2017 - Id y Enseñad - 8
Miércoles de Ceniza
Miércoles
Marzo
1
La bendición e imposición
de la ceniza pueden
hacerse también sin misa.
En este caso, conviene celebrar la
liturgia de la Palabra, usando
el canto de entrada,
la oración colecta y las lecturas
con sus cánticos, como en la Misa.
Enseguida se tienen la homilía y la
bendición e imposición de la ceniza.
El rito se concluye
con la oración universal, la bendición
y la despedida de los fieles.
Antífona de Entrada
Tú, Señor, te compadeces de
todos y no aborreces nada de
lo que has creado, aparentas
no ver los pecados de los
hombres, para darles ocasión de
arrepentirse, porque tú eres el
Señor, nuestro Dios.
No se dice Gloria.
El acto penitencial es sustituido por
el rito de la imposición de la ceniza.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor,
emprender este tiempo
el combate cristiano
con santos ayunos,
para que en el momento
de combatir contra las
tentaciones, seamos
fortalecidos con los auxilios
de la penitencia.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Joel
(2, 12-18)
Esto dice el Señor:
“Todavía es tiempo. Vuélvanse
a mí de todo corazón,
con ayunos, con lágrimas
y llanto; enluten su corazón
y no sus vestidos.
Vuélvanse al Señor Dios
nuestro, porque es compasivo
y misericordioso, lento a la
cólera, rico en clemencia, y se
conmueve ante la desgracia.
Quizá se arrepienta, se
compadezca de nosotros y
nos deje una bendición, que
haga posibles las ofrendas y
libaciones al Señor, nuestro Dios.
Toquen la trompeta en Sión,
promulguen un ayuno,
convoquen la asamblea,
reúnan al pueblo, santifiquen
la reunión, junten a los
ancianos, convoquen a los
niños, aun a los niños de
pecho. Que el recién casado
deje su alcoba y su tálamo
la recién casada.
Entre el vestíbulo y el
altar lloren los sacerdotes,
ministros del Señor, diciendo:
‘Perdona, Señor, perdona
a tu pueblo. No entregues
tu heredad a la burla de las
naciones. Que no digan los
paganos: ¿Dónde está el
Dios de Israel?’ ”
Y el Señor se llenó de celo
por su tierra y tuvo piedad
de su pueblo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 50
Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Por tu inmensa compasión
y misericordia,
Señor, apiádate de mí
y olvida mis ofensas.
Lávame bien de todos mis delitos
y purifícame de mis pecados.
Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Comienza la Cuaresma; guardar abstinencia y ayuno
2017 - Id y Enseñad - 9
Pues bien, ahora es el tiempo favorable
Puesto que reconozco
mis culpas,
tengo siempre presentes
mis pecados.
Contra ti solo pequé, Señor,
haciendo lo que a tus ojos
era malo.
Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Crea en mí, Señor,
un corazón puro,
un espíritu nuevo para cumplir
tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu.
Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Devuélveme tu salvación,
que regocija,
y mantén en mí
un alma generosa.
Señor, abre mis labios
y cantará mi boca tu alabanza.
Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Segunda Lectura
Lectura de la segunda carta
del apóstol san Pablo
a los Corintios
(5, 20—6, 2)
Hermanos: Somos
embajadores de Cristo, y por
nuestro medio, es Dios mismo
el que los exhorta a ustedes.
En nombre de Cristo les
pedimos que se reconcilien
con Dios. Al que nunca cometió
pecado, Dios lo hizo “pecado”
por nosotros, para que,
unidos a él, recibamos
la salvación de Dios y nos
volvamos justos y santos.
Como colaboradores que
somos de Dios, los exhortamos
a no echar su gracia en saco
roto. Porque el Señor dice:
En el
tiempo favorable te escuché y en
el día de la salvación te socorrí.
Pues bien, ahora es el tiempo
favorable; ahora es el día de la
salvación.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor,
que nos dice: “No endurezcan
su corazón”.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Evangelio
†
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo
(6, 1-6. 16-18)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús
dijo a sus discípulos:
“Tengan cuidado de no
practicar sus obras de piedad
delante de los hombres para
que los vean. De lo contrario,
no tendrán recompensa
con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des
limosna, no lo anuncies con
trompeta, como hacen los
hipócritas en las sinagogas
y por las calles, para que
los alaben los hombres.
Yo les aseguro que ya
recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando des
limosna, que no sepa tu mano
izquierda lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en
secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan
oración, no sean como los
hipócritas, a quienes les gusta
orar de pie en las sinagogas y
en las esquinas de las plazas,
para que los vea la gente. Yo les
aseguro que ya recibieron
Miércoles
Marzo
1
2017 - Id y Enseñad - 10
Ahora es el día de la salvación
su recompensa. Tú, en cambio,
cuando vayas a orar, entra en
tu cuarto, cierra la puerta y ora
ante tu Padre, que está allí, en
lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no
pongan cara triste, como esos
hipócritas que descuidan la
apariencia de su rostro, para que
la gente note que están
ayunando. Yo les aseguro que
ya recibieron su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes,
perfúmate la cabeza y lávate la
cara, para que no sepa la gente
que estás ayunando, sino tu
Padre, que está en lo secreto; y
tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
No se dice Credo.
Bendición de la Ceniza
Después de la homilía, el sacerdote,
de pie y con las manos juntas, dice:
Queridos hermanos, pidamos
humildemente a Dios Padre
que bendiga con su gracia
esta ceniza que, en señal de
penitencia, vamos a imponer
sobre nuestra cabeza.
Y, después de un breve momento
de oración en silencio,
con las manos extendidas, prosigue:
Oración
Señor Dios, que te apiadas
de quien se humilla y te
muestras benévolo para
quien se arrepiente, inclina
piadosamente tu oído a
nuestras súplicas y derrama
la gracia de tu bendición †
sobre estos siervos tuyos,
que van a recibir la ceniza,
para que, perseverando
en las prácticas cuaresmales,
merezcan llegar, purificada su
conciencia, a la celebración del
misterio pascual de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
Amén.
O bien:
Oración
Señor Dios, que no quieres
la muerte del pecador sino
su conversión, escucha
bondadosamente nuestras
súplicas y dígnate bendecir †
esta ceniza, que vamos a
imponer sobre nuestra cabeza,
sabiendo que somos polvo
y al polvo hemos de volver y
concédenos que, por nuestro
esfuerzo en las prácticas
cuaresmales, obtengamos el
perdón de nuestros pecados
y una vida renovada a imagen
de tu Hijo resucitado.
Él, que vive y reina por los siglos
de los siglos.
Amén.
Y rocía la ceniza con agua bendita,
sin decir nada.
Imposición de la Ceniza
Después el sacerdote impone
la ceniza a todos los presentes que se
acercan a él, y dice a cada uno:
Conviértete y cree en el
Evangelio.
O bien:
Recuerda que eres polvo
y al polvo has de volver.
Mientras tanto, se entona un canto
del salmo 50 u otros cantos de
carácter penitencial apropiados.
Terminada la imposición de la ceniza,
el sacerdote se lava las manos.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Oremos a Jesucristo que
nos llama a la conversión y
pidámosle su ayuda para vivir
este tiempo de Cuaresma,
camino hacia la Pascua, con
un corazón sencillo y humilde.
Digamos:
Te rogamos, óyenos.
Para que la Iglesia invite
a todos los hombres a la
reconciliación con Dios, y
para que en su seno todos
experimentemos el amor
y la misericordia.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que el Papa,
los pastores y los ministros
de la Iglesia, sean
dispensadores generosos
del perdón que viene de Dios.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Miércoles
Marzo
1
2017 - Id y Enseñad - 11
Señor, acoge nuestra súplica
Miércoles
Marzo
1
Para que el Señor renueve el
corazón de todos los hombres
del Tercer Milenio, y para que
germinen en ellos sentimientos
de paz, tolerancia, respeto
y amor desinteresado.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que la generosidad, la
oración sincera y el ayuno de
los cristianos, alcance a los
más necesitados la ayuda y el
consuelo que necesitan.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que cesen las guerras,
se termine con la violencia y
el terrorismo y todos en el
mundo podamos gozar de
la armonía de la creación y
de la fraternidad verdadera.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que la Cuaresma,
que hoy comenzamos, nos
una más íntimamente a
Jesucristo y nos abra a la
conversión total al Evangelio,
en nuestro caminar hacia la
Pascua.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Celebrante:
Señor Jesucristo, Tú que
te hiciste miembro de nuestra
raza para poder rescatarnos
del pecado y de la muerte;
acoge las súplicas que en
nombre de tu pueblo te hemos
dirigido, y haz que vivamos
más unidos a Ti en este
tiempo de gracia y salvación.
Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos.
Amén.
Cuando se impone la ceniza sin
celebrar misa, aquí termina la
celebración con la bendición
y despedida de los fieles.
Oración sobre las Ofrendas
Al ofrecer el sacrificio con el
que iniciamos solemnemente
la Cuaresma, te rogamos,
Señor, que por nuestras obras
de penitencia y de caridad nos
veamos libres de los vicios y
los malos deseos, para que,
purificados de todo pecado,
merezcamos celebrar con
fervor la pasión de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
Amén.
Prefacio de Cuaresma IV
Los frutos del ayuno
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque con el ayuno corporal,
refrenas nuestras pasiones,
elevas nuestro espíritu,
nos fortaleces y recompensas,
por Cristo, Señor nuestro.
Por él, celebran tu majestad
los ángeles, te adoran las
dominaciones, se estremecen
las potestades. Te celebran,
unidos en la alegría, los cielos,
las virtudes celestiales y los
bienaventurados serafines.
Permítenos asociarnos a sus
voces cantando humildemente
tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
El que día y noche medita la
ley del Señor, al debido tiempo
dará su fruto.
Oración
después de la Comunión
Oremos:
Que nos auxilien, Señor,
los sacramentos que
recibimos, para que nuestro
ayuno sea de tu agrado
y nos aproveche como
remedio saludable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Oración a favor del Pueblo
Oremos:
Derrama, propicio,
Señor Dios, tu espíritu de
arrepentimiento sobre quienes
se inclinan ante tu majestad,
y que merezcan obtener, por
tu misericordia, el premio
prometido a los que hacen
penitencia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
2017 - Id y Enseñad - 12
Elige la vida y vivirás
Jueves
Marzo
2
Antífona de Entrada
Invoqué al Señor, y él escuchó
mi voz; me libró de los que
me atacaban. Encomienda al
Señor lo que te agobia y él te
sustentará.
Oración Colecta
Oremos:
Te rogamos, Señor, que
inspires con tu gracia nuestras
acciones y las acompañes
con tu ayuda, para que todas
nuestras obras tengan siempre
en ti su principio y por ti
lleguen a buen término.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del
Deuteronomio
(30, 15-20)
Esto dice el Señor: “Mira:
Hoy pongo delante de ti la
vida y el bien o la muerte y el
mal. Si cumples lo que yo te
mando hoy, amando al Señor
tu Dios, siguiendo sus caminos,
cumpliendo sus preceptos,
mandatos y decretos, vivirás
y te multiplicarás. El Señor,
tu Dios, te bendecirá en la
tierra donde vas a entrar para
poseerla. Pero si tu corazón se
resiste y no obedeces, si
te dejas arrastrar y te postras
para dar culto a dioses
extranjeros, yo te anuncio hoy
que perecerás sin remedio y
que, pasado el Jordán para
entrar a poseer la tierra, no
vivirás muchos años en ella.
Hoy tomo por testigos al
cielo y a la tierra de que les he
propuesto la vida o la muerte,
la bendición o la maldición.
Elige la vida y vivirás, tú y
tu descendencia, amando al
Señor tu Dios, escuchando
su voz, adhiriéndote a él;
pues en eso está tu vida y
el que habites largos años
en la tierra que el Señor
prometió dar a tus padres,
Abraham, Isaac y Jacob”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Salmo 1
Dichoso el hombre que confía
en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía
por mundanos criterios,
que no anda en malos pasos
ni se burla del bueno,
que ama la ley de Dios
y se goza en cumplir
sus mandamientos.
Dichoso el hombre que confía
en el Señor.
Es como un árbol plantado
junto al río,
que da fruto a su tiempo
y nunca se marchita.
En todo tendrá éxito.
Dichoso el hombre que confía
en el Señor.
En cambio los malvados
serán como la paja barrida
por el viento.
Porque el Señor protege
el camino del justo
y al malo sus caminos acaban
por perderlo.
Dichoso el hombre que confía
en el Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Arrepiéntanse, dice el Señor;
porque ya está cerca el Reino
de los cielos.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas
(9, 22-25)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo
a sus discípulos: “Es necesario
que el Hijo del hombre sufra
mucho, que sea rechazado por
los ancianos, los sumos
sacerdotes y los escribas,
que sea entregado a la muerte
y que resucite al tercer día”.
Luego, dirigiéndose a la
multitud, les dijo: “Si alguno
Feria de Cuaresma: Jueves después de Ceniza
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