lunes, 27 de marzo de 2017
QUE SEAMOS PERFECCIONADOS EN EL CRISTIANISMO
Dice el Evangelio de hoy (Juan 4,43-54) que cuando el funcionario real salió al encuentro del Señor para pedirle "que bajara a curar a su hijo moribundo", el Señor -pese a incomodarle esa constante petición de milagros -que no era su misión primordial "si no veis signos y prodigios, no creeis"- simplemente le dijo "vuelve a tu casa, tu hijo vive" y la respuesta del hombre, nos dice el Evangelio de forma escueta fue "el hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino"...
...El
hombre creyó en la Palabra de Jesús... No solamente hemos de destacar
esta actitud del padre del niño moribundo, sino que esa era la labor del
Señor, mostrarnos la Palabra de Dios, no olvidemos que este Evangelio
es de JUAN en el que la Palabra tiene un papel primordial, ya desde su
prólogo "al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios" (Juan 1,1), no en vano decimos que "Jesucristo es Palabra del Padre".
hombre creyó en la Palabra de Jesús... No solamente hemos de destacar
esta actitud del padre del niño moribundo, sino que esa era la labor del
Señor, mostrarnos la Palabra de Dios, no olvidemos que este Evangelio
es de JUAN en el que la Palabra tiene un papel primordial, ya desde su
prólogo "al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios" (Juan 1,1), no en vano decimos que "Jesucristo es Palabra del Padre".
Y aunque sabéis que casi siempre os comparto mi propio comentario del Evangelio del día, en este caso, no me resisto a compartiros respecto de "el hombre creyó en la Palabra de Jesús"
el bello comentario que hace a este respecto BAUDOIN DE FORD, abad y
obispo benedictino del Siglo XII por la belleza de sus palabras:
el bello comentario que hace a este respecto BAUDOIN DE FORD, abad y
obispo benedictino del Siglo XII por la belleza de sus palabras:
Hay,
pues, una Palabra en el Padre, una Palabra en la boca de los apóstoles,
una Palabra en el corazón de los creyentes. La Palabra en la boca es
expresión de la Palabra que está en el Padre; es también expresión de la
Palabra que hay en el corazón del hombre. Cuando se comprende la
Palabra, o cuando se la cree, o cuando se la ama, la Palabra en el
corazón del hombre se convierte en inteligencia de la Palabra, o en fe
en la Palabra, amor en la Palabra. Cuando estas tres se reúnen en un
solo corazón, en un momento se comprende, se cree y se ama a Cristo,
Palabra de Dios, Palabra del Padre... Cristo habita en esta persona por
la fe, y por una admirable condescendencia baja del Padre al corazón del
hombre...
pues, una Palabra en el Padre, una Palabra en la boca de los apóstoles,
una Palabra en el corazón de los creyentes. La Palabra en la boca es
expresión de la Palabra que está en el Padre; es también expresión de la
Palabra que hay en el corazón del hombre. Cuando se comprende la
Palabra, o cuando se la cree, o cuando se la ama, la Palabra en el
corazón del hombre se convierte en inteligencia de la Palabra, o en fe
en la Palabra, amor en la Palabra. Cuando estas tres se reúnen en un
solo corazón, en un momento se comprende, se cree y se ama a Cristo,
Palabra de Dios, Palabra del Padre... Cristo habita en esta persona por
la fe, y por una admirable condescendencia baja del Padre al corazón del
hombre...
Por lo
demás, la Cuaresma avanza a pasos agigantados, ya estamos en el Lunes IV
de Cuaresma, habría que preguntarse qué es lo que hemos estado haciendo
durante todo este tiempo de ayuno, limosna y oración, los tres pilares
tradicionales de este tiempo litúrgico y de la conversión, ya sabéis que
me gusta -de la misma manera- compartiros aquellas curiosidades
arqueológico bíblicas o cristianas de las que tengo conocimiento, dejad
que os proponga, para lo que queda de Cuaresma, una breve oración,
tomada de un Papiro catalogado bajo el número 14315, de la llamada
colección berolinensis (conjunto de papiros egipcios cristianos de los
primeros siglos en la BIBLIOTECA DE BERLÍN), escrito en griego, y que lo
único que pide, con toda sencillez es, precisamente, ser un buen
cristiano, porque por mucho que cambien los medios, las tecnologías, las
ideas, la historia de la Iglesia, etc, etc, hay algo que nunca pasará "la Palabra de Dios" (cfr Mateo 24,35) y la petición de los apóstoles "Señor, auméntanos la fe" (cfr Lucas 17,5):
demás, la Cuaresma avanza a pasos agigantados, ya estamos en el Lunes IV
de Cuaresma, habría que preguntarse qué es lo que hemos estado haciendo
durante todo este tiempo de ayuno, limosna y oración, los tres pilares
tradicionales de este tiempo litúrgico y de la conversión, ya sabéis que
me gusta -de la misma manera- compartiros aquellas curiosidades
arqueológico bíblicas o cristianas de las que tengo conocimiento, dejad
que os proponga, para lo que queda de Cuaresma, una breve oración,
tomada de un Papiro catalogado bajo el número 14315, de la llamada
colección berolinensis (conjunto de papiros egipcios cristianos de los
primeros siglos en la BIBLIOTECA DE BERLÍN), escrito en griego, y que lo
único que pide, con toda sencillez es, precisamente, ser un buen
cristiano, porque por mucho que cambien los medios, las tecnologías, las
ideas, la historia de la Iglesia, etc, etc, hay algo que nunca pasará "la Palabra de Dios" (cfr Mateo 24,35) y la petición de los apóstoles "Señor, auméntanos la fe" (cfr Lucas 17,5):
Concédenos llevar a cabo el ayuno de una manera decorosa,
de corazón puro; para que podamos ser salvados
de todos los artificios del diablo,
y que podamos ser perfeccionados en el Cristianismo.
Concédenos que cumplamos hasta el último aliento
por medio de la guía del pastor de nuestras almas,
Jesucristo, por quien sea la gloria y el honor
y el poder en todos los tiempos. Amén.
Publicado por
Familia Eucarística Pobres de Nazaret
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