una
porción del pueblo de Dios cuyo cuidado pastoral se encomienda al
obispo con la colaboración del presbiterio, de manera que, unida a su
pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el evangelio y
la eucaristía, constituya una iglesia particular, en la cual
verdaderamente está presente y actúa la iglesia de Cristo una, santa,
católica y apostólica" (CDC 369).
Diódion: ->  canon.
Dípticos (=
dos pliegues): dos pequeñas tablillas, en forma de libro, de madera o
de marfil, en las que se anotaba una lista de nombres pertenecientes a
miembros vivos o difuntos en relación con la iglesia, los cuales,
precedidos y seguidos por breves fórmulas de recomendación a Dios, eran
proclamados durante la misa, como testimonio de la comunión espiritual
que los fieles tenían con ellos. San Cipriano habla de los d. como de
uso muy tradicional en su tiempo.
Directaneus: tono recto, sin flexión, con que se canta un salmo, himno o cántico.
Dískos: patena en la liturgia bizantina.
Diurna!: libro que contiene el oficio de las horas diurnas.
Doble [rito]: antes de la reforma litúrgica del Vat. II indicaba el grado de
la fiesta litúrgica. Se dividía en cuatro categorías: d. de primera
clase y de segunda clase, d. mayor y menor; los dos primeros, a su vez,
se llamaban clásicos; los otros, infraclásicos.
Dogmatikón: -> 
theotókion del lucernario de las grandes y pequeñas vísperas del sábado
tarde o de las fiestas (liturgia bizantina). Su nombre proviene de la
fórmula dogmática continente que se refiere a la Madre de Dios y a la
encarnación.
Doxastikón: ->  tropario cantado después de la primera parte del Gloria al Padre (Doxa Patri), relacionado con el misterio de la Trinidad.
Doxología (de doxa = gloria + logos = palabra): fórmula litúrgica que glorifica a Dios. Se distinguen: a) la gran doxología que es el himno: Gloria a Dios en el cielo... (cantado en el oficio matutino primitivo); b) la pequeña d.: Gloria al Padre... (s. tv), recitado como conclusión trinitaria de muchas oraciones y de todos los salmos en la Liturgia de las Horas (cf OGLH 123, 124, 125); c) la parte conclusiva de la anáfora: Por Cristo...
Dragón:
Simboliza el guardián severo o símbolo del mal. La cabeza del dragón
rota simboliza la victoria del Cristo. En el icono de San Jorge el
dragón simboliza al maligno que es vencido en nombre de Nuestro Señor y
donde aparece la figura de una princesa como símbolo de la idealización y
del amor heroico por el sacrificio sufrido.
Economía: el
plan salvífico decretado por Dios, realizado y revelado en la historia,
plan que encuentra en Cristo su centro y culminación (cf Ef 1,3-14 y
paralelos).
Ecténias: oraciones
orientales de intercesión en forma litánica, proclamadas por el diácono
o por el sacerdote; la asamblea responde con la invocación Kyrie, eleison.
Effetá (= ábrete): antiquísimo rito del aperitio aurium (abrir
los oídos), inspirado en Mc 7,34, y practicado sobre los bautizados
para significar la capacidad de escuchar la palabra de Dios (también el
proclamar la propia fe) (cf RB 132).
Eiréne pásin (= paz a todos): en el rito bizantino es el saludo inicial que el sacerdote dirige a la asamblea, la cual responde: Kaí tó pneúmati sou (y con tu espíritu).
Éisodos (=
entrada): en el rito bizantino, la pro-cesión de entrada en las
vísperas de los domingos y de las fiestas, al terminar el lucernario,
mientras se canta el -> theótokion dogmático; en la liturgia, además
de la pequeña entrada, existe la gran entrada (ofertorio).
Ekphónesis: conclusión doxológica de una oración o letanía cantada por el celebrante (liturgia bizantina).
Elegidos (electi, gr. photixómenoi = iluminados):
así se llaman en Roma a los candidatos al bautismo, que en el tiempo de
cuaresma recibirán catequesis especiales para prepararse adecuada e
inmediatamente al bautismo; -> competentes.
Elevación (de
las sagradas especies eucarísticas): la elevación más antigua es la que
acompaña la doxología conclusiva del canon, antes del Padrenuestro. La
gran elevación es la más importante. La que sigue a la narración de la
institución se introdujo en el s. xii en contra de la herejía de
Berengario de Tours (+ 1088), que defendía la permanencia de la
sustancia del pan y del vino después de la consagración.
Embolismo (de embálló = añadir): oración que recoge y desarrolla una oración precedente. Un ejemplo es el Líbranos, Señor..., que sigue inmediatamente al Padrenuestro de la eucaristía y comenta desarrollando la última petición (... y líbranos del mal). También es une. la parte central y variable del prefacio.
Énarxis (= preludio): en la liturgia bizantina, la parte que va de la doxología inicial a la entrada de los ministros en el santuario.
Encénias (de egkainía =
dedicación): fiesta que recuerda la reconsagración del altar y del
templo de Jerusalén, después de la victoria de los Macabeos sobre los
sirios en el año 165 a.C. Se celebraba hacia la mitad del mes de
diciembre (cf Jn 10,22). -> Dedicación.
Encólpio: medallón pectoral, insignia del obispo griego. -> Panaghía.
Enkómia: son
las lamentaciones y troparios del salmo 118 que forman parte del ->
orthrós del sábado santo: es, pues, el elogio de Jesús cantado en el
oficio del sábado santo delante de su sepulcro.
Eortología (de eorté = fiesta): el estudio del origen y de la historia de las fiestas y de los tiempos del año litúrgico.
Eothinón: el
evangelio del -> orthrós. En domingo, el doxastikón de los laudes,
que corresponde a uno de los once evangelios de la resurrección.
Epacta (de épaktos = añadido):
es el número de días que en cualquier año tiene el día 1 de enero la
lunación comenzada antes del mismo, pues el año solar excede en once
días al lunar común de doce lunaciones, o sea, de trescientos cincuenta y
cuatro días. La e. ayuda a determinar el novilunio de cada mes y en
particular el de marzo, del que depende la datación de la pascua. Para
encontrar la e. es necesario previamente conocer el -> número áureo.
Epano-kalamáfkion:
lienzo negro muy ligero que rodea el -> kalamáfkion, que cae sobre
las espaldas dividiéndose en tres partes.
Ephymnion: estribillo que se intercala entre los troparios del canon poético.
Epíclesis (de epikaléó = invocación):
con la e. "la iglesia, por medio de determinadas invocaciones, implora
el poder divino para que los dones que han presentado los hombres queden
consagrados, es decir, se conviertan en el cuerpo y sangre de Cristo, y
para que la víctima inmaculada que se recibe en la comunión sea para
salvación de quienes la reciban" (OGMR 55c). De esta forma se
mencionan los dos aspectos de la e. en la plegaria eucarística: 1) la
transformación del pan y del vino, y 2) la santificación de la asamblea.
Las oraciones de consagración también contienen una fórmula epiclética
en la que se invoca la intervención especial del Espíritu Santo. -> Eucaristía-> Espíritu Santo.
Epifanía (=
manifestación): la fiesta litúrgica de Jesús, que se revela y se
manifiesta en la navidad a los pastores y a los magos (Occidente); en el
bautismo del Jordán y en las bodas de Caná a los discípulos (rito
bizantino). -> Navidad/Epifanía.
Epístola: la lectura bíblica que seguía a la oración colecta. Se encuentra ya en la liturgia romana a finales del s. v. Su
nombre proviene del hecho de ser un texto de las cartas de los
apóstoles. El libro que contenía los textos de las e. se llamaba Epistolario.
Epitáphios:
en las iglesias orientales, el lienzo precioso que representa a Cristo
en el sepulcro. Se lleva en procesión el viernes y sábado santos. Es
adorado el viernes santo y se coloca sobre el altar para el oficio de
medianoche antes de los maitines pascuales.
Ephitymía: la
penitencia impuesta por el confesor por los pecados cometidos. Puede
incluir también la exclusión de la comunión eucarística por un tiempo
más o menos largo. Cuando dura más de un año se reserva al obispo y pide
una fórmula especial antes de la absolución ordinaria.
Epitrachélion: en el rito bizantino, la larga estola del obispo o del sacerdote adornada con siete cruces.
Escala: Simboliza la relación entre el cielo y la tierra. Vía de verticalidad y de ascensión gradual. San
Isaac "el Sirio" dice: "La escala de este reino está escondida dentro
de tí, en tu alma. Lávate pues del pecado y descubrirás los peldaños por
donde subir"
Escudo: Simboliza la protección, la fuerza figurada. Es
símbolo de arma pasiva, el cristiano lo debe usar en el combate
espiritual de la salvación. El escudo de la fe debe servir contra las
tentaciones; es atributo de virtud, de fuerza, de victoria y de
castidad.
Escrutios: examen
y averiguación exacta y diligente que se hace de una persona, aspirante
al bautismo, sobre su comportamiento y sobre su conocimiento del
evangelio o de la fe. -> Iniciación cristiana (Carta a Senario), (Gelasiano y Ordo XlI) y (RICA).
Esfera: es el símbolo de Dios; tiene el mismo simbolismo que el círculo. El relieve le da la totalidad celeste - terrena como unidad. 
Espada:
símbolo de lucha, de virtud y de poder. Tiene también un doble mensaje
por sus dos filos, un aspecto destructor y uno creador. Es también la
luz y el fuego. Es arma noble para luchar por la fe.
Aparece
en las manos del Ángel que expulsa a Adán y Eva del Paraíso como fuego y
en el Apocalipsis como espada de dos filos que sale de la boca del
Verbo (Ap. 1, 16). Se la encuentra en toda la tradición Bíblica, en las
manos de los Querubines y en las manos de los guerreros como símbolo de
poderío y de lucha por los principios y por la fe.
Esperínon: las vísperas en la liturgia oriental.
Esychía-esicasmo (=
silencio, tranquilidad de la mente y del cuerpo): método ascético
oriental que busca la contemplación de Dios por medio de la paz del
cuerpo y del alma. Interiorización y oración de corazón: cf Mt 6,5-6.
Etimasía (= preparación): la solemne representación simbólica del juicio final presidido por Cristo (esetoimasía tou thrónou = preparación
del trono): un trono que termina con una cruz (o el monograma de
Cristo). Ejemplos típicos son: el famoso sarcófago de Túsculo, en el
mosaico de la cúpula del bautisterio de los ortodoxos en Rávena, y el
arco triunfal de la basílica de Santa María la Mayor, mosaico que mandó
hacer Sixto III (432-440).
Eucharistia lucernalis: en
la liturgia ambrosiana e hispano-mozárabe, la antigua liturgia
vespertina en la que se ofrecía al Señor, como sacrificio de la luz, la
lámpara —símbolo de Cristo, luz del mundo que se encendía al inicio de
la -> sinaxis nocturna.
Euchélaion (= óleo santo): la unción de los enfermos en la iglesia oriental.
Euchológhion: es
el libro que contiene las oraciones para la -> sinaxis eucarística.
Es famoso el de Serapión (t ca. 390). En Oriente es el libro fundamental
por contener las oraciones presidenciales de las horas, el ordinario de
la eucaristía, de los sacramentos, el oficio de los difundos, la
profesión monástica, las consagraciones y las bendiciones. Corresponde
al Sacramentario y a los Rituales latinos.
Eucología (de euché = oración, y lógos = palabra):
"la ciencia que estudia las oraciones y las leyes que regulan su
composición. En un sentido menos propio, el conjunto de oraciones
contenidas en un formulario o en un libro litúrgico" (M. Angel). -> Eucologio 759.
Euloghetária (de euloghetós =
bendito): se llaman así a dos series de troparios, uno dedicado a la
resurrección y el otro a los difuntos; el nombre proviene de la primera
palabra del estribillo: Benditos seas, oh Señor (cf Sal 118,12).
El de la resurrección se canta en el orhtrós dominical como anuncio de
la pascua semanal. Los dos últimos troparios están dedicados a la
Theótokos y a la Trinidad. El triple aleluya en honor a la Trinidad
concluye el canto del e.
Eulogía (=
bendición): oración de bendición y, por tanto, sinónimo de la
eucaristía en el s. t. Luego se aplicó la palabra a los panes bendecidos
pero no consagrados (_ -> antídoron) y a los demás objetos
bendecidos y conservados por devoción.
Euouae: sigla vocálica sacada de la conclusión del Gloria Patri (saeculorum. Amén), que en los libros litúrgicos corales indica el final de cada versículo del salmo.
Evangeliario: libro que recoge las perícopas evangélicas para la liturgia de la palabra.
Exapostilárion (nombre
de origen incierto): es el -> tropario que precede a las alabanzas,
después del canon del -> orthrós. Está en conexión con el tema de las
alabanzas y del evangelio del orthrós y presenta con frecuencia el tema
de la luz de Cristo.
Exaptérygon: especie de -> flabelos usados en el rito bizantino.
Exhomológhesis (= confesión): oración de alabanza y de adhesión a la voluntad divina y confesión de los pecados (cf 1 Jn 1,9; Sant 5,16).
Expiación [fiesta de la]: es la fiesta del Kippur, la
más solemne del judaísmo (cf Lev 16,11-13) y la única presidida por el
sumo sacerdote. La carta a los Hebreos contempla en el sacrificio de
Cristo la verdadera realización de esta fiesta (cf Heb 9-10).
Exposición del Santísimo: es
la veneración de Cristo presente en el sacramento. Los fieles al estar
en la presencia sacramental de Cristo recuerdan que esta presencia
proviene del sacrificio y se ordena al mismo tiempo a la comunión
sacramental y espiritual (cf Ritual de la sagrada comunión y del culto a la eucaristía fuera de la misa 80).
El ministro de la exposición es el sacerdote o el diácono; en su
ausencia o legítimamente impedidos, pueden exponer y reservar el
acólito, el ministro extraordinario de la sagrada comunión, los cuales
no podrán bendecir con el santísimo Sacramento al terminar la adoración (cf ib, 91).
Expulsión de los penitentes: el rito con el que los penitentes públicos y los catecúmenos eran despedidos al terminar la liturgia de la palabra.
Exsultet: es la primera palabra con que empieza el -> Praeconium paschale.
Extrama unción: antiguo y discutido nombre dado a la -> Unción de los enfermos 2014-2028.

Faldistorio (de Faltatuhi = silla
plegable); asiento móvil sin respaldo, recubierto de un lienzo del
color litúrgico del día, usado por el obispo en algunas celebraciones,
sobre todo cuando falta la cátedra.
Familias litúrgicas: la
diferenciación y polarización del núcleo litúrgico debido a hechos
históricos, geográficos, culturales y lingüísticos, dando lugar a la
formación de las diversas f.l. En Occidente podemos diferenciar las
liturgias galicana, céltica, hispano-mozárabe, ambrosiana y romana; en
Oriente, las familias antioquena y alexandrina.
Feria: para los romanos es el día no laborable. En el lenguaje litúrgico son los días de la semana que siguen al domingo, (feria secunda = lunes);
el primer día de la semana es el domingo y el séptimo conserva la
denominación hebrea: sábado. En la f. no hay oficio propio ni memoria de
santo; por tanto, el oficio la misa son feriales o ad libitum. Son f. privilegiadas el miércoles de ceniza, las ferias de la semana santa y las ferias de adviento del 17 al 24 de diciembre.
Fermentum: era
fragmento del pan eucarístico consagrado por el papa y llevado a los
presbíteros titulares que no habían participado en la misa papal por
tener que celebrar para sus fieles. Este fragmento introducido, en el
cáliz en el momento del Pax Domini, era signo de comunión y de unidad con el papa.
Férula: antiguo bastón usado por los pedagogos y, en el rito ambrosiano, la insignia del preboste.
Filantropía (=
amigo de los hombres): uno de los atributos divinos más apreciados por
la liturgia y la piedad oriental. Significa el amor de Dios al hombre.
Flabelos (de flare = soplar): los abanicos grandes de plumas de avestruz que un tiempo acompañaban los movimientos del papa en la silla gestatoria.
Flectamus genua (= pongámonos de rodillas): monición diaconal dirigida a la asamblea para que se arrodille y ore en silencio (cf MR, Viernes santo, n. 11).
Fos-hilarón: -> Phos hilarón.
Fractio panis (=
fracción del pan): es el gesto de partir el pan realizado por Cristo en
la última cena (cf 1 Cor 11,24; Lc 22,19; Mc 14,22; Mt 26,26), que dio
nombre a la celebración entera de la eucaristía (cf He 2,42.46; 20,7).
Actualmente la f.p. tiene lugar después del rito de la paz y significa
"que nosotros, que somos muchos, en la comunión de un solo pan de vida,
que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo"(OGMR 56c) (cf 1 Cor 10,17).
Fuego: entre
los elementos naturales, el fuego, como fuente de luz y de calor, ocupa
un lugar fundamental en la vida del hombre. En la liturgia pascual, al
inicio de la solemne vigilia, existe un rito para la bendición del
fuego, del que se encenderá el cirio pascual. Para comprender el símbolo
es necesario leer con atención la fórmula que acompaña a la bendición (cf MR, Vigilia pascual, n. 9). -> Elementos naturales.
Fuente:
es el agua que surge de ella. Fuente de agua viva es expresado por el
manantial que surge en medio del - jardín, al pie del árbol de la vida,
en el centro del paraíso terrenal, dividiéndose luego en cuatro ríos que
corren hacia cuatro direcciones del espacio - La fuente de vida o de
inmortalidad, de juventud y enseñanza.
La fuente
y el agua están muy unidas a la Santísima Virgen y dentro de la
iconografía “ el icono de la Madre de Dios Dadora de Vida” representa la
Santísima. Virgen en una fuente o manantial del cual surge el agua que
salva y cura. Dentro de las oraciones se la llama “Manantial de la miel y
la leche”, “Fuente de Vida”, “Mar que devoras el soberbio enemigo”,
"Puerta en el mar de la vida”, “Tú eres el río del agua abundante”,
“Fuente que limpias el alma”, etc. 
Gaudete [domingo]: se llama así el tercer domingo de adviento por comenzar la antífona de entrada con la palabra Gaudete in Domino semper... (Flp 4,4). El color litúrgico de este domingo puede ser rosa (cf OGMR308 f).
Gazza: (=
tesoro): libro litúrgico siro-oriental en el que se recogen las
composiciones poéticas para las fiestas y las memorias de los santos.
Gelasiano [sacramentario]: se titula también Liber sacramentorum romanae aeclesiae ordinis anni circuli(edición
crítica realizada por L. C. Mohlberg) o gelasiano antiguo, para
distinguirlo del grupo posterior de los gelasianos francos de la segunda
mitad del s. viii; se conserva en un solo manuscrito (Vaticano,Reginensis lat. 316), copiado
en el país franco hacia mediados del s. VIII. Empieza con la vigilia de
navidad y contiene todo el año, con el santoral separado del temporal.
Representa la liturgia de una iglesia presbiteral de Roma en el s. víi,
incluso con elementos de la liturgia de Roma en el s. VI, antes de san
Gregorio. Algunos rechazan esta hipótesis y sitúan la composición del
sacramentario en el país franco. Está dividido en tres libros: 1.° Propio del tiempo y algunos
rituales (ordenación presbiteral, diaconal; catecumenado, penitencia,
bautismo, dedicación de la iglesia, órdenes menores, consagración de
vírgenes); 2.° Orationes et preces de natalitiis sanctorum; 3.° Orationes et preces cum canone per dominicis diebus. -> Libros litúrgicos 1129-1130.
Gellone [sacramentario]: es el códice latino, manuscrito 12048 de la Biblioteca Nacional de París, del s.VIII. Se trata de uno de los llamados gelasianos del s. VIII, fruto de la adaptación local del Gelasiano, pero con la estructura del -> Hadrianum. -> Libros litúrgicos.
Genuflectentes: es
una clase de penitentes que se despide en la celebración eucarística
después de la liturgia de la palabra con los catecúmenos; pero antes de
salir se ponen de rodillas para escuchar una oración en la que se pide
su conversión y recibir la bendición.
G'hanta: es
el rito siro-caldeo, la oración pronunciada por el celebrante en el
momento del l Qurbana, en voz baja y de rodillas, con las manos
extendidas y con las palmas mirando hacia arriba.
Gloria in excelsis Deo (=
gloria a Dios en el cielo): es la gran -> doxología. Himno de origen
griego, compuesto por el canto angélico de Lc 2,14, como introducción;
luego sigue una alabanza al Padre (parte más antigua), una súplica al
Hijo, Jesucristo, y una doxología trinitaria.
Gloria Patri: es la pequeña doxología. La segunda parte (sicut eral...) se fijó en Occidente en el s. VI, pero no ha sido aceptada en Oriente.
G'murtha: en el rito siro-caldeo, el pan consagrado.
Gradual: era el salmo responsorial después de la primera lectura, proclamado por el cantor desde las gradas (gradus) del ambón. -> Salmos.
Gregorianos [sacramentarios]:
se trata de una familia de sacramentarios. El primero se conoce por
medio de un ejemplar papal enviado por Adriano I a Carlomagno entre 784 y
791. El título del volumen se atribuye a san Gregorio. La comparación
entre el gregoriano -> Adrianum y otros dos manuscritos
ligeramente diferentes, conservados en Padua y Trento, permite
establecer que dicho sacramentario se constituyó en Roma hacia 630.
Contiene por lo menos ochenta oraciones, que se pueden atribuir con
certeza o gran probabilidad a san Gregorio Magno (590-604). -> Libros litúrgicos.

Hadrianum [sacramentario]: nombre dado al -> Gregoriano enviado por el papa Adriano a Carlomagno. -> Libros litúrgicos.
Hághia (de ta hágia = las santas): es la puerta central del -> iconostasio que tiene dos hojas (de ahí el plural); se llama también real o del Paraíso. Está
decorado con el icono de la Anunciación arriba (el ángel a la izquierda
y la Virgen a la derecha, símbolo del Inicio de la salvación), con el
icono de los cuatro evangelios abajo. Y encima está la -> déesis.
Haghiasma (=
templo, sagrario): en el rito bizantino, el agua santa o la fuente
decorada con el -> icono de un santo o de un misterio venerado (haghiasmatérion = agua santa). Es también un extracto del -> euchológhion.
Hagiográfica [lectura]:
es el texto de algún padre o escritor eclesiástico que o bien habla
directamente del santo cuya festividad se celebra o que se le puede
aplicar rectamente, ya un fragmento de los escritos del santo en
cuestión, ya la narración de su vida (cf OGLH 166), que se lee en el oficio de lectura.
Hebdomadario (de hebdomada = semana):
el canónigo o monje o religioso que durante una semana se encarga de
presidir el oficio o la misa capitolar o conventual.
Hexasalmo: el conjunto invariable de seis salmos (3, 37, 62, 87, 102, 142) recitados al inicio del -> orthrós.
Hieratikón (=
sacerdotal): en el rito bizantino, el libro que contiene las oraciones
del sacerdote o del diácono para el orthrós, las vísperas y liturgia.
-> Euchológhion.
Hijuela: -> palia.
Himnario: el
libro que recoge los himnos para la liturgia de las Horas. El card.
Tommasi publicó una colección, sirviéndose sobre todo del himnario
manuscrito más antiguo que conocemos, el códice Reg. X!,de la
Vaticana, redactado, según Wilmart, al principio del s. VIII. La
colección de todos los textos poéticos medievales conocidos fue llevada a
cabo por Dreves Blume, Analecta hymnica medii aevi, con cincuenta y ocho volúmenes.
Himno de la tarde: uno de los más antiguos himnos lucernarios, atribuido al mártir Atenágoras, muerto hacia 169. En griego, phóshilarón; en latín, lumen hilare. Dirigido a Cristo (luz gozosa) y concluye con una doxología trinitaria. -> Luz.
Hipogonátion (= apoyo para las rodillas): es el pastoral del obispo para los bizantinos.
Hirmós (= seguido, concatenado): el primer tropario de cada oda del canon, empleado como modelo para otras estrofas.
Homiliario: antes
del año 1.000 los libros para la celebración de la liturgia de las
Horas estaban separados; uno de ellos era el homiliario, que contenía
las lecturas patrísticas, generalmente sacadas de las homilías de los
padres de la iglesia. El que obtuvo más difusión fue el de Warnefrido,
llamado vulgarmente Pablo el Diácono, monje de Montecasino (j 797?), que
lo preparó por encargo de Carlomagno, el cual escribió el prefacio
reco= mendando la obra para el uso litúrgico.
Homophórion: en
la liturgia bizantina, la larga cinta que el obispo lleva alrededor del
cuello y que simboliza la oveja perdida que el buen pastor (Cristo)
lleva al redil (iglesia).
Hora intermedia: comprende las horas de
-> tercia, -> sexta y -> nona. Conforme a una tradición muy
antigua de la iglesia, los cristianos acostumbraron a orar por devoción
privada en determinados momentos del día, Incluso en medio del trabajo, a
imitación de la iglesia apostólica; esta tradición cristalizó en unas
oraciones a unas horas determinadas del día, en tercia, sexta y nona.
Tanto en Oriente como en Occidente se ha mantenido la costumbre
litúrgica de rezar a estas horas principalmente para unirse al recuerdo
de los acontecimientos de la pasión del Señor y de la primera
propagación del evangelio (cf OGLH 74-79).
Horológhion: libro
litúrgico bizantino que contiene la parte ordinaria del oficio
cotidiano con elementos sacados de otros libros litúrgicos como el ->
Menáia, del -> Triódion, del -> Pentekostárion y otros
formularios.
Hosanna: -> aclamación.
Hostia (de hostia = víctima):
pan ácimo redondo y delgado que se confecciona con harina para el
sacrificio eucarístico. Se consagra en la plegaria eucarística y se
comulga en la comunión.
Hucusque: es
la primera palabra del prefacio al suplemento del sacramentario
gregoriano, atribuido durante tiempo a -> Alcuino y hoy a Benito de
Aniane.
Hudri (= ciclo): libro litúrgico siro-oriental (caldeo) que contiene las más antiguas composiciones para todos los oficios festivos.
Hullalé: cada una de las veinte secciones en que se divide el salterio en la mayoría de los ritos orientales.
Humeral [velo]: el paño con el que se recubre las espaldas del
sacerdote mientras bendice con el Santísimo a la asamblea o cuando se
realiza una procesión eucarística o se traslada el Santísimo (por
ejemplo, el jueves santo).
Humiliate capita vestra Deo (=
inclinaos para recibir la bendición, según la traducción castellana):
es la monición diaconal dirigida a la asamblea para recibir la bendición
con que termina la eucaristía (cf MR, Benedictiones solemnes; Orationes super populum).
Huthama: en el rito oriental caldeo, la bendición final al despedir a los fieles al final del -> Qurbana.
Hypakoé (= escucha): tropario festivo y dominical.
Hypapánté (=
encuentro): es el nombre griego de la fiesta de la presentación del
Señor en el templo (2 de febrero). Conocida ya a finales del s. IV en
Jerusalén; en el s. vil estaba difundida por toda la cristiandad. ->
Ambúrbium. -> Candelaria. -> Virgen María.

Icono (=
imagen): pintura sagrada, frecuentemente portátil, pintada sobre una
madera siguiendo una técnica especial transmitida secularmente en
Oriente. La teología del icono arranca de la contemplación del misterio
de la encarnación, expresado en el texto de la carta Col 1,15: "Cristo
es imagen (=icono) de Dios invisible", y termina siendo una teología
visiva, una teofanía: "Cuando el evangelio se expresa en palabras, el
icono lo proclama con los colores y lo hace presente a nosotros".
Iconoclasta (=
destrucción de las imágenes): se dice del hereje del s. vlll que
negaba, con violencia y radicalmente, el culto debido a las sagradas
imágenes, destruyéndolas y persiguiendo a quienes las veneraban. Fueron
condenados en el concilio ecuménico de Nicea en 787.
Iconóstasio: la
parte que divide el santuario del espacio reservado a la asamblea,
recubierta de iconos y con tres puertas, una grande y dos pequeñas.
-> Hághia. -> Déesis.
Idiomelo: el
-> tropario cantado según una melodía, a diferencia del ->
prosómoion, que es cantado con un ritmo y una melodía común a otros
troparios.
Iglesia:
es el símbolo del “Pueblo de Dios”, es el Templo Cristiano. En manos de
los santos, en iconografía, es símbolo de fundadores o de constructores
de iglesias.
I. H. S.: las tres primeras letras de la palabra griega Jesús en la traducción latina. La transcripción de la Hllevó a la siguiente grafía equivocada de Ihsus y la artificiosa interpretación: I = lesus, H = hominum (o Hierosolymae) y S = Salvator (= Jesús salvador de los hombres).
Ikos (de oikós = estrofa, copla): estrofa del -> kontákion.
Illatio: en la liturgia hispano-mozárabe, la parte de la plegaria eucarística que corresponde al prefacio en la liturgia romana. -> Contestatio.
Iluminados (de photisménoi): eran los llamados neófitos, por haber recibido la luz de Cristo en el bautismo.
Imagen: -> icono (cf SC 125 y OGMR 278).
Imposición de manos: -> Gestos 320; además, -> Iniciación cristiana y Confirmación: -> Chirothesía.
Improperios (de improperare = reprochar):
durante la solemne adoración de la cruz en el viernes santo se cantan
los i. que el Crucificado parece dirigir al pueblo elegido; la asamblea
responde con el Trisaghion:Hágios o Theós (=santo es Dios), Hágios lschyrós (=santo y fuerte), Hágios Athánatos (=santo e inmortal),ten piedad de nosotros. Provienen
del ambiente jerosolimitano (s. vi) y se introdujeron en el ambiente
galicano. El texto se encuentra por primera vez en el Pontifical de
Prudencio de Troyes (s. IX).
Incienso (en gr. thimiama): es
el símbolo de la oración como aparece en el Sal 140,2: "Se eleva mi
oración ante ti como incienso..." En el Oriente cristiano se usó pronto
el i.; Occidente, en cambio, lo introduce en la liturgia en los ss.
IX-X. Actualmente es facultativo (cf OGMR 235-236). -> Elementos naturales 646-647.
El
incienso es el encargado de elevar la plegaria al cielo y es el emblema
de la función sacerdotal, esto marca la razón por la que los Reyes
Magos le ofrecen incienso al niño Dios. En iconografía se pone en las
manos de los diáconos y sacerdotes y en las escenas en que se quiere
indicar que hay oraciones que se están realizando.
Indulgencia: "Es
la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya
perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo
determinadas condiciones consigue por mediación de la iglesia, la cual,
como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad
el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos" (CDC, can.
992). Entre las i. recordamos la del día 2 de noviembre (conmemoración
de los fieles difuntos), la del día 2 de agosto (de la Porciúncula). El
elenco de las i. se encuentra en el Enchiridion indulgentiarum.
Inmersión: en el bautismo, el acto de entrar en el agua de la fuente bautismal.
Inmixtion: -> conmixtio. Instrumentum pacis: -> portapaz.
Intercesiones: antiquísimas oraciones de súplica que se hacen en la misa y en la celebración de las vísperas (cf OGLH 180, 182).
Introitum [antiphona
ad]: canto que acompaña la entrada del sacerdote con sus ministros. "El
fin de este canto es abrir la celebración, fomentar la unión de quienes
se han reunido y elevar sus pensamientos a la contemplación del
misterio litúrgico o de la fiesta". "Si no hay canto de entrada, los
fieles, o alguno de ellos, o un lector recitarán la antífona que aparece
en el Misal. Si esto no es posible, la recitará, al menos, el mismo
sacerdote después del saludo" (OGMR 25 y 26).
Invitatorio: Es costumbre iniciar todo el oficio con el i. Consta del versículo Señor, ábreme los labios... y el salmo 94 (o los salmos 99, 66 y 23) en forma responsorial (cf OGLH 34 y 35).

Jubileo:
en la biblia era tiempo jubilar al final de cada séptimo año sabático, a
saber: después de siete grupos de siete años y, por lo tanto, cada
cincuenta años (cf Lev 25,8ss). Durante el jubileo la tierra descansaba y
era un año de expiación y de libertad. Desde 1300 se celebra el año
santo o jubileo. En la actualidad, cada veinticinco años, y por este
motivo el papa concede indulgencia plenaria.

Kairós: tiempo favorable, oportuno. Indica la irrupción del tiempo de Dios en la historia por medio de Cristo.
Kalamáfkion: especie de sombrero, color negro y en forma cilíndrica, usado por los bizantinos (excepto Rusia).
Kántharos: -> cantharus.
Karozutha: en el rito siro-caldeo, la proclamación realizada por el diácono.
Kashkull (= contiene todo): libro litúrgico siro-caldeo, que, a diferencia del Hudrá, contiene todos los textos para el oficio ferial. -> Orientales, liturgias, 1514.
Katamerós: el leccionario en la liturgia copta.
Katabasía (de katahasía =
descenso, bajada): en el rito bizantino, nombre dado al -> kirmós,
cuando, en los días festivos, se canta nuevamente al final de las odas o
del canon, mientras los dos coros descienden para unirse en el centro y
cantar juntos.
Kathísma (de kathízó = estoy
sentado): con esta palabra se indican las partes del oficio durante las
cuales se está sentado, y también cada una de las veinte secciones en
que está dividido el salterio bizantino para ser leído en forma continua
en las vísperas y en el orthrós. -> Catismas.
Katholikós (=
universal): título dado desde finales del s. Iv a algunos obispos de
algunas iglesias procedentes del patriarcado de Antioquía, a saber: los
obispos de Seleucia-Ctesifonte, de Armenia y de Georgia. Actualmente
existen dos katholikói católicos, el armeno y el caldeo (siro-jacobita).
Kénosis (de kénosis = acción
de vaciar, de despojar de todo): expresa el abajamiento de Cristo
cantado en el himno de Flp 2,7: "Cristo se anonadó así mismo tomando la
naturaleza de siervo, haciéndose semejante a los hombres". El Hijo de
Dios, encarnándose, se despojó de su gloria hasta hacerse
"irreconocible" (cf Is 53,2-3). La k. es el modo propiamente divino de
amar. Existe también la k. del Espíritu en la iglesia.
Kérygma (de keryssó = anuncio, proclamación): es el núcleo esencial del mensaje evangélico, anunciado por mandato divino a la iglesia.
Koinonía (=
comunión): palabra frecuente en los escritos de Pablo y de Juan; indica
la comunión entre las personas de la Trinidad y, por participación, la
que une la iglesia (cf 1 Cor 1,9; 1 Jn 1,1-4).
Kóluba: dulce
confeccionado con flor de trigo, fruta confitada y azúcar, que se
ofrece en el ámbito bizantino en honor de un santo o de un difunto.
Kontákion (de kontós = himno
breve): antiquísima composición poética (s. v-vi). Himno compuesto de
estrofas isosilábicas, o por lo menos isorrítmicas, cantadas todas según
el mismo ritmo, con un estribillo cantado por el pueblo; el himno va
precedido cada vez de un preludio y se termina con una oración. La
liturgia bizantina ha conservado el k. con sus estrofas después de la
sexta oda del -> orthrós festivo. El compositor más célebre de los k.
fue Romano el Melodo (s. vi). El célebre himno -> Akáthistos es un
k.
Kusapi: en el rito siro-caldeo, la oración secreta dicha por el celebrante.
Kyriale: libro que contiene los cantos invariables de la misa, a saber: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei.

Laetare [domingo]: el cuarto domingo de cuaresma, porque la antífona de entrada de la eucaristía comienza con la palabra "Laetare, lerusalem, et conventum facite..." (Is 66,10-1I). Se puede emplear en este domingo el color rosa (OGMR 3080.
Lámpara: ver Cirio.
Lanza o hacha:
es el símbolo del guerrero que la obtenía como recompensa por haber
realizado una acción brillante. Simboliza la fuerza de la fe.
Lauda Sion:
-> incipit de la -> secuencia compuesta por santo Tomás de Aquino
para la misa del -> Corpus Christi, actualmente facultativa (cf OGMR 40).
Laudes [matutinos]:
oración matutina de la iglesia que se reza al comenzar el día para
santificar la mañana y hacer memoria de la resurrección del Señor Jesús,
que es la luz verdadera que ilumina a todos los hombres y que nace de
lo alto (cf OGLH 38). -> Liturgia de las Horas 1172-1173.
Lázaro [domingo
de]: quinto domingo de cuaresma, ciclo A. En el rito ambrosiano se
llama así al domingo en que se lee el evangelio de la resurrección de
Lázaro (Jn 11,1-45).
Leccionario: libro litúrgico que contiene las lecturas bíblicas para las celebraciones litúrgicas. -> Libros litúrgicos.
Lectura continua: la
lectura continua de la biblia en la liturgia consistía en iniciar la
lectura en donde se había concluido en la celebración anterior. Hoy se
emplea el sistema de lectura semicontinua, haciendo realidad lo
expresado en la SC, a saber: "A fin de que la mesa de la palabra
de Dios se prepare con más abundancia para los fieles, ábranse con mayor
amplitud los tesoros de la biblia, de modo que, en un período
determinado de años se lean al pueblo las partes más significativas de
la Sagrada Escritura" (51).
Lectio divina: lectura
o meditación de la Sagrada Escritura, típicamente monástica, que
consiste en profundizar en los grandes temas de la espiritualidad
bíblica en estrecha relación con la vida litúrgica. Esta práctica de la
I.d. se practica hoy también en comunidades cristianas no monásticas.
Lectorium: el
muro divisor entre la zona del coro y la nave. Su finalidad es crear
una separación entre el -> presbiterio, reservado al clero, y la zona
reservada a la asamblea; en el l. generalmente están incorporados dos
púlpitos.
Lectorado-lector: es
el "ministerio instituido" (como el -> acolitado), ya no es el
segundo grado de las órdenes menores. La función del lector consiste en
hacer de mensajero y portavoz de la palabra de Dios leyendo la palabra a
la asamblea litúrgica, menos el evangelio; faltando el salmista,
recitará el salmo responsorial; proclamará las intenciones de la oración
de los fieles, cuando no haya a disposición diácono o cantor; dirigirá
el canto y la participación del pueblo fiel; instruirá a los fieles para
recibir dignamente los sacramentos y preparará, cuando sea necesario, a
otros a quienes se encomiende temporalmente la lectura de la Sagrada
Escritura en los actos litúrgicos (cf Ministeria quaedam 5; OGMR 34, 66; OLM 49-55).
Leoniano [sacramentario] -> Veronense.
Letanía (de litanéia = oración
pública de súplica): súplicas populares dialogadas entre el diacono y
el pueblo, que responde una breve invocación; con frecuencia acompañan
una procesión. En el rito bizantino se distingue la colecta (->
sunapté) de las -> ecténias y la plegaria de petición (->
áitésis). En la lit. latina son famosas las letanías de los santos, y la devoción mariana ha creado la letanía lauretana (de Loreto). ElKyrie, eleison es una letanía. -> Deprecatio Gelasii.
Letras dominicales: se
da este nombre a las siete primeras letras del alfabeto (a, b, c, d, e,
f, g), que indican los días de la semana, para así permitir individuar
los domingos del año. Cada año tiene una letra dominical. Los años
bisiestos tienen dos: la primera hasta el día 24 de febrero y la segunda
del día 25 de febrero en adelante. Así el 1984 tiene como letra
dominical a y g; el 1985, la f,; el 1986, la e; el 1987, la d;el 1988, c y b... El orden de las letras es decreciente.
Lex credendi-lex orandi: síntesis del famoso axioma atribuido a Próspero de Aquitania (+ 463), que reza así: "... ut legem credendi statuat lex supplicandi" (= la
ley de la oración establece la ley de creer). Pone de manifiesto la
relación vital entre fe y liturgia. Pío XII en la encíclica Mediator Dei profundiza el axioma y aporta un complementario: "Lex credendi legem statuat supplicandi" (cf MD 47).
Libelli [missarum]
(= pequeño libro para la misa): librito que contiene los textos de una o
más misas para uso de una determinada iglesia. Nacieron cuando en la
lengua latina se iniciaba la creatividad litúrgica. Posteriormente se
recogieron de estos l. las mejores composiciones eucológicas, dando
lugar a los -> sacramentarios. El -> Veronense es un ejemplo
prestigioso de esta recopilación.
Liber ordinum: nombre dado al ritual mozárabe.
Liber pontificalis: libro
que contiene los datos biográficos de los primeros papas y su
actividad. En él se encuentran noticias, como fuentes, sobre
innovaciones litúrgicas realizadas o atribuidas a los primeros papas.
-> Agnus Dei.
Liber sacerdotalis: la más importante tentativa del Ritual Romano, publicado por Castellani en 1555 para uso de los sacerdotes.
Liber sacramentorum: -> Sacramentario.
Libro:
(rollos) simbolizan la Biblia, la Palabra de Dios. En iconografía se
los ve en las manos del Pantocrátor, en la de los apóstoles,
evangelizadores y obispos.
El libro o
los papiros pueden estar abiertos o cerrados; cuando están abiertos
lleva palabras de la Biblia, oraciones o reglas vida. El libro cerrado
guarda la materia oculta, el abierto la materia manifestada, marcando
aquello que dice Nuestro Señor: “Porque no hay cosa oculta, que no haya
de ser manifestada, ni cosa escondida, que no haya de ser conocida, y de
salir a la luz” (Lucas 8,17).
Lirio - azucena:
símbolo de pureza y de la blancura, de la inocencia, de la pureza y de
la virginidad. En la tradición bíblica es símbolo de elección, la
elección del ser amado privilegio de Israel entre los pueblos en el
Antiguo Testamento (Cant. 2, 1) y de la Santísima Virgen entre las
mujeres. Simboliza también el abandono a la voluntad de Dios y así se lo
muestra en las manos de la Virgen.
Lité (=
súplica): en el rito bizantino, la gran oración de súplica que se hace
durante la procesión de las vísperas. Se compone de peticiones en favor
del pueblo y del mundo entero.
Liturgia (del griego léiton érgon = obra
popular): hoy significa el culto público e integral del cuerpo místico,
Cabeza y miembros (cf SC 7). En la iglesia griega tiene un sentido más
restringido: significa la eucaristía (= la divina liturgia).
Liturgia [griega de Santiago]: es un Ordinarium Missae completo
con los ritos y las fórmulas con ella relacionados, que representa
probablemente el antiguo rito litúrgico de Antioquía y Jerusalén. El
testimonio más antiguo se encuentra en un canon (32) del concilio de
Trullano (692); pero ciertamente se celebraba mucho antes. Cayó casi en
completo desuso desde el s. xn. La celebran hoy los griegos ortodoxos
una sola vez al año, en la fiesta de Santiago (23 de octubre), en
Jerusalén, Chipre y alguna otra iglesia.
Liturgia de las Horas: la oración de Cristo, con su cuerpo, al Padre. "Cristo
Jesús, al tomar la naturaleza humana, introdujo en este exilio
terrestre aquel himno que se canta perpetuamente en las moradas
celestiales. El mismo une a sí la comunidad entera de los hombres y la
asocia al canto de este divino himno de alabanza" (SC 83). -> Liturgia de las Horas 1164ss.
Lucernario (de lychnikón = lucernarium): en
el rito bizantino es el oficio de la tarde, cuya parte central
comprende los salmos 140, 141, 129, 116, con cuadro a diez ->
estiqueros intercalados, el -> doxastikón, el -> theotókion, el
-> éisodos y el himno de la tarde (-> Luz). Para los primeros
cristianos era el rito con el que se saludaba a la luz, símbolo de
Cristo, luz eterna e indefectible. Desapareció en el s. iv, a excepción
de la laus cerei (= el -> exsultet pascual); sin embargo, se ha conservado en la liturgia ambrosiana. -> Eucaristía lucernaria; -> Liturgia de las Horas-> Salmos.
Lumen Christi (=
la luz de Cristo o, mejor, tratándose del genitivo epexegético: "la luz
que es Cristo"): aclamación diaconal cantada en la vigilia pascual
cuando el diácono, teniendo en sus manos el cirio pascual y guiando la
procesión, entra en la iglesia después de la bendición del fuego y antes
del pregón pascual. El pueblo responde: Deo gratias (= demos gracias a Dios).
Lumen hilare: himno,
recordado por san Basilio (f 379), que los cristianos recitaban para
saludar al primer destello de la luz al atardecer. -> Luz; -> phós
hilarón.
Lumi santi (de hágia phóta = luces
santas): nombre griego de la epifanía en cuanto conmemoración de la luz
traída por Cristo y manifestada por él en el bautismo.
Lustral [agua]-lustración (de lustrare = purificar): agua bendita con la que se asperja al pueblo y a los objetos para purificarlos y para exorcismos.
Luz: para la liturgia, la luz es símbolo de Cristo. Un ejemplo clásico es el himno lucernario de la liturgia de las Horas, phós hilarón: Oh luz gozosa de la santa gloria... -> Fuego; -> Elementos naturales.
Lychnikón: -> lucernario.

Madrina-padrino: originariamente era el garante (sponsor) que
presentaba a la iglesia el aspirante (catecúmeno) al bautismo, le
acompañaba durante el catecumenado, en la celebración de los sacramentos
de la iniciación cristiana y en la -> mistagogia. Su cometido hoy es
el de ayudarle a encarnar en su vida el evangelio, despejar sus dudas,
vigilar y acompañarle en el crecimiento de la fe y exhortarle a
perseverar en la vida cristiana. Para los aspectos jurídicos, cf CDC, cáns. 872-874 (bautismo) y 892-893 (confirmación).
Magnificat: es
el -> incipit del cántico de la Virgen María (Lc 1,46-55), que se
proclama al concluir la oración de vísperas antes de las preces.
Maitines: antes
de la reforma de la liturgia de las Horas era la oración nocturna
destinada a santificar el último espacio nocturno antes de la aurora. Ha
sido sustituido por el oficio de lectura, "aunque en el coro conserva
el carácter de alabanza nocturna" (OGLH 57). "Puede recitarse a cualquier hora del día, e incluso en la noche del día precedente, después de haberse celebrado las vísperas" (OGLH 59).
Mandatum: el lavatorio de los pies que
se realiza después de la homilía en la misa vespertina de la cena del
Señor del jueves santo, en aquellos lugares donde lo aconseje el bien
pastoral. El nombre demandatum proviene de la antífona que acompaña el rito: "Mandatum novum do vobis..."(= os doy un mandamiento nuevo..."; cf Jn 13,34).
Mandorla: (prefigura la almendra). Simboliza la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, el misterio de la luz.
En
iconografía es símbolo de la primera y de la ultima alianza entre Dios y
el hombre. Da la noción de elemento escondido, cerrado e inviolable, es
el secreto de la nueva vida.
Mandylion: -> acheropita.
Manípulo (del latín medieval manipulus = pañuelo): indumento ornamental usado por los nobles romanos como sudarium o para
dar señales. Ornamento sagrado de la misma hechura que la estola, pero
más corto, sujetado por medio de un fiador al antebrazo izquierdo sobre
la manga del alba. Suprimido en la reforma del concilio Vat. II.
Manteles: lienzo con que se cubre el altar (cf OGMR 268).
Maphriano (=
consagrador): en la jerarquía de la iglesia jacobita es el título que
se da al que ocupa el cargo después del -> katholikós. Hoy el m. es
el vicario general y asistente del katholikós.
Maranathá (= El Señor ha venido o Ven, Señor): antigua aclamación aramaica testimoniada por Pablo (cf 1 Cor 16,22), por Juan (cf Ap 22,20) por la Didajé (10,6). Es
una confesión de fe en la parusía de Cristo, ejemplo de oración
cristológica y usada por la comunidad cristiana en las celebraciones
litúrgicas.
Marmítha: en el rito siro-caldeo es la subdivisión del salterio en dos o en tres sesiones.
Maronita: rama
estrechamente emparentada con el rito siro-antioqueno, del que
constituye una derivación. El rito m. halla su origen en las comunidades
agrupadas alrededor de los monasterios de Siria central, y ante todo
del que se había desarrollado sobre la tumba de un asceta de principios
del s. v, Mar Marón.
Mártir-martyrium (de martyría = testimonio): la iglesia veneró muy pronto a quienes testimoniaron la propia fe con su sangre. I Santos, Culto de los. En el lugar del martirio (el martyrium) se
reunían anualmente los cristianos para recordar al mártir,
convirtiéndolo en centro de peregrinación posteriormente por haberse
construido un edificio sagrado.
Martirologio: libro
que contiene algunos datos esenciales relativos a los mártires y
santos, incluidos en el calendario según el día de su muerte o de su
conmemoración litúrgica. -> Libros litúrgicos; -> Santos, Culto de los.
Matroneo (de matrona = señora): lugar reservado a las señoras en las antiguas basílicas.
Mediante die festo, in: en
el rito bizantino es la fiesta que recuerda el día 25 después de
pascua, que se celebra el miércoles entre la cuarta y quinta semanas
después de pascua. La fiesta se fundamenta en el texto de Jn 7,14-30.
Mediator Dei: encíclica fundamental sobre la liturgia, emanada por Pío XII el día 20 de noviembre de 1947.
Megalinario (de megalynó=magnífico): retornelo de los -> troparios de la novena oda del canon, que inicia con la primera palabra del Magníficat.
Melisma (de mélisma = canto): en el canto gregoriano, la sucesión más o menos larga de notas melódicas sobre una misma sílaba o vocal.
Memoria: antiguamente
podía significar el "monumento funerario" o "capilla funeraria" sobre
la tumba de un mártir. Hoy indica la celebración conmemorativa
(obligatoria o libre) de un santo.
Memorial: en
la cultura greco-latina, el m. quiere revocar un difunto o un
acontecimiento; en la cultura judío-cristiana es recordar el
acontecimiento salvífico de Dios, que se renueva actualizándose en la
historia. En este sentido, la eucaristía no es sólo un recuerdo, sino
actualización del sacrificio de Cristo en el hoy de la iglesia y tensión
hacia la realidad gloriosa de Cristo resucitado. -> Anamnesis; -> Memorial.
Menáia (=
meses): en el rito bizantino, la colección de 12 volúmenes (uno por
mes) que contiene día por día los oficios de las fiestas fijas del
Señor, de la Virgen María y de los santos.
Menológhion: nombre dado al -> sinaxario; colectar noticias para las fiestas del Señor, de la Virgen María y de los santos.
Mesonyktikón (= medianoche): oficio bizantino de medianoche.
Mesórion: en el rito bizantino, la duplicación de las horas menores del oficio en los días penitenciales. -> Liturgia de las Horas.
Metánoia (= cambio de mentalidad): mencionada en la const. apost. Paenitemini, de Pablo VI (17-2-1966) cuando dice: "Ad Christi Regnum nobis fas est accedere tantum metanoia". La
m. se describe como "intima totius hominis mutatione, qua ipse
cogitare, iudicare vitamque suam componere incipit ea sanetitate et
caritate Dei perculsus, quae in Filio novissime manifestatae sunt et
plene nobis impertitae" (EDIL 611). En los ritos orientales la m. es una inclinación o una postración realizada en signo de humildad y adoración.
Micrologus: obra
de Beroldo de Constanza (+ 1100) que contiene indicaciones sobre la
misa, las témporas, el año litúrgico. Tuvo gran éxito en el medievo. El
método interpretativo alegórico que emplea es bastante moderado.
Miércoles de ceniza: primer día del tiempo cuaresmal, tenido en todas partes como día de ayuno; en él se impone la ceniza (cf Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 29).
Ministerios: "En
las celebraciones litúrgicas, cada cual, ministro o simple fiel, al
desempeñar su oficio hará todo y sólo aquello que le corresponde por la
naturaleza de la acción y las normas litúrgicas" (SC 28). Esta
distinción de funciones convierte la asamblea en un cuerpo orgánico,
expresión y manifestación del cuerpo místico de Cristo (1 Cor 12,12-30),
y la liturgia en un conjunto armonioso en el que cada cual desempeña su
propio papel (cf OGMR 58).
Minorista: antes de la reforma litúrgica se llamaba m. al clérigo que había recibido los -> ordenes menores.
Misa de presantificados: en
el rito bizantino se celebra la m.d.p. los días cuaresmales; se comulga
con el pan consagrado en una celebración eucarística anterior. La
liturgia romana sólo celebra la m.d.p. el viernes santo.
Misa seca: el abuso medieval de celebrar la eucaristía sin consagración cuando se impedía la binación.
Misal: el libro litúrgico que contiene los textos eucológicos para celebrar la eucaristía. El M. antes de la reciente reforma era plenarium por contener también las lecturas. -> Misal.
Missale mixtum: es el libro litúrgico plenario hispano, que contiene los textos para el oficio y para la misa.
Mistagogia (= iniciación a los misterios): es el último período de -> iniciación cristiana, que
se tiene después de haber recibido los sacramentos de la iniciación. En
este período se profundiza en el misterio pascual mediante la
meditación del evangelio, la participación en la eucaristía y el
ejercicio de la caridad.
Misterio de la fe:
aclamación anamnética después de la consagración en la eucaristía.
Antiguamente, antes de la reforma litúrgica del concilio Vat. II, la
expresión mysterium fidei en el canon romano estaba incorporada entre las palabras de la consagración del vino.
Mitra: toca alta y apuntada con la que los obispos se cubren la cabeza para algunas celebraciones.
Monición (de monere = exhortar): en la liturgia existen fórmulas, llamadas m., que invitan a la oración, como Oremus, Orate fratres, Sursum Corda, etc.
Existen también otras m. que son explicaciones para introducir a los
fieles en la celebración y disponerlos a entenderla mejor. Conviene que
estén preparadas y asimiladas, que sean breves e incisivas (cf OGMR 68a).
Myróforos (portador
de ungüento): las mujeres que fueron al sepulcro la mañana del primer
día de la semana para ungir el cuerpo de Jesús (cf Lc 24,1).
Myron: en
Oriente es el óleo santo consagrado por el patriarca o por el obispo
para el sacramento de la confirmación y la consagración del altar.

Nartez: vestíbulo de la iglesia en forma de pórtico, reservado primitivamente a los catecúmenos y a los penitentes públicos.
Natalis [dies]: -> Dies natalis.
Nave:
parte central de la iglesia "reservada a los fieles, de modo que les
permita participar con la vista y con el espíritu en las sagradas
celebraciones" (OGMR 273).
Neófitos (de
neóphytos = neonato): así se llaman los neobautizados por haber nacido a
la nueva vida de la fe. Es el tiempo de la -> mistagogia.
Neomenia (de neomenía = nueva luna): la fiesta del novilunio.
Nocturno: así se llamaba cada una de las tres partes (primero, segundo y tercer n.) de los antiguos -> maitines.
Nona: una de las "horas" del oficio, incluida en la "hora intermedia".
Número áureo: los
novilunios se repiten cada diecinueve años en las mismas fechas del año
solar; de ahí la importancia de individuar el lugar que un año solar
ocupa en el ciclo de los diecinueve años. Tal lugar es indicado por el
n.á., que se obtiene sumando una unidad al año y dividiendo el total por
el número 19: el resultado de la división es el n.á.; si el resultado
es 0 (= cero), el n.á. es 19.
Nunc dimittis: es el -> incipit del cántico de Simeón (Le 2,29-32), que se reza en completas.

O [antífonas]: se llaman así las siete antífonas del Magníficat que se cantan del día 17 al 23 de diciembre por iniciarse con esta exclamación.
Octava: espacio de ocho días, durante los cuales la iglesia celebra una fiesta. Actualmente sólo existe la o. de navidad y de pascua.
Ocurrencia: es
cuando en un mismo día ocurren varias celebraciones. Se celebra el
oficio de la que ocupa lugar preferente en la tabla de los días
litúrgicas (cf Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 60 y 59).
Odas (de odái = cantos):
en el rito bizantino son: 1) los cánticos bíblicos del -> orthrós,
2) el conjunto de troparios poéticos del -> canon.
Ofertorio:
tiene lugar después de la consagración en la eucaristía, cuando la
iglesia reunida ofrece al Padre, en el Espíritu Santo, el cuerpo y la
sangre de su Hijo Jesucristo. En este momento también los fieles se
ofrecen a sí mismos (cf OGMR 55f).
Oficio divino: -> Liturgia de las Horas.
Oficio de tinieblas: antiguamente
se rezaba o cantaba por la mañana los maitines y los laudes del jueves,
viernes y sábados santos, en los que se apagaba gradualmente las quince
velas colocadas en el candelero triangular.
Ofrendas: son
principalmente el pan y el vino que se presentan al altar para la
eucaristía. También se pueden aportar otras donaciones para los pobres o
para la iglesia (cf OGMR 49-50).
Ogdóada: es
la semana de ocho días, símbolo de eternidad, porque el número ocho
trasciende la semana e indica el día escatológico. Además, el octavo día
que sigue al séptimo (= sábado) es el domingo, día de la resurrección
del Señor (1 Ts 5,2-10). Por la relación existente entre la resurrección
del Señor en el octavo día y la celebración del bautismo, muchos
baptisterios antiguos son octogonales (por ejemplo, el de San Juan de
Letrán, el de Santa Sofía en Constantinopla, etc.).
Oikós: -> ikos.
Októechos: en el rito bizantino, el libro litúrgico de los ocho tonos. Contiene
los textos poéticos para las vísperas, el oficio nocturno, el orthrós y
la liturgia dominical e infrasemanal. Los textos están repartidos para
ocho semanas, según los ocho tonos musicales.
Oleos santos: los
tres óleos que el obispo bendice en la misa crismal del jueves santo:
el crisma, el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos.
Onitha: en la liturgia siro-caldea, el canto antifonal alternativo. Existen varias antífonas, a saber: la onitha de Bem, antífona antes de la comunión de los fieles; la onitha de Quanke, antífona después de la salmodia al inicio del Qurbana; la onitha de Rase, antífona ofertorial; la onitha del evanghelion, canto
antifonal después del evangelio, acompañado procesionalmente por los
fieles mientras se conducen a los catecúmenos a la salida de la iglesia.
Opus Dei: en
los ambientes monásticos, especialmente benedictinos, se llama así al
oficio divino (cf Regla de san Benito, cap. 43), considerado como dominicum servitium.
Oracional: el
libro que contiene las oraciones para la liturgia de las Horas. Se
encuentran elementos esparcidos en los primeros -> sacramentarlos
(Veronense y Gelasiano).
Oraciones presidenciales: son
las oraciones reservadas al sacerdote celebrante, a saber: la plegaria
eucarística, la colecta, la oración sobre las ofrendas y la oración
después de la comunión (cf OGMR 10-13).
Oraciones sálmicas: las
o.s., los títulos y las antífonas han contribuido grandemente a la
inteligencia de los salmos y a su adaptación para la oración cristiana
de la liturgia de las Horas. Según la norma de la antigua tradición, se
rezan concluido el salmo y después de observar un momento de silencio (cf OGLH110,112).
Orarion: en los ritos orientales, la estola diaconal, adornada con tres cruces.
Oratio dominica (= oración del Señor): es el Padrenuestro.
Oratio fidelium (= oración de los fieles): la oración universal, que concluye actualmente la liturgia de la palabra (cf OGMR 45-47).
Antes de la reforma litúrgica del Vat. II, en el rito romano se tenía
la solemne oración universal sólo el viernes santo. -> Deprecatio
Gelasü.
Oratio super oblata: oración sobre las ofrendas, antes del prefacio; antiguamente se llamaba Secreta.
Oratio super populum: antiquísima
oración de bendición y de despedida, que se conservó en el rito romano
sólo en el tiempo de cuaresma. En el Misal Romano de Pablo VI se ha
vuelto a restaurarla, precediendo la monición diaconal: Inclinase vos ad bendictionem (= inclinaos para recibir la bendición).
Oratio super sindonem (= oración sobre el corporal): en el rito ambrosiano, la antigua oración que seguía a la antífona post evangelium; hoy es la oración que concluye la oración de los fieles.
Ordenes menores: antes
de la reforma, los o.m. eran: el ostiariado, el lectorado, el
exorcistado y el acolitado. Después de la reforma existen sólo dos
ministerios: el -> lectorado y el -> acolitado.
Ordinario del lugar: "Por
el nombre de o.d.l. se entienden en derecho, además del romano
pontífice, los obispos diocesanos y todos aquellos que, aun
interinamente, han sido nombrados para regir una iglesia particular o
una comunidad a ella equiparada según el can. 368, y también quienes en
ellas tienen potestad ejecutiva ordinaria, es decir, los vicarios
generales y episcopales" (cf CDC, can. 134).
Ordines Romani: junto a los sacramentarios (eucología) y leccionarios (lecturas), encontramos en la antigüedad los libros de los Ordines. Contienen
las ceremonias de las celebraciones litúrgicas. Se escribieron en
varias épocas, que van del s. vio al x. M. Andrieu ha realizado la
edición crítica de los O.R.(Les Ordines Romani du moyen üge, I-V, Lovaina 1931-1961), que consta de cincuenta O.R. subdivididos en diez secciones según los argumentos. -> Libros litúrgicos.
Ordo: equivale a la palabra rito; así, el ordo missae equivale al rito de la misa; el ordo baptismi, al rito del bautismo.
Orthrós (=
aurora): para los bizantinos es el oficio del amanecer. Tiene un
esquema diverso y mucho más amplio que el oficio del rito romano. En los
días en que se celebra la eucaristía se une a ella. Con las vísperas
son los dos momentos fuertes del culto cristiano cotidiano.

Padrino: = madrina.
Paduense [sacramentario]: en la familia de los sacramentarios Gregorianos, además del llamado Hadrianum existe
el P. (del manuscrito n. D47 conservado en Padua en la biblioteca
capitular), dividido en dos partes; la primera es más rica (136 ff.) e
importante. Es dificil establecer la historia entre el Hadrianum y el
P. -> Libros litúrgicos.
Palia: en
España se usaban dos clases de palias o hijuela; una redonda (= palia),
que se ponía sobre la forma al preparar el cáliz; la otra, cuadrada,
puesta dentro de los corporales, llamada desde muy antiguo hijuela.
Palio:
insignia pontifical otorgada por el papa a los arzobispos y algunos
obispos. Es una banda circular de lana blanca decorada con seis cruces
negras que se coloca sobre los hombros, cayendo por delante y por atrás,
confeccionado con la lana de dos corderos que anualmente son ofrecidos
al papa en la fiesta de santa Inés. Especie de dosel colocado sobre
cuatro o más varas largas, que sirve en las procesiones para que el
Santísimo o la imagen que se porta sean protegidos de las inclemencias
del tiempo o de otros accidentes.
Palma:
el ramo, la rama verde se consideran símbolos de la victoria, de
ascensión, de regeneración, de inmortalidad y de triunfo de la fe. 
A
Nuestro Señor se lo recibe en Jerusalén con palmas. Una hoja de palma
es llevada al Paraíso, una palma se utiliza en el entierro de la
Santísima Virgen. 
En la
biblia es signo de prosperidad (Sal 91,12) y de victoria (Ap 7,9). El
domingo de ramos, en que se conmemora la entrada triunfal de Jesús en
Jerusalén, la p. significa victoria y martirio.
Paloma eucarística: copón
suspendido del techo del baldaquín, o de una ménsula de hierro junto al
altar, que tomaba la forma de paloma y guardaba las formas consagradas.
La p. estaba en uso desde el s. v en los bautisterios para contener el
crisma. A partir del s. xi se destinó a custodiar la eucaristía.
Palmatoria:
especie de candelero bajo con mango y pie, que se encendía antes de la
consagración en la eucaristía y alumbraba para dar la comunión.
Pan:
es símbolo del alimento del alma, es el “pan de vida”. “Beith-El” : ”
La casa de Dios” es la piedra alzada de Jacob, que se convierte en
Beith-Lehem” : en “La casa del pan”, se transforma a la piedra en pan o
sea en presencia substancial, en alimento espiritual. El pan bajo la
especie Eucarística simboliza El "Cuerpo del Cristo" que se inmoló para
nuestra salvación, es el pan sagrado de la vida eterna.
Panaghía (de pan-haghía = toda
santa): es el título honorífico que la iglesia bizantina atribuye a la
Madre de Dios. Por derivación, también se llama p. al pan bendecido en
su honor y al medallón con la efigie de la Virgen llevada por el obispo.
-> Encólpio.
Panegyrikón: homiliario
bizantino que contiene las homilías de los padres y las narraciones
hagiográficas para ser leídas durante el oficio o en el comedor monacal.
Panichída: el oficio fúnebre en el rito bizantino eslavo.
Pannychís (=
la noche entera): la vela o vigilia litúrgica que se prolonga toda la
noche. Se practica todavía hoy en algunos monasterios bizantinos. En
Oriente, la vigilia pascual es la p. por excelencia.
Pantokrátor (=
todopoderoso, omnipotente): en el arte oriental es la representación
más frecuente de Cristo. Se representa su figura entera, como en muchos
ábsides, sentado en el trono y bendiciendo. Más frecuentemente se
representa sólo de medio cuerpo, enmarcado dentro de un círculo, con la
derecha levantada en signo de bendecir y de autoridad y con la izquierda
mostrando el libro de los evangelios.
Paráklisis:
es el pequeño oficio en honor de la Virgen María, que se canta todas
las tardes del 1 al 14 de agosto en preparación a la fiesta de la
dormición o de la asunción en el rito bizantino.
Paraklitikí (de parakletiké = consolación): otro nombre dado al -> októechos, en cuanto contiene los cantos propios de exhortación y consolación.
Paramonia (de paramoné = permanencia):
la palabra significa permanecer largo tiempo en un mismo lugar, como
sucede en el rito bizantino en las tres grandes vigilias de las
solemnidades de navidad, epifanía y pascua.
Parasceve (de paraskeué = preparación):
para los hebreos era el día que precedía al sábado y en el que se
preparaba lo necesario para la fiesta. Según el testimonio de los
evangelios, fue el día de la muerte de Jesús (cf Mt 27,62; Mc 15,42; Jn
19,42; Lc 23,54). En el Misal de Pío V, publicado en el año 1570, el
viernes santo se titulaba Feria VI in Parasceve.
Parástasis: en la liturgia bizantina, el oficio de difuntos.
Parimía (de paroimía = proverbio, parábola): nombre que se da a las lecturas de las vísperas en el rito bizantino.
Parroquia (de paroikéo "habito cerca", pero también "estoy en país extranjero). El CDC define
la p. diciendo: "Es una determinada comunidad de fieles constituida de
modo estable en la iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la
autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco como su
pastor propio" (can. 515). Acerca del párroco, véase también CDC, can. 519.
Parusía (de parousía = presencia,
venida): retorno de Cristo al final de los tiempos (cf 1 Tes 2,19;
3,13; 5,23). En la liturgia la p. es la tercera dimensión: cada acción
litúrgica es memorial de la acción de Jesús histórico, celebración en el
hoy yen espera del retorno de Cristo.
Pascua annotinum: el
primer aniversario de la pascua en la que se ha recibido el bautismo.
En esta ocasión los neófitos celebraban una fiesta conmemorativa. Esta
costumbre duró en Roma hasta el s. viii.
Passio: la
narración evangélica de la pasión, muerte y sepultura de Cristo
proclamada en el domingo de ramos (Mateo en el ciclo A, Marcos en el B y
Lucas en el C) y el viernes santo (según san Juan).
Pasión [tiempo de]: tiempo litúrgico que comprendía la semana precedente a la pascua, del domingo de ramos en la pasión del Señor al sábado santo (Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 30-31).
Patena: especie de bandeja pequeña o platillo, generalmente dorada, donde se deposita la forma durante la celebración eucarística. -> Objetos litúrgicos-> Vestiduras.
Paz: -> Rito de la paz.
Pedobautismo (de país = niño + bautismo): la costumbre antiquísima en la iglesia de bautizar a los niños, testimoniada ya en el libro de la Tradición apostólica de Hipólito Romano.
Penitenciales [libros]:
así se llamaba en los ss. vii-viii a los libros que contenían el elenco
de pecados e indicaban la satisfacción correspondiente. Fue la época
llamada de la penitencia tarifada. -> Penitencia.
Penitenciales [salmos]: son los siete salmos definidos así por su contenido, y son los siguientes: 6, 31, 37, 50, 101, 129, 142.
Pentecostés (de penttekosté heméra = cincuenta
días): la fiesta agrícola hebrea que se celebraba a los cincuenta días
de la pascua. Pronto se le unió la memoria de la promulgación de la ley
sinaítica. En el culto cristiano es la fiesta de la venida del Espíritu
Santo, con la que se concluye el tiempo pascual. -> Triduo pascual. -> Pascua y Pentecostés.
Pentekostárion: nombre
que se da en la liturgia bizantina al libro que contiene lo propio del
período que va de pascua a penfecostés y el -> estiquero del salmo 50
para el -> orthrós.
Perícopa (de peri-kóptó = corte alrededor): pasaje que puede ser recortado dentro de un libro o capítulo de la biblia.
Phós hilarán: -> luz; -> himno de la tarde. Photixómenoi: (= iluminados); -> elegidos.
Pixide (de púxis = caja): copón en el que se guardan las formas consagradas.
Planeta: especie de casulla que se diferencia de la misma por tener la parte delantera mucho más corta.
Pluvial (de pluviale = capa
para la lluvia): vestidura litúrgica usada por el sacerdote en la
exposición eucarística, en las procesiones eucarísticas, en la
celebración del matrimonio fuera de la misa, en la liturgia de las
Horas. En la confirmación la usa el obispo (cf RC 19).
Polyéleos (=
muy misericordioso): así llaman los griegos al salmo 135 porque en la
segunda parte de cada versículo se dice: "porque es eterna su
misericordia".
Pontifical Romano: libro litúrgico que contiene los textos y la normativa para las celebraciones reservadas al obispo. -> Libros litúrgicos.
Porciúncula: la
pequeña iglesia de san Francisco que se encuentra dentro de la iglesia
de Santa María de los Angeles, en Asís. Se le concedió indulgencia
plenaria por Honorio III y posteriormente se hizo extensiva a las
iglesias franciscanas y a todas las parroquias.
Portapaz: -> instrumentum pacis.
Postcommunio: la oración última de la eucaristía antes de la reciente reforma litúrgica. Hoy se llama oratio post communionem, volviendo al nombre antiguo.
Post nomina [oratio]: en la antigua liturgia franca era la oración después de la lectura de los -> dípticos.
Post pridie [oratio]: en la misa hispano-mozárabe, la oración parecida al canon romano.
Potérion: el cáliz en la lengua griega.
Praeconium paschale (= pregón pascual): unido al rito lucernario que caracterizaba la vigilia pascual, el p.p. o -> exsultet se
remonta al final del s. III. Concluida la procesión con el cirio
pascual encendido y llegado el sacerdote al altar, el diácono pone el
cirio pascual sobre el candelero colocado en medio del presbiterio o
junto al ambón, recibe la bendición del sacerdote presidente y proclama
solemnemente el p.p., mientras los fieles permanecen de pie y con las
velas encendidas en las manos.
Precatecumenado: período
comprendido entre el primer anuncio del evangelio y el ingreso en el
catecumenado. En este tiempo se evangeliza al aspirante, se fundamenta
su fe y conversión y se le inicia en la oración y en la vida de la
comunidad eclesial.
Prefacio (de praefari =
decir delante): es el primer elemento de la plegaria eucarística. "El
sacerdote invita al pueblo a elevar el corazón hacia Dios, en oración y
acción de gracias...; en nombre de todo el pueblo santo glorifica a Dios
Padre y le da gracias por toda la obra de salvación o por uno de sus
aspectos particulares...; y toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías
celestiales, canta o recita el Sanctus" (OGMR54-55 a-b). Estructuralmente, el p. se inicia con un diálogo, una introducción (Vere dignum...), el embolismo central (Quia...), una introducción al Sanctus (Unde et nos...; Et ideo...) y se concluye lógicamente con la aclamación del Trisághión (Sanctus, sanctus, sanctus).
Preorté (De pró-eorté = antes de la fiesta): el día precedente a una fiesta.
Presantificados: -> misa de los presantificados.
Presbiterado: el segundo grado del orden sagrado.
Presbiterio: espacio que rodea al altar reservado al obispo y al clero.
Presbítero (=
anciano): antiguamente se denominaba así al que había recibido del
obispo la ordenación sacerdotal y colaboraba con él en la liturgia y en
la salvación del pueblo.
Primera comunión [misa
de]: es la celebración eucarística en la que el cristiano, después de
un tiempo de preparación, recibe por primera vez la eucaristía.
Primera piedra [poner la]: cf RDI, pp. 15-23.
La celebración del rito de la colocación de la primera piedra y la
bendición del terreno de la nueva iglesia es conveniente que esté
reservada al obispo diocesano.
Prokímenon (de prokéimenon = puesto
delante): en el actual oficio bizantino, el versículo sálmico
proclamado antes de la lectura bíblica y que ofrece una clave
interpretativa de la lectura a la luz del misterio del día.
Proskomidía: preparación de las ofrendas en la liturgia bizantina. -> Próthesis.
Proskynesis: postración o inclinación en signo de adoración.
Prosómion: tropario sin melodía propia, cantado con la melodía de otro tropario.
Prosphorá (= oblación): en el rito bizantino, el pan del que se extraen las partículas para ser consagradas.
Próthesis: en
el rito bizantino, la pequeña mesa colocada en el ábside menor, al lado
norte, destinada a la preparación de las ofrendas y consumación de las
santas especies después de la liturgia.
Protóclito (de prótos-kaléó = llamado
antes): título honorífico concedido a san Andrés por haber sido el
primero que Cristo llamó (cf Jn 1,40), así como san Esteban es el
protomártir.
Psycopómpo (de psyché + pémpo = acompañar
el alma: así se denomina al arcángel Gabriel, porque la iconografía
cristiana lo representa acompañando a las almas al cielo.
Puerta: Simboliza el lugar de paso entre dos lugares, dos mundos, lo conocido y lo desconocido, la luz y las tinieblas. En la tradición judaica y en el cristianismo simbolizan el acceso a la revelación .
Se
nombra a las puertas en el Antiguo Testamento y en el Apocalipsis. El
Señor mismo dice:” Yo Soy la puerta si alguno entra por Mi estará
salvado” (Juan 10,9). La puerta es el símbolo de la salvación, de la
redención y es la justicia. También se la utiliza como símbolo en las
oraciones a la Santísima. Virgen, que se refiere a ella como “Puerta del
Oriente” y Puerta del Cielo”. Es símbolo de la posibilidad de acceso a
una vida superior.
En
el icono del “Descenso al Hades” el Cristo rompe y pisa las puertas del
infierno como símbolo del triunfo sobre él. A Pedro el Señor le entregó
las “llaves de las puertas del cielo”.
En
el Apocalipsis el Cristo dice “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si
alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y
él Conmigo”. (Apoc.4,1).
La
apertura de las puertas de la Nueva Jerusalén, del templo ideal
simboliza el libre acceso del pueblo santo a la "Gracia de Dios".
Puertas reales: -> hághía. Puertas centrales en el Iconostasio, por donde entran los sacerdotes a la parte propia del sacrificio.
Púlpito: plataforma
pequeña y elevada, con antepecho y tornavoz, construida en la nave
principal de la iglesia para la predicación, los ejercicios piadosos y
la proclamación de las lecturas en la misa solemne o cantada. Hoy día
está casi en desuso. -> Lugares de celebración.

Qanoná: en el rito sirio-caldeo, la aclamación doxológica proclamada en voz alta por el celebrante. ->Orientales, Liturgias.
Quddasa: en el rito siro-caldeo, la consagración, la anáfora.
Quincuagésima [domingo
de]: se llama así al domingo que precedía inmediatamente a la cuaresma.
En la reforma litúrgica del Vat. II se ha suprimido, como sexagésima y
-> septuagésima.
Quilla: en el rito siro-caldeo, una especie de aclamación diaconal.
Qurbana (= ofrenda): en el rito siro-malabar significa la plegaria eucarística.

Recitación: lectura-declamada en forma recitativo-melódica, con simples inflexiones de voz para indicar la puntuación del texto.
Recomendación del alma: -> Commendatio animae.
Rationabilis (traducción del griego: loghiké = relativo a la inteligencia): la palabra, que significa espiritualya en la biblia (cf Rom 12,1; 1 Pe 2,2), se encuentra en la liturgia con el mismo significado. Así, en el canon romano define rationabilem la ofrenda en la epiclésis Quam oblationem. La traducción castellana dice: "Bendice y acepta, oh Padre, esta ofrenda haciéndola espiritual..."
Rationale Divinorum Officiorum: es
el título de una obra de Guillermo Durando (+ 1296), obispo de Mende,
en la que el autor recopila íntegramente las prescripciones del oficio
contenidas en los Ordines romani y dándoles una interpretación exageradamente simbólica.
Redditio symboli (=
entrega del símbolo): como existía la -> traditio symboli,
consistente en la enseñanza de los artículos de la fe a los catecúmenos
en los domingos tercero y cuarto de cuaresma, también existía la r.s.,
que tenía lugar la mañana del sábado santo, que consistía en la
recitación oficial del credo por parte de los catecúmenos, que aquella
misma noche recibirían el bautismo, como signo de su creencia y de
haberlo meditado. -> Iniciación cristiana
Refrigerium: antigua
costumbre cristiana de comer junto a la tumba de un difunto, reservando
parte de la comida para él. San Ambrosio en el s. IV lo prohibió a los
cristianos por la estrecha analogía con las costumbres paganas.
Regina Coeli: antífona mariana que se recita al concluir el oficio divino en el tiempo pascual.
Reliquias [culto
de las]: los restos mortales o los objetos o vestidos pertenecientes a
un santo fueron venerados desde antiguo por la iglesia. La veneración de
las r. tiene como fin único proclamar las maravillas que Cristo ha
realizado en sus siervos, que son un ejemplo a imitar por los fieles (cf
SC 111 ) .
Renuncia a Satanás: es el acto realizado por el catecúmeno (RICA 217) o sus padres y padrinos por él antes de ser bautizado (RB 73a, 124,
149); por tal acto se renuncia a Satanás, a sus obras y seducciones. Se
repite cada año en la vigilia pascual, estando la asamblea de pie y con
las velas encendidas en las manos (cf MR, Vigilia pascual 46; renovación de las promesas bautismales).
Responsorio: canto
alternado entre el solista (o schola) y el pueblo o asamblea, que
responde con un estribillo. Es la forma más antigua del canto litúrgico;
tenemos un ejemplo en la liturgia eucarística en elsalmo responsorial.
Rito de la paz: dentro
del rito de comunión en la eucaristía se encuentra el r.d.l.p., con el
que los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda
la familia humana, y se expresan mutuamente la caridad, antes de
participar de un mismo pan (cf OGMR 56b).
Ritual: libro
que contiene las fórmulas y la normativa que deben saber el sacerdote y
los fieles para la participación y celebración de los sacramentos. -> Libros litúrgicos.
Rosa: es la manifestación, que surge de las aguas primordiales, por encima de las cuales se eleva y se abre. Es símbolo del renacimiento místico, de la iniciación a los misterios y a la regeneración. Símbolo de amor y don de amor.
En
iconografía es la copa que recoge la sangre del Cristo, es símbolo de
las llagas del Cristo, símbolo del renacimiento a través de ellas. 
Hay
iconos de la Santísima Virgen con rosas en su pecho o en su mano, o
rodeada de rosas y también hay un icono donde el niño Jesús está parado
en una rosa y la Virgen le ofrece otra.
Rótulo de Rávena: se
trata de un pergamino, mutilado al principio y al final, sobre el que
se han escrito en caracteres unciales cuarenta oraciones relativas a la
preparación de la navidad. El documento se encuentra en el archivo del
Príncipe Pío y la edición crítica se encuentra en el apéndice de la
edición del -> Veronense realizada por Mohlberg, en las pp. 173-178.
Rúbricas (de ruber = rojo):
cuando en los ss. XI-XII la palabra entró en el lenguaje litúrgico,
significó la normativa ritual y ceremonial indispensable para el
correcto desarrollo de las acciones litúrgicas. En los libros litúrgicos
la normativa siempre se escribe en color rojo. La reforma litúrgica
actual ha reducido muchísimo el aparato rubrical para enriquecer con
indicaciones teológicas y pastorales los libros litúrgicos.
 

Sacras:
antes de la reforma litúrgica del Vat. II eran las tres tablas o
cuadros colocados sobre el altar para ayudar la memoria del celebrante
en la recitación de las partes invariables de la misa.
Sacramentario-Liber Sacramentorum:
libro litúrgico que precedió al Misal. Contiene los formularios
litúrgicos para la celebración de la eucaristía, de los sacramentos y de
los sacramentales. Los principales son: el s. -> Veronense, el s.
-> Gelasiano, el s. -> Bergomense. -> Libros litúrgicos.
Sacristía (de secretarium, sacrarium): en
las iglesias es el lugar donde se revisten los sacerdotes para las
celebraciones litúrgicas y donde se guardan los ornamentos y todo lo
perteneciente al culto.
Salmista: quien
proclama o canta el salmo responsorial u otro canto bíblico
interleccional. Para cumplir bien con este oficio, es preciso que el s.
posea el arte de salmodiar y tenga dotes para emitir bien y pronunciar
con claridad (cf OGMR 67).
Salmo responsorial: -> responsorio; -> salmodia.
Salmodia: recitación
modulada de los salmos. Puede ser ejecutada por un salmista o por el
solista con la respuesta de la asamblea mediante el estribillo
responsorial (salmo responsorial), o de forma antifonal (->
antífona), o coralmente por toda la asamblea.
Salve Regina: la más célebre de las antífonas marianas con que concluye el oficio divino. Obra de Ademaro, obispo de Puy en Velay (+ 1098).
Samaritana: [domingo de la]: en el rito ambrosiano, la segunda dominica de cuaresma, en la que se lee Jn 4,1-42.
Sanctus (= santo): el -> Trisághion de los griegos inspirado, y algo cambiado, en el himno de los querubines de ls 6,3. Es la -> aclamación que concluye el -> prefacio y es necesario continuar con el Vere sanctus para
recuperar el sentido de la plegaria eucarística, interrumpida por la
aclamación. Lo canta o recita toda la asamblea, uniéndose a las
jerarquías celestiales (cf OGMR 55 b).
Santuario: la
parte de la iglesia ubicada alrededor del altar y destinada al
desarrollo de las funciones sagradas. En este sentido es sinónimo de
-> presbiterio. Está o estaba separado de la -> nave por una
balaustrada o cancel. En las iglesias orientales el s. tiene mucha
importancia, en él se encuentra el altar, rematado por el cimborio, y
está separado de la nave por el -> iconostasio.
Schola cantorum: la
s.c. o coro ejerce un oficio litúrgico propio y le corresponde ocuparse
de la debida ejecución de las partes reservadas a ella, según los
diversos géneros del canto, y favorecer la activa participación de los
fieles en el mismo (OGMR 63).
Scriptorium: en primer lugar, se denominaba el estilo con que se escribía sobre
la cera; luego, en el medievo, la base sobre la cual se apoyaba el
folio en el acto de escribir y, por extensión, el lugar en el que los
amanuenses trabajaban. En paleografía litúrgica es importante el lugar
donde se escribían los manuscritos para individuar la procedencia de un
códice y facilitar la datación y la transcripción.
Secreta [oratio]: era el nombre que se daba a la actual oración sobre las ofrendas, cuando se recitaba en silencio o en voz baja.
Secreto o sigilio sacramental: es
la obligación que tiene el confesor de guardar secreto del contenido
del sacramento de la reconciliación y de no descubrir por ningún motivo
al penitente (cf CDC, cáns. 983-984).Existen penas en el mismo CDC para quien viole el sigilo (can. 1388).
Secuencia: (de sequentia = proseguir):
canto poético o prosa rimada que se canta antes del evangelio, después
de la segunda lectura, en algunas solemnidades. Nació del canto sobre
vocal que se aplicaba a la última sílaba del Aleluya. Para
facilitar la vocalización se utilizan palabras, formando así una
composición autónoma que se convirtió en secuencia. Mencionamos las
siguientes: la secuencia pascual: Victimae paschali laudes, el Veni, sancte Spiritus para el día de Pentecostés y la famosa Stabat mater. Fuera de los días de pascua y pentecostés no son obligatorias (cf OGMR 40).
Sede: el
lugar reservado al sacerdote celebrante para cumplir su oficio de
presidir la asamblea y dirigir la oración. Ha de estar de cara al pueblo
para facilitar la comunicación entre el sacerdote y la asamblea.
Evítese toda apariencia de trono (cf OGMR 271).
Senatorium: antiguamente era la parte de la nave de la iglesia a la derecha del altar, que estaba reservada a los hombres.
Sentencias: En
el salterio de la liturgia de las Horas, cada salmo va precedido,
además de por el título sálmico, por una sentencia para fomentar la
oración a la luz de la revelación cristiana, sacada del NT o de los
padres (cf OGLH 111). Así, por ejemplo, el salmo 149 de
los laudes dominicales de la primera semana tiene como título "Alegría
de los santos" y como sentencia una frase de Hesiquio: "Los hijos de la
iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor".
Septuagésima [tiempo
de]: era, antes de la reforma litúrgica, un tiempo de preparación a la
cuaresma. La cuaresma, tiempo de preparación a las fiestas pascuales,
tenía a su vez tres domingos preparatorios a la cuaresma, a saber:
septuagésima, sexagésima y quincuagésima. El domingo de septuagésima se
celebraba setenta días antes del clausum paschae (= el sábado de la octava de pascua).
Sepulcro: se define así el lugar del altar que encierra las santas reliquias colocadas en el día de su consagración.
Sexagésima: -> septuagésima.
Sexta: hora menor que se celebra al mediodía. Forma parte de la -> hora intermedia.
Signo de la cruz: es
el gesto distintivo de los cristianos. Toda celebración litúrgica se
inicia con el s.d.l.c. para indicar que se celebra en nombre de la
Trinidad.
Signo de la paz: -> rito de la paz.
Shemá [Israel] (= escucha, Israel): la típica oración hebrea, recitada dos veces al día y compuesta por los textos Dt 6,4-9 y 11,13-31.
Shemoné-esréh (= la oración de las dieciocho bendiciones): es para los hebreos la tefillá (= oración) por excelencia. También se llama -> amidah (= de pie) porque se recita estando de pie.
Simpatizantes: son los aspirantes al catecumenado. En este tiempo son evangelizados. -> Precatecumenado.
Sinergia (de syn-érgon = co-acción):
la colaboración nacida de la unidad de energías. En los padres, la
palabra intenta presentar la novedad de la unión de Dios y del hombre en
Jesucristo mediante el Espíritu Santo. La s. del Espíritu Santo y de la
iglesia es una noción clave para comprender el misterio de la liturgia
(Corbon).
Solemnidad: la máxima clasificación del día litúrgico. Su celebración comienza en las primeras vísperas, el día precedente (cf Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario 11). Las solemnidades principales son: el triduo pascual, navidad del Señor, epifanía, ascensión, pentecostés, etc.
Sphraghís (= sello): era la señal con la que el amo marcaba a personas y animales de su propiedad. En la liturgia sacramental indica el carácter peculiar que imprimen en el alma los sacramentos del bautismo, confirmación y orden.
Stasis (de stásis =
estación, pausa): en el rito bizantino, las s. son las sesenta
antífonas que dividen las veinticuatro -> catismas del Salterio
bizantino.
Statio [liturgia de la] (= lugar de parada): antigua acción litúrgica consistente en una procesión de una iglesia (llamada iglesia collecta = reunión) a otra (iglesia estacional), donde se celebraba la eucaristía. ElOrdo Romanus I describe todos los detalles de esta costumbre romana.
Stauróforo (de stáuros-féró = portador de la cruz): el que lleva la cruz en las procesiones.
Staurotheotokíon: un -> theotókion con alusiones a la cruz: la Madre de Dios al pie de la cruz; se recita los miércoles y los viernes.
Stichéros (de sticherón = versículo):
el -> tropario intercalado entre los versículos de los salmos del
lucernario y de los laudes (liturgia bizantina).
Sticologia:
1) lectura continua versículo a versículo del salterio, un ->
catisma para vísperas y tres para el orthrós. Se trata de una costumbre
bizantina monacal, omitida en las parroquias; 2) lectura de los versículos de un salmo intercalados por los troparios, los sticheros o apostichos.
Sufragios:
oraciones y obras de caridad ofrecidas por los fieles difuntos. La
celebración eucarística es el s. por excelencia. Los s. relacionan la
iglesia peregrina con la iglesia celeste (cf LG 50).
Super oblata: -> oratio super oblata.
Suplemento del Gregoriano: llamado también: -> Hucusque por
la palabra inicial de su prefacio. En el sacramentario Gregoriano
enviado por el papa Adriano a Carlomagno faltaban muchos formularios por
ser un sacramentario para uso del papa; fue necesario añadir los
formularios necesarios. Durante mucho tiempo se afirmaba que ->
Alcuino realizó el trabajo de completarlo; hoy la crítica reciente lo
atribuye al abad Benito de Aniane.
Surraya: en el rito siro-caldeo, el canto compuesto por un salmo o parte del mismo, después de la segunda lectura del AT.
Synapté (= colecta): letanía diaconal al principio de las vísperas, del orthrós y de la eucaristía (liturgia bizantina).
Synaxario (de synaxárion = recoger):
en la iglesia griega recoge un breve elogio hagiográfico del santo de
cada día del año para el oficio divino. Designa también el ->
typikón. -> Santos.
Synáxis (de synáxis = reunión): la asamblea, la reunión litúrgica para una celebración. -> Asamblea.

Tabernáculo: -> Lugares de celebración.
Teándrico-teandrismo (de Théos + anér =
Dios-hombre): con estas palabras se indica la unión de la naturaleza
divina con la humana en la única persona de Cristo. La liturgia es una
realidad teándrica por excelencia porque al celebrar la iglesia (cuerpo)
los misterios Cristo (cabeza) está presente.
Tercia: hora menor que se celebra hacia las nueve de la mañana. Hora incluida en la -> hora intermedia.
Theotókion: I tropario en honor de la Madre de Dios (= Theotókos).
Theotókos (= Madre de Dios): es el título dado a María en el concilio de Efeso (431).
Título sálmico: -> Salmos.
Tracto:
algunos versículos de un salmo que se cantaban o rezaban inmediatamente
antes del evangelio en la misa de ciertos días. Su característica
originaria era la de ser ejecutado por un cantor de un tirón, sin
interrupciones antifónicas o responsoriales por parte del coro o de la
asamblea. -> Salmos.
Traditio symboli (=entrega
del símbolo de la fe): en la antigua disciplina catecumenal existía la
costumbre de enseñar de viva voz a los -> competentes los artículos
de la fe del símbolo apostólico (credo) el tercero o cuarto domingo de
cuaresma. A la t.s. le corresponde la -> redditio symboli.
Transitorium: corresponde a la antífona de comunión en el rito antiguo ambrosiano.
Triadikón: tropario en honor de la Trinidad o el canon triádico en el oficio nocturno del domingo.
Triduo (de tres-dies = tres días): tres días dedicados especialmente a la oración y celebraciones. En la liturgia el t. principal es el I Triduo pascual.
Triódion (=
de tres odas): canon que comprende tres odas, rezado los lunes y
viernes de cuaresma. Se llama también así el libro de la cuaresma (cf
-> pentekostárion).
Trisághion (= tres veces santo): la triple aclamación Santo Dios, santo fuerte y santo inmortal, ten piedad de nosotros que
se encuentra en la liturgia eucarística oriental al inicio de la
liturgia de la palabra, en la pequeña entrada. Esta aclamación, sacada
de Is 6,3, inicialmente cristológica y presente en las actas del
concilio de Calcedonia (451), se amplió luego dándole un sentido
trinitario. Se menciona en los -> improperios del viernes santo
mientras se adora la cruz.
Tropario (de trópos = modo,
forma o tono): composición poética de variable duración, cuyo ritmo se
fundamenta sobre el acento tónico. Los más antiguos se remontan al s. v.
Estos formaron luego parte de las sucesivas composiciones litúrgicas de
los kontákia, de los iki y de los cánones. Con frecuencia el t. es el
desarrollo de una antífona sálmica.
Tropos (de trópos, entendido como desarrollo armónico): texto
breve que durante la edad media se interpolaba en un texto litúrgico,
bien aprovechando una frase musical sin letra en el canto o bien
dotándole de melodía propia.
Turgama: en el rito siro-caldeo, el himno cantado antes de la epístola y del evangelio.
Thymiatérion: incensario.
Typiká: en
la liturgia bizantina, el grupo formado por los salmos 102, 145 y las
bienaventuranzas (Mt 5,3-12). Precede a la pequeña entrada, sustituyendo
a las tres antífonas. El oficio de los t. es de origen palestinense;
era un oficio de comunión para los días alitúrgicos (como los presantificados en cuaresma, de origen constantinopolitano).
Typikón: en
el rito griego es el libro litúrgico que contiene las ceremonias y
rúbricas. También se llama así, por extensión, el reglamento de un
monasterio.

Urbi et orbi (=
para la ciudad y para el mundo): expresión usada por los papas para
referirse a la ciudad de Roma y a toda la iglesia. Se emplea
principalmente en las bendiciones solemnes en las que se concede indulgencia plenaria.
 

Valedictio (= despedida): es la última recomendación a Dios y la última despedida dada a un difunto. -> Commendatio animae.
Vara: De su vara Moisés muestra la fuerza y el milagro de Dios, se convierte en serpiente y en agua.
La vara florida de San José marca la protección a la Santísima Virgen.
Vela: ver Cirio.
Velatio [sponsae
et virginis] (= velación de la esposa y de la virgen): esta costumbre
litúrgica se remonta al s. iv y procede de la tradición pagana del velamen flammeum con que se cubría a los esposos a modo de nube (de ahí el verbo nubere =
desposar). Tanto para las vírgenes como para los esposos —que son signo
de una misma realidad esponsal—, la v. contiene un sentido fuertemente
pneumatológico. -> Matrimonio1246.
Veronense [sacramentario]:
es el más antiguo de todos los -> sacramentarlos. Contiene una
colección de formularios procedentes ciertamente de Roma y probablemente
de los mismos archivos lateranenses. Bianchina fue el primero que
publicó en 1735 esta colección de libelli y la tituló Sacramentario Leonianoporque
creía que el papa León era el autor de los formularios. Hay textos del
papa Gelasio, Virgilio, el mismo León y otros por identificar todavía.
Es la primera y más importante fuente de la eucología romana. Los
formularios fueron compuestos en los ss. vi-vii y están distribuidos
según los meses del año civil y no según el año litúrgico, como en el
sacramentario Gelasiano. El manuscrito, que se encuentra en la
biblioteca de Verona, está mutilado y faltan los primeros folios, que
comprenden los meses de enero a abril. -> Libros litúrgicos.
Viático (=
provisiones para el camino): con este nombre se indica el sacramento de
la eucaristía dado a los moribundos, según las palabras del Señor:
"Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le
resucitaré el último día" (Jn 6,54). "A ser posible, el v. debe
recibirse en la misa, de modo que el enfermo pueda comulgar bajo las dos
especies, ya que, además, la comunión en forma de v. ha de considerarse
como signo peculiar de la participación en el misterio que se celebra
en el sacrificio de la misa, a saber: la muerte del Señor y su tránsito
al Padre" (RUE 26).
Victimae paschali laudes: es el -> incipit de la célebre -> secuencia pascual atribuida a Vipo, capellán del emperador Conrado II (+ 1050).
Vid:
es un árbol sagrado en el Antiguo Testamento (Jue. 9,13 y Dt. 32,37).
Israel ve a la vid como “árbol mesiánico” (Miq. 4,4 y Zac. 3,10). La
sabiduría es una vid que hace germinar la Gracia (Echos. 24,17).
El
símbolo de la vid se transfiere al Verbo Encarnado; el Mesías es como
una vid. Jesús dice; “Yo soy la Vid” (Juan 15,1). En las parábolas la
viña designa el Reino de Dios (Mateo 21,28). La vid es el origen del
vino y el vino simboliza la sangre de Nuestro Señor que es derramada
para nuestra salvación y es dejada como camino, en la "Última Cena",
para nuestra redención por la comunión (común- unión).
En
iconografía prefigura “el árbol de la vida” y en el mensaje apocalíptico
es símbolo de la salvación, de la "Eucaristía" y de la "Vida Eterna"
(Apocalipsis 14,18).
Vigilia: costumbre
de prepararse a una solemnidad o a un acontecimiento extraordinario
permaneciendo en oración toda la noche precedente. La vigilia madre de
todas las vigilias es la pascual, que sirvió de modelo para otras
vigilias, como la de navidad del Señor, pentecostés, etc. La v. adquiere
un sentido escatológico a la luz de la parábola de las vírgenes (Mt
25,6) y de la invitación a vigilar que dirige Cristo a sus apóstoles (Mt
13,35-36). Cf OGLH 70-73. ->Triduo pascual.
Vísperas:
es la oración de la tarde, cuando ya declina el día. Se da gracias por
cuanto se nos ha otorgado en la jornada y por cuanto hemos logrado
realizar con acierto. Hacemos también memoria de la redención por medio
de la oración que elevamos "como el incienso en presencia del Señor", y
en el cual "el alzar de las manos" es "oblación vespertina" (Sal 140,2).
Cf OGLH 39. -> Liturgia de las Horas.
Yóser (= creador): la primera palabra y el nombre de una de las dos bendiciones que preceden al -> shemá. -> Oración y liturgia.
Ypakoé: tropario propio para los domingos y los días de gran fiesta. El sentido de la palabra es incierto (quizá deriva del akoúó = escuchar) y expresa una invitación a prestar atención en la lectura y en la escucha.

Zéon: en el rito bizantino, el agua caliente que se mezcla con el vino en el cáliz después de la inmixtión,mientras
el sacerdote dice: "Fervor en la fe y lleno del Espíritu Santo".
Nicolás Cabanillas ve en este acto el descender del Espíritu Santo sobre
la iglesia.
Zikkarón: -> anamnesis; -> Memorial.
Zummara: en el rito siro-caldeo, el canto compuesto de salmos que se canta después de la epístola

NOTA: Este Vocabulario litúrgico bizantino está inspirado en los trabajos de las siguientes páginas










Croquis de una  basilica cristianizadaToda
la adecuación  del espacio litúrgico debe perseguir el fácil ejercicio
de sus funciones principales: la función sacrificial, y la función de
casa de oración para el pueblo de Dios. Así mismo, debe tener en cuenta
el carácter simbólico de la ornamentación toda; y mantener la fidelidad a
la tradición recibida; y aportar al templo la cultura y el arte propios
del lugar y del momento en que se construye.



La función sacrificial exige del templo una cuidadosa planificación para que los “materiales”
litúrgicos y los sujetos de la asamblea tengan lugares adecuados y se
respeten mutuamente. El centro será siempre Cristo, presente en el altar
y en la cruz. El ambón, sede de la Palabra, ocupará un lugar desde el
que pueda proclamarse con toda propiedad a la asamblea. Todos los
sujetos –celebrante, acólitos y pueblo- deberán tener un horizonte
único, todos mirarán a Cristo, tanto durante la liturgia de la Palabra,
como eucarística.



Al terminar el sacrificio del altar,
la iglesia no queda vacía. La presencia sacramental del Señor exige que
el Sagrario tenga una presencia teológica sólida para que el templo
pueda cumplir su función de “casa de oración”, de lugar sagrado por la
presencia real de Jesucristo.



Vamos a exponer el complejo trabajo de planificar la construcción de un  templo católico siguiendo el siguiente índice:


  1. LA ORIENTACIÓN DEL EDIFICIO DEL TEMPLO
  2. GRANDES ESPACIOS LITÚRGICOS
  3. DISTRIBUCIÓN EN PLANTA
 4. EL PRESBITERIO


  1. Altar
  2. Ambón
  3. Cruz
  4. Sede
  5. Cátedra
 5. EL LUGAR DE LOS FIELES


  1. Nave
  2. Coro
6. EL SAGRARIO


7. OTROS ESPACIOS LITÚRGICOS


    7.1.-DISPOSITIVOS LITÚRGICOS FRENTE AL ALTAR



  1. Puertas y Accesos



  2. Baptisterio



  3. Contra-ábside y Contra-coro


     7.2.-OTROS ESPACIOS



  1. Sacristía



  2. Cripta



  3. Atrio





1.-LA ORIENTACIÓN DEL EDIFICIO DEL TEMPLO.


En una página anterior hemos hablado
de la dimensión cósmica del templo cristiano. Es una dimensión que se
busca y simboliza a través de la orientación de su planta y la situación
de la Cruz. El edificio mira a oriente y trasmite un profundo
significado histórico, cósmico y escatológico. La Cruz, alzada sobre el
suelo, no sólo dirige la oración de toda la asamblea en una dirección
común, sino que atrae todas las cosas hacia ella.



Por razones históricas, las iglesias
del mundo occidental miran a Jerusalén, el lugar del Templo
veterotestamentario y patria de Jesús. Es decir, miran a Oriente.
Los
Padres de la Iglesia insisten en que es conveniente volverse hacia
oriente durante la plegaria. Las razones teológicas aducidas, claramente
resumidas por santo Tomás, son:



1º.- porque el movimiento de los astros viene de oriente, mostrándonos  la majestad de Dios;


2º.- porque nuestro movimiento natural es volver al Paraíso terrenal, que existió al Este;


3º.-porque Cristo, que es la Luz del
mundo, aparece desde Oriente (Zac 8,7), y Daniel dice que «creció hacia
el Oriente»(Dan 8,9);



4º.-y, finalmente, porque “el camino de los reyes viene de Oriente” (Ap 16,12).





El Oriente es para el cristiano el símbolo del lugar por donde aparece el Salvador: “nos visitará el sol que nace de lo alto”
y, por ello, todas las iglesias cristianas están orientadas hacia el
sol naciente. La luz entra con el primer rayo de sol e incide sobre el
hastial del presbiterio, lugar donde se coloca el Cristo Pantocrátor,
autor de todo lo creado, Señor del tiempo y de la historia.



Por el contrario, el Occidente, por
donde el sol se oculta, es considerando como el reino del Mal, de las
tinieblas y de la muerte; por eso el muro de la fachada occidental se
reserva para la salida al exterior, al espacio profano aún no
evangelizado, y sobre él se coloca el icono del Juicio Final, ya sea en
el interior,  como en los mosaicos de las iglesias bizantinas, ya en el
exterior, en los bajorrelieves de las iglesias románicas.



Mirar a la Cruz


La búsqueda de la unidad en la oración
en común es determinada por la situación de la cruz, ya en el altar, ya
en un lugar próximo a él. La Cruz y el altar simbolizan a Cristo y
hacia él, verdadero y único Templo de Dios, se dirige la mirada y la
oración de toda la Asamblea,



El Norte y el Sur del templo también
tienen simbolismo cósmico y escatológico. El Norte es la región del
frio, del hielo, espacio asociado al mal, a Satanás. En el lateral norte
de la iglesia se coloca la puerta del baptisterio, por donde entran los
que provienen del mundo profano para ser bautizados. El Sur, como
origen del calor y de la luz del día, evoca el Paraíso prometido, la
idea de Cristo iluminando con su gracia toda la tierra.



Esta búsqueda de la luz explica
suficientemente porqué el templo cristiano adopta desde el principio la
forma alargada de basílica y no, por ejemplo, la redonda que, en
principio, parece más adecuada para conseguir que todos los fieles oren
en una misma dirección.




2.-GRANDES ESPACIOS LITURGICOS


Partes del templo catolicoLa
Misa es un relato dramatizado, lo que quiere decir que no sólo está
compuesto de palabras, sino también de movimientos, de gestos y de
cánticos. Los que hablan, se mueven, gesticulan y cantan son cuerpos que
ocupan un espacio. La expresión latina templum procede de la raíz tem, que significa "cortar"; así, pues, templum no quiere decir otra cosa que "lo recortado, lo demarcado" .



Esa demarcación separa un espacio
sagrado del espacio profano: una región sagrada, separada y protegida de
lo que la rodea, y una región profana, o no sagrada, accesible a todas
las gentes. Desde muy pronto, los cristianos se reunían en locales
especiales para la "partición del pan". Después serán las catacumbas, y más tarde, a partir de Constantino, las iglesias.



Una vez dentro del templo, el espacio
sagrado no tiene una “densidad” homogénea. El máximo nivel de sacralidad
se halla en el sagrario o tabernáculo, lugar en el que se conservan las
especies consagradas bajo las cuales está presente Cristo Jesús; el
mínimo corresponde al atrio, lugar de tránsito entre lo sagrado y lo
profano; en medio,  se encuentran el presbiterio, lugar destinado al
altar y a los sacerdotes, y la nave, lugar de los fieles.



El discurrir de la liturgia asigna a
cada uno de los lugares de culto que componen el templo una “carga o
acento de sentido” más o menos intensa. El espacio del templo y su
disposición es un "discurso" que "habla" a los fieles creyentes. De esta
manera, cada clase de sujetos sabe de antemano dónde debe ubicarse. El
atrio, por ejemplo,  es un espacio de paso, de entrada y salida, en el
que lo profano se mezcla con lo sagrado, y lo sagrado con lo profano.
Allí se encuentran y se saludan los conocidos. En algunas localidades,
allí esperan, aún hoy, los pobres de solemnidad la limosna de las almas
caritativas. Por lo mismo, el  "acento de sentido" que en él se pone es débil, casi nulo.




Planta y alzado iglesia romanicaEn
las naves, que constituyen el espacio más amplio del templo, se
distribuyen los fieles dispuestos a participar en el rito de la Misa. La
actitud de participación incluye un conjunto de posturas y de
disposiciones con las que se pone de manifiesto la presencia y el
sentido de lo sagrado: silencio, recogimiento, espera... Evidentemente,
su “acento de sentido” es mucho mayor.



El presbiterio, por su parte, está
destinado al celebrante y sus acompañantes. La presencia de lo sagrado
se acentúa con la presencia de las personas consagradas para el culto,
con los ordenamientos que los distinguen, con los objetos que los
rodean; en consecuencia, el "acento de sentido", de lo sagrado,
sube al más alto nivel de tonicidad. Y como sitio central del
presbiterio, se encuentra el Sagrario o tabernáculo, lugar donde se
guardan las especies consagradas, y donde la presencia de Cristo sigue
siendo real: lugar sacratísimo por excelencia, lugar de la tonicidad
culminante en el ámbito total de lo sagrado.







3.-DISTRIBUCIÓN EN PLANTA


Al iniciar la planificación de la
iglesia, el arquitecto ha de resolver la colocación de espacios
diferenciados que atiendan las siguientes necesidades:



1º -la liturgia de la Palabra, que es proclamada a la asamblea, pide un espacio escénico dirigido hacia el pueblo convocado.
2º.-la
liturgia eucarística es oración y acción de gracias en común, y por
tanto implica  una dirección común de las miradas de los presentes.
Son las dos
partes de la celebración eucarística que requieren soluciones
simbólico-espaciales diferentes que manifiesten su diversa naturaleza.
3º.-el
crucifijo es el lugar que atrae las miradas de todos los presentes,
pueblo y celebrante. La cruz de Cristo es el foco donde el Misterio de
Dios abraza el cosmos, la historia y la humanidad entera. Hacia Él se
orienta la oración litúrgica y Él representa el “paso” del pueblo
reunido hacia Dios.
4º.-Finalmente, una última
consideración se deriva de la presencia permanente de Cristo en el
templo a través de la eucaristía en el sagrario Esta presencia convierte
el templo en una teofanía continua y da un valor al espacio litúrgico
que sobrepasa la mera devoción. La estructura y distribución de los
espacios en el templo han de posibilitar y hacer visible que la acción
del fiel que se acerca al sagrario para la adoración le incorpora a la
liturgia de la Iglesia, a la propia oración de Cristo al Padre.















Página en construcción














El Sagrario

En los primeros siglos nació la
costumbre de reservar las especies sacramentales. Se guardaban
primeramente en las casas y luego en los Templos. Así estaban dispuestas
siempre para los enfermos. Era natural que los fieles expresaran su
veneración y adoración ante la presencia del Señor en ese entonces.
Ahora sabemos que es Dios mismo sacramentado quien habita en este lugar.
Es, por lo tanto, el lugar más importante de toda la Iglesia, aún más que el altar.
SagrarioEste fue el origen de los sagrarios otabernáculos.
Hechos de diferentes formas o estilos. Pero, no debemos perder de vista
que el fin primario y principal de la reserva de las sagradas especies
en la Iglesia fue la administración del viático. Los fines
secundarios son la distribución de la comunión en las Iglesias fuera de
la misa, y adoración de nuestro Señor Jesucristo oculto.
Sólo a partir del siglo XII la Iglesia
organizó un culto eucarístico público, después de las controversias
sobre la presencia real. Durante mucho tiempo se adoptó la costumbre de
reservar el Pan de Vida en una pequeña torre o en una paloma eucarística
suspendida encima del altar. También las especies eucarísticas se
reservaron en la Sacristía.
A partir del siglo XVI se introdujo la
costumbre de fijar establemente el Sagrario sobre los altares. La
historia de la conservación del Santísimo Sacramento tuvo una última
etapa cuando se fijó el Sagrario sobre el Altar mayor de las Iglesias
(vale decir sobre el más importante). Esto se mantuvo hasta el Concilio
Vaticano II.
Claro está que en muchos templos se
encuentra ubicado cerca del altar principal, pero algunos prefieren que
el Sagrario esté en una capilla aparte, para que sea un lugar de oración
y adoración personal y comunitaria. Lo importante es que exista un
Sagrario que los fieles reconozcan fácilmente para que puedan escuchar
la dulce voz que les llama: “Vengan a Mí los que se sienten cargados y agobiados porque Yo los aliviaré” (Mt 11, 28).
Las características del lugar de la
reserva de la santísima eucaristía vienen bien señaladas en la
Instrucción General del Misal Romano, del que se extraen las siguientes
indicaciones:
314. Para cualquier estructura de la
iglesia y según las legítimas costumbres de los lugares, consérvese el
Santísimo Sacramento en el Sagrario, en la parte más noble de la
iglesia, insigne, visible, hermosamente adornada y apta para la oración.
Como norma general, el tabernáculo
debe ser uno solo, inamovible, elaborado de materia sólida e inviolable,
no transparente y cerrado de tal manera que se evite al máximo el
peligro de profanación. Conviene, además, que se bendiga según el rito
descrito en el Ritual Romano antes de destinarlo al uso litúrgico.
315. Por razón del signo conviene
más que en el altar en el que se celebra la Misa no haya sagrario en el
que se conserve la Santísima Eucaristía.
Por esto, es preferible que el tabernáculo, sea colocado de acuerdo con el parecer del Obispo diocesano:
a) o en el presbiterio, fuera del altar
de la celebración, en la forma y en el lugar más convenientes, sin
excluir el antiguo altar que ya no se emplea para la celebración (cfr.
n. 303);
b) o también en alguna capilla idónea
para la adoración y la oración privada de los fieles,que esté
armónicamente unida con la iglesia y sea visible para los fieles.
316. Cerca del sagrario, según la
costumbre tradicional, alumbre permanentemente una lámpara especial,
alimentada con aceite o cera, por la cual se indique y honre la
presencia de Cristo.











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