sábado, 4 de marzo de 2017
SÁBADO POST CENIZA
Solamente una
persona abierta al Evangelio, como el de hoy (Lucas 5,27-32), es capaz
de entender el significado de las palabras del Señor "no necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan", y me refiero al Papa FRANCISCO con sus palabras "la Eucaristía no es el premio de los perfectos, sino generoso remedio y alimento para los débiles", muchos dicen que esta sentencia, en una nota al pie de página de la "Amoris Laetitia"
(nota 351) no basta para cambiar la praxis de la Iglesia de no permitir
la comunión de los divorciados vueltos a casar, evidentemente, quienes
así opinan nada entendieron de que la "misericordia ha de ser para las situaciones irregulares", esto
es obvio. Pero es que además este pensamiento del Papa FRANCISCO no se
proyecta sobre esta cuestión, lo ha dicho hasta la saciedad, como una
especie de leitmotiv, pues la misma expresión la usó antes en la "Evangelii Gaudium", o en la homilía de la festividad del CORPUS CHRISTI el 4 de Junio de 2015.
persona abierta al Evangelio, como el de hoy (Lucas 5,27-32), es capaz
de entender el significado de las palabras del Señor "no necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan", y me refiero al Papa FRANCISCO con sus palabras "la Eucaristía no es el premio de los perfectos, sino generoso remedio y alimento para los débiles", muchos dicen que esta sentencia, en una nota al pie de página de la "Amoris Laetitia"
(nota 351) no basta para cambiar la praxis de la Iglesia de no permitir
la comunión de los divorciados vueltos a casar, evidentemente, quienes
así opinan nada entendieron de que la "misericordia ha de ser para las situaciones irregulares", esto
es obvio. Pero es que además este pensamiento del Papa FRANCISCO no se
proyecta sobre esta cuestión, lo ha dicho hasta la saciedad, como una
especie de leitmotiv, pues la misma expresión la usó antes en la "Evangelii Gaudium", o en la homilía de la festividad del CORPUS CHRISTI el 4 de Junio de 2015.
Y es que nos guste o no nos guste, esto es lo que hay, cuando el Señor nos promete en la Escritura "Y
os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo,
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas"
(Ezequiel 36,26), este cambio de corazones, que al fin y al cabo es la
conversión, un antiguo comentario judío dela escritura, llamado "Piké Arbot" (algo así como "Dichos de nuestros padres")
indica precisamente que la piedra es lo contrario a la misericordia,
porque al ser inflexible, no se deja hacer por la mano de Dios. Si lo
preferís, es el mismo ejemplo del publicano y el fariseo que oraban en
el Templo, el primero decía "¡Tened piedad de mí, Señor, que soy un pecador!" mientras que el segundo oraba "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano" ¿Dónde creéis que el Señor encontrará un barro dócil, un "barro enamorado" -como decía el Papa FRANCISCO en la homilía del Miércoles
de Ceniza- donde poder trabajar la misericordia, la conversión, el
arrepentimiento, para poder dar gratuita y generosamente ese corazón de
carne?
os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo,
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de
carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas"
(Ezequiel 36,26), este cambio de corazones, que al fin y al cabo es la
conversión, un antiguo comentario judío dela escritura, llamado "Piké Arbot" (algo así como "Dichos de nuestros padres")
indica precisamente que la piedra es lo contrario a la misericordia,
porque al ser inflexible, no se deja hacer por la mano de Dios. Si lo
preferís, es el mismo ejemplo del publicano y el fariseo que oraban en
el Templo, el primero decía "¡Tened piedad de mí, Señor, que soy un pecador!" mientras que el segundo oraba "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano" ¿Dónde creéis que el Señor encontrará un barro dócil, un "barro enamorado" -como decía el Papa FRANCISCO en la homilía del Miércoles
de Ceniza- donde poder trabajar la misericordia, la conversión, el
arrepentimiento, para poder dar gratuita y generosamente ese corazón de
carne?
Seguramente,
especialmente con la saturación de los servicios que hay ahora, me
presento en urgencias y llegado mi turno le digo al médico de guardia "¡Si no me pasa nada, tengo la salud de un toro!"
lo más seguro es que me eche de allí con cajas destempladas, y algún
exabrupto de su parte... pero si le digo que estoy preocupado, porque me
siento mal, seguro que aplica toda su ciencia, y su paciencia, para
tranquilizarme y dar con lo que me pasa...
especialmente con la saturación de los servicios que hay ahora, me
presento en urgencias y llegado mi turno le digo al médico de guardia "¡Si no me pasa nada, tengo la salud de un toro!"
lo más seguro es que me eche de allí con cajas destempladas, y algún
exabrupto de su parte... pero si le digo que estoy preocupado, porque me
siento mal, seguro que aplica toda su ciencia, y su paciencia, para
tranquilizarme y dar con lo que me pasa...
Así que, en este tiempo de cuaresma, tengamos ea humildad de decir "¡Tened piedad de mí, Señor, que soy un pecador!" y
hagamos el firme propósito, cual pecadores somos, de mirar a nuestros
hermanos como lo que son, igual que nosotros, pecadores, débiles y
enfermos, confortémonos mutuamente, consolémonos mutuamente del dolor de
nuestro pecado, caminemos juntos hacia la salvación, que necesitamos
ambos, y si es mejor que lo diga un santo, en vez de mis torpes
palabras, haced caso a lo que recomendaba San FRANCISCO de ASÍS en su "Carta a un ministro" (aquí ministro se refiere a ministro de Dios, a cualquier sacerdote con responsabilidad entre los hermanos menores):
hagamos el firme propósito, cual pecadores somos, de mirar a nuestros
hermanos como lo que son, igual que nosotros, pecadores, débiles y
enfermos, confortémonos mutuamente, consolémonos mutuamente del dolor de
nuestro pecado, caminemos juntos hacia la salvación, que necesitamos
ambos, y si es mejor que lo diga un santo, en vez de mis torpes
palabras, haced caso a lo que recomendaba San FRANCISCO de ASÍS en su "Carta a un ministro" (aquí ministro se refiere a ministro de Dios, a cualquier sacerdote con responsabilidad entre los hermanos menores):
Y
en esto quiero conocer si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo,
si hicieras esto, a saber, que no haya hermano alguno en el mundo que
haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto
tus ojos, no se marche jamás sin tu misericordia, si pide misericordia. Y
si él no pidiera misericordia, que tú le preguntes si quiere
misericordia. Y si mil veces pecara después delante de tus ojos, ámalo
más que a mí para esto, para que lo atraigas al Señor; y ten siempre
misericordia de tales hermanos.
en esto quiero conocer si tú amas al Señor y a mí, siervo suyo y tuyo,
si hicieras esto, a saber, que no haya hermano alguno en el mundo que
haya pecado todo cuanto haya podido pecar, que, después que haya visto
tus ojos, no se marche jamás sin tu misericordia, si pide misericordia. Y
si él no pidiera misericordia, que tú le preguntes si quiere
misericordia. Y si mil veces pecara después delante de tus ojos, ámalo
más que a mí para esto, para que lo atraigas al Señor; y ten siempre
misericordia de tales hermanos.
Publicado por
Familia Eucarística Pobres de Nazaret